Diez mil gallegos piden la implantación de su idioma en la región

Casi diez mil firmas acompañan los diversos escritos distribuidos en las cuatro provincias con motivo del Dia das letras galegas, en los que se pide la implantación de la lengua vernácula en todos los centros de enseñanza; que se utilice el gallego al menos en un 50 por 100 de los textos publicados por diarios y revistas y en horas de gran audiencia en la radio y la televisión regional; que ayuntamientos, entidades y organismos empleen esta lengua como oficial y que los obispos galleguicen la liturgia.La de este año ha sido, sin duda, la jornada más densa en la conmemoración del aniversario de la publicación de los Cantares gallegos, de Rosalía de Castro. Oportunidad en la que, como había anticipado EL PAIS, se ha advertido el distanciamiento existente entre muchas asociaciones culturales -generalmente controladas por nacionalistas- y la Real Academia Gallega, a la que acusan de antipopular en un escrito que suscriben casi cuatro centenares de pontevedreses. «La actitud antigallega de la oposición -escriben en la lengua de Curros Enríquez- llega al extremo de no utilizar el gallego como idioma oficial» y señalan también que «su labor en torno de nuestra cultura colonizada, en estos momentos histórico -críticos y decisivos, no es esclarecedora ni divulgadora».

En tanto la Academia recordaba a Ramón Cabanillas, en su tierra natal de Cambados (Pontevedra), ante un auditorio de dos centenares de personas, miles de gallegos participaban en otras actividades, no sóle recordando la figura del gran poeta, sino también pidiendo la normalización del idioma gallego e incluso celebrando el sesenta aniversario de las Irmandades de fala, que hicieron una gran labor en la difusión del idioma.

Alonso Montero, profesor de instituto y autor de diversos escritos pesimistas sobre el futuro de la lengua, pronunció en la Universidad compostelana la conferencia más contestada, en torno a el problema linguístico de Galicia y el bilinguismo.

Entre los actos importantes programados, solamente uno fue prohibido en el Día das letras galegas: el organizado por la Asociación Cultural de Vigo, mesa redonda con la participación del presidente de la entidad, un obrero y una profesora, que iban a hablar de la normalización del idioma. Prohibido el acto por la autoridad gubernativa, la Asociación ha hecho pública una nota en la que critica la política imperante en lo que se refiere a la cultura gallega, que solamente admite evasiones folklóricas o de lacón con grelos.

Docenas de puestos de venta de libros en gallego se han establecido en diversas ciudades dé las cuatro provincias.

Con carácter general, en los medios culturales y políticos gallegos se considera que la celebración de esta jornada, en 1976, ha supuesto un importante paso adelante en el camino de la normalización de la lengua, según el Colegio de Doctores y Licenciados de La Coruña, la primera que conocen el 80 por 100 de los gallegos.