La oposición vasca no ha logrado un acuerdo para conmemorar la abolición de los Fueros

La reivindicación foral vasca tiene una cita histórica el próximo miércoles, 21 de julio, al cumplirse cien años desde la aprobación de la ley abolitoria de los Fueros. Con este motivo se han organizado diversos actos que darán comienzo la víspera, en la localidad guipuzcoana de Azcoitia, con una junta general de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País.Para el mismo día 21 el Ayuntamiento de Vergara ha invitado a todos los municipios vascos a una misa que se celebrará a las once de la mañana, en la parroquia de San Pedro, «en sufragio de todos los que lucharon y murieron en defensa de los derechos y libertades contenidos en las instituciones forales vascas ».

La Diputación de Alava ha convocado también a las doce del mediodía una sesión extraordinaria de sus juntas generales, que dedicarán un recuerdo especial al discurso que pronunció hace un siglo en las Cortes el diputado alavés Benigno Mateo de Moraza en defensa de los Fueros.

Por último, la Diputación de Vizcaya pretende, asimismo, celebrar un pleno extraordinario por la tarde para conmemorar esta fecha de triste recuerdo para todos aquellos que defienden cualquier forma de autonomía para, el País Vasco.

Destaca, en principio, la ausencia de cualquier acto promovido desde la oposición. Una vez más han quedado patentes las divergencias existentes entre unos grupos que no aciertan a entenderse después de cuarenta años de trabajo en la clandestinidad.

Aunque la fecha del 21 de julio se ha venido manejando durante meses como la más idónea para una gran movilización de masas en reivindicación de las instituciones tradicionales -actualizadas en este caso a través de la fórmula del estatuto-, lo cierto es que el acuerdo ha sido imposible. Las diferencias incluso personales han podido más que los planteamientos puramente políticos.

El gran acto de masas que pretendían organizar se retrasó primero al 24 de julio y luego se dejó para una fecha indeterminada, ya que coincidía con la manifestación pro amnistía que se trata de promover en San Sebastián. Por unas y otras razones, la oposición vasca ha demostrado también ahora que todavía está muy lejana esa unidad que todos parecen pregonar y perseguir.

Tal vez el acto que consiga un mayor consenso sea el que organiza la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País para el día 20, a las ocho de la tarde, en el palacio Insausti de Azcoitia. Autoridades aparte, numerosas personalidades del mundo del arte, de las ciencias y de la empresa han prometido ya su asistencia. Entre otros estarán presentes José Miguel Barandiarán, Luis Michelena, Nicanor Zabaleta, Gabriel Celaya, Eduardo Chillida, Néctor Basterrechea, Luis de Castresana, José Manuel Sendagorta, Luis Olarra, Julio Caro Baroja, Luis Villasante, José Luis Goti y Ortiz de Elguea.

La Real Sociedad Bascongada de Amigos del País publicó recientemente una declaración en la que solicitaba la plena restauración foral de acuerdo con las exigencias de la sociedad actual. «Para nosotros -dice su director, Juan Ramón de Urquijo- no se trata de resucitar cosas viejas, sino de recuperar su espíritu».

En este orden de cosas estima que habría que respetar las peculiaridades provinciales, pero sin olvidar que estas provincias constituyen una realidad vascongada en la que habría de tenerse también en cuenta a Navarra. El señor Urquijo cree que habría que tender hacia algún organismo interprovincial que permitiera coordinar las decisiones de las distintas provincias, a fin de resolver los grandes problemas de clarificación.