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Ciencia

Nuevos descubrimientos anticancerosos

La lucha científica contra el cáncer ocupa la actualidad nacional e internacional. Tras las declaraciones en Madrid del profesor soviético Chernov sobre la nueva droga anticancerosa soviética Prospidín, otra noticia, esta vez norteamericana señala que en Washington se han conseguido mejoras e incluso desapariciones de tumores con tratamientos basados en el calor. En este mismo orden de cosas, ha sido instalado en Valencia el primer bisturí de rayos láser que se aplica en España a la lucha anticancerosa.

La acción anticancerosa se presenta hoy en claro avance tanto en el campo de la quimioterapia -lucha basada en fármacos- como en el de la radioterapia lucha basada en radiaciones. El único terreno en el que no se dan muchos indicios de estar trabajando es en el de la psicoterapia, a pesar de existir investigaciones argentinas sobre la relación entre cáncer y depresión. Esta es la vía abierta por el psicoanalista Wilhem Reich.En el terreno de los fármacos, el soviético Chernov planteó el peligro de utilizar drogas antitumorales en dosis altas frente al peligro de toxicidad que planteaban. «La quimioterapia del cáncer avanza en la Unión Soviética -dijo- hacia la obtención de fármacos de amplia selectividad y baja toxicidad». Es así como se llegó al cloruro de prospidio (Prospidín) que, ensayado en treinta hospitales de la URSS, con 1.658 enfermos, ha logrado una regresión parcial o total de los tumores.

El fármaco ruso ha alcanzado sus más altas cotas de efectividad en el tratamiento del cáncer de laringe, papilomas de las vías respiratorias superiores, hemodermias, retinoblastomás, linfogranulomatosis y blastomas de la piel.

Una revista médica norteamericana acaba de publicar un informe donde se señala que el calor, viejo elemento terapéutico, ha demostrado también cierta eficacia contra el cáncer. El efecto se logró aplicando a tumores malignos radiaciones por corriente eléctrica, lo que produce un aumento de temperatura.

Al alcanzar los sesenta grados centígrados, las células mueren y los tejidos cancerosos disminuyen consiguientemente. El Calor se concentra tan solo en los tejidos enfermos por ser menor la presión sanguínea dentro del tumor que en el resto del cuerpo. Así se evita que el calor sea trasmitido por la sangre provocando daño a otros tejidos sanos.

Veintiún pacientes a los que se ha aplicado este procedimiento terapéutico en Nueva York han conseguido resultados positivos e incluso alguno de ellos obtuvo la desaparición completa del tumor.

La nueva técnica térmica experimentada en Norteámerica tiene además la ventaja de que estimula los mecanismos de defensa del cuerpo humano. Esto es debido a que las protenas de las células muertas crean un antídoto que la sangre distribuye por todo el cuerpo.

En el mismo terreno de la terapéutica de radiaciones, ha sido instalado en la ciudad sanitaria do la Seguridad Social La Fe, de Valencia, el primer bisturí de rayo láser.

El rayo láser es un haz de luz concentrada. Se produce cuando se consigue un emisor o manantial luminoso que emite destellos muy intensos de luz coherente. Entre otras aplicaciones han de tenerse en cuenta sus consecuencias en el campo de la medicina y la biología.

En el caso del aparato instalado en Valencia, el rayo láser permite tratar un tumor sin contacto físico alguno con el paciente. Se evitan así los riesgos de infección.

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