Papel de los corresponsales en la guerra civil española
Ayer se presentó un estudio antólogico sobre el tema de José Mario Armero
Ayer se presentó en Madrid, en el Club Internacional de Prensa, el libro de José Mario Armero, España fue noticia. Corresponsales extranjeros en la guerra civil española, en el que, a lo largo de sus 440 páginas, se describe la labor de los informadores durante la contienda, la censura en las dos partes beligerantes, una antología de crónicas informativas, sistematizada por países, y las relaciones entre los periodistas extranjeros y las Brigadas Internacionales.En la presidencia del acto, además del autor se encontraban algunos de los antiguos corresponsales que viven en España: Irvin Pflaum, de la United Press, Segismundo Bakanowski, que cubrió la información para diversos diarios polacos; Claude Popelin, que lo hizo para cuatro periódico franceses; Alexander UhI, que fue jefe de la delegación de Asociated Press, y Roberto Deglané. Con ellos estaban también Jaume Miravitlles, que fue comisario de Propaganda del Gobierno de la Generalitat, y el editor José Mayá.
«Creo que en los campos de batalla españoles -declaró a EL PAIS, José Mario Armero- no sólo se planteaba algo esencial y, en definitiva, síntesis de todos los problemas europeos acumulados a lo largo del siglo XIX, sino que era el prólogo de otro enfrentamiento de mucha mayor envergadura, y a la vez su ensayo general.
Se ha dicho muchas veces que la guerra civil española fue un campo de experimentación de armamentos, pero creo también que fue un suceso importante en el gran montaje de la innovación periodística. La labor de los corresponsales tenía como principal objetivo producir un gran impacto en la conciencia de sus lectores. La guerra española era ejemplo ante el mundo, desde su punto de vista, del enfrentamiento entre la voluntad de aplicar unas fórmulas de gobierno democrático y popular, y una sublevación de carácter militar. Personalmente creo que la mala prensa que sufrió el régimen franquista durante cuarenta años surge de la guerra, y más concretamente de la poca atención que prestó desde el comienzo hacia ese gran poder que son los medios de información y comunicación.
Jaume Miravitlles asistía al acto en calidad de antiguo comisario de Propaganda de la Generalitat durante la guerra civil. Declaró a EL PAÍS que: «coincido con las tesis de Armero, expuestas en el libro. Nosotros dimos todas las facilidades a los informadores, incluso pienso que en ocasiones nos excedimos, y ello porque todos éramos profundamente demócratas y por tanto no aceptábamos la posibilidad de poner límites o trabas al trabajo de los periodistas. Incluso en ciertas ocasiones, algunos de los corresponsales nos recomendaban un mayor cuidado, puesto que a su juicio, se daban demasiadas ventajas a los periodistas de derechas, que las aprovecharían para facilitar información a la reacción.
Un libro, editado por Sedmay, en el que su autor, vinculado a la prensa por su condición de presidente de Europa Press, ha intentado reunir la labor de unos hombres que informaron hace cuarenta años de nuestro país.
Babelia
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