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Tormenta diplomática

Las declaraciones del canciller alemán, Helmut Schmidt, sobre Italia, produjeron una verdadera tormenta diplomática en los medios políticos europeos. El Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la CEE, reunido para dos jornadas en esta capital, no ha escapado a la regla, como demuestra la acogida entre Mariano Rumor, ministro italiano de Asuntos Exteriores, y su colega alemán, Hans Dietrich Genscher.En una entrevista privada entre los dos ministros, al margen del consejo de la CEE, Rumor subrayó el «estupor y amargura» que experimentó el Gobierno italiano por las duras declaraciones del canciller Schmidt. Genscher trató de apaciguar las aguas, diciendo que las relaciones entre Alemania Federal e Italia siempre habían sido cordiales y seguirían siéndolo.Los representantes de la diplomacia británica y francesa en el Consejo de la CEE tratan, por su parte, de diferenciarse de la postura política de Bonn, diciendo, casi a coro, qué nunca han pretendido intervenir en la política interior italiana, «ni antes ni después de las elecciones legislativas», declaró un portavoz británico, calificando el asunto, no sin humor, de «una tempestad en una taza de té ( ... )».

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Es de señalar que Genscher, después de su entrevista con Moro, abandonó el edificio Carlomagno, sede del Consejo de Ministros de la CEE, para acudir a «una importante reunión sobre los derechos del mar, que se celebra en Bremen», según un portavoz alemán.

Para los observadores políticos, la tensión creada por las declaraciones de Schmidt, traerá cola. Se esperan reacciones firmes por parte de partidos comunistas europeos, sobre todo de los países occidentales, agrupados en el seno del denominado eurocomunismo, que no dejan de interpretar las opiniones del canciller alemán como un ataque patrocinado por Estados Unidos, contra una eventual coalición de las izquierdas en el poder en dos países europeos: Italia, a corto plazo, y Francia.Ni que decir que las diferencias entre Bonn y Roma eclipsan el resto de temas inscritos en el orden del día del Consejo comunitario.El caso españolA propósito de España, tema inscrito en el temario de los ministros de Asuntos Exteriores, los nueve se han limitado a escuchar un informe oral del vicepresidente de la Comisión Europea encargado de relaciones exteriores, el británico Cristopher Soames, quien aconsejó «rapidez y celeridad por parte de los Estados miembros para aprobar el proyecto de mandato».

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