_
_
_
_

La situación política italiana y el "eurocomunismo", en el centro de los debates

Aunque no figura en el orden del día, la situación política en Italia y la eventual llegada al poder de los comunistas centrará el debate político de la sesión ministerial de los quince países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), cuyos trabajos se desarrollarán en la capital noruega de jueves a viernes de esta semana.Las relaciones Este-Oeste, la homologación de armamentos, la fecha y lugar del próximo encuentro ministerial y «otros puntos» que deseen plantear los países miembros, son los principales capítulos inscritos en el orden del día oficial. Sobre el tema de un futuro acercamiento de España a la OTAN, no se esperan grandes novedades. Estados Unidos, por vía de su secretario de Estado, Henry Kissinger, recordará probablemente a los «aliados» el papel estratégico que representa la península ibérica para la defensa de Occidente (ligada al sistema defensivo, de la OTAN gracias al acuerdo bilateral España-Estados Unidos) y expresará el deseo estadounidense de que España pueda incorporarse en un futuro próximo a la Alianza.

Siempre en relación con España, hay que destacar las declaraciones de ayer de Josep Luns, secretario general de la OTAN, pronunciadas en el curso de su tradicional conferencia de prensa de apertura. «Todos los países de la Alianza han acogido satisfactoriamente el nuevo acuerdo bilateral España-Estados Unidos. Las intenciones del Gobierno español son seguidas con interés y cierta simpatía, pero desearíamos ver convertirse en realidades los proyectos de democratización.»

Preguntado sobre si la OTAN había cambiado de opinión respecto a España, después de la muerte de Franco, Joseph Luns aludió a su entrevista con el ministro español de Asuntos Exteriores, José María de Areilza, el 17 de enero en Bruselas, precisando que se intercambiaron opiniones, pero que España no solicitó su entrada en la Alianza Atlántica. «Tengo la impresión de que Madrid desearía que la iniciativa venga por parte de la OTAN», concluyó Luns.

Knut Frydenlund, ministro noruego de Asuntos Exteriores, preguntado en el curso de una conferencia de prensa, fue menos optimista que el secretario general de la OTAN: «No creo que el tema España-OTAN se plantee en esta sesión, ya que no es el momento más apropiado. De todas formas -precisó el ministro noruego de Asuntos Exteriores- si el tema surgiese, mi país, en las actuales circunstancias, se opondría.» En la misma línea que Noruega estarían Dinamarca y Holanda, según medios diplomáticos dignos de crédito.

España, pues, está presente en la mente de los participantes al Consejo atlántico, aunque dan prioridad a otros problemas «mediterráneos», es decir, a la situación política italiana, que hace unos meses daban a Portugal.

Toda la atención de los observadores se centráen saber cuál será la actitud de la Alianza ,en caso de participación comunista en el futuro Gobierno italiano. Joseph Luns ha preferido ser prudente en su conferencia de prensa: «Es un tema que todos seguimos con interés pero tocará al Consejo definirse en caso de cumplirse tal eventualidad. Es sabido -añadió Luns con toda cautela- que la mayoría de países de la Alianza Atlántica prefieren no inmiscuirse en los, asuntos internos de otros países.»

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Se esperan con interés las opiniones de Henry Kissinger, de las que a juzgar por las realizadas en anteriores ocasiones, puede adivinarse el tono. Probablemente el bloque «nórdico» de los países de la OTAN, Dinamarca y, Noruega, al que podría sumarse Holanda, procurarán equilibrar la balanza de temores que originan en toda Europa y Estados Unidos las elecciones legislativas del 20 de junio en Italia.

Siempre en relación con el mare nostrum, Luns, respondiendo a una pregunta, excluyó toda posibilidad de intervención de la OTAN en el caso de Yugoslavia si este país, tras la desaparición de Tito, decidiera vincularse al Pacto de Varsovia, que agrupa -bajo la batuta de la URSS- a los países del Este europeo.

Las relaciones Este-Oeste, a la luz de los escasos resultados prácticos de la Conferencia de Seguridad y Cooperación Europea (CSCE), firmada en Helsinki a finales de julio de 1975 por 35 países del Este y del Oeste -entre los que figura España-, serán también objeto de debate en Oslo.

Las complejas negociaciones para una reducción mutua y equilibrada de fuerzas en Centroeuropa, que se desarrollan a nivel de expertos en Viena desde hace dos años, sin que se vislumbren resultados prácticos, será otro de los problemas «típicos» que se discutirán en el Consejo de la OTAN. Toda vez que existe el sentimiento -fundado en informes de los servicios secretos occidentales- de que las fuerzas militares de otro bando, es decir del Pacto de Varsovia, no dejan de aumentar, desequilibrando el principio de la distensión Este-Oeste.

La «guerra del bacalao», otro de los «platos típicos» de los últimos Consejos semestrales de la OTAN, que enfrenta a dos Estados miembros (Gran Bretaña e Islandia), volverá sobre el tapete ministerial. «Todos reconocemos la importancia estratégica de Islandia -que amenaza con abandonar la OTAN si no se resuelve su litigio de aguas de pesca con Gran Bretaña- y esperamos que en Oslo se relance la posibilidad de un acuerdo», declaró Luns.

Chipre, otro foco de tensiones entre «aliados» en la OTAN (Grecia y Turquía), pero enemigos fronterizos, será punto de discusión más que a nivel de OTAN, durante la entrevista del sábado por la mañana en Oslo entre los ministros de Asuntos Exteriores de Grecia y Turquía.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_