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Reportaje:

Alicante: dificultades al homenaje a Miguel Hernández

Se cumplen treinta y cuatro años de su muerte

En la enfermería me entregaron la siguiente nota: «Relación de los efectos propiedad del fallecido hoy, a las 5,30 horas, Miguel Hernández Guilabert un mono, dos camisetas, un jersey, una camisa, un calzoncillo, una correa, dos fundas de almohada, una toalla, una servilleta, dos pañuelos, un par de calcetines, una manta, una cazuela, un bote. Pase a desinfección y desde allí a almacenes de administración. Alicante 28 de marzo de 1942. Firmado, el oficial E.L. Sanz». Así finalizaba la vida del poeta, en la cárcel de Alicante, afectado de fiebres tifoideas, posteriormente transformadas en tuberculosis.Treinta y cuatro años después se ha preparado un gran homenaje a su persona, no como testimonio de dolor por una muerte, sino como manifestación popular y festiva de su mensaje vital, de su poesía aún vigente. Toda la provincia de Alicante, en una zona amplia, círculo Geográfica que podemos medir con un radio de 80 kilómetros, va a participar. A este círculo de libertad festiva, a esta zona de cultura popular, acudirán todos los pueblos de España. Del 17 al 27 de mayo, Novelda, Torrevieja, Orihuela, Sax, Villena, Elche, Alicante., Altea, Jijoria, Petrel, San Vicente del Raspeig, Redován y EIda, poblaciones de la vega baja del Segura, cuenca del Vinálopo y costa alicantina, serán los artífices de esta fiesta cultural.

La iniciativa de Orihuela y Alicante se ha extendido por toda la piel de toro. Más de 300 adhesiones nacionales han llegado a Radio Popular de Alicante.

La programación supera todo límite de homenaje académico. Doce grupos de teatro, un cuadro flamenco, quince cantantes, seis poetas, grupos de danza, una larga lista de pintores y exposiciones fotográficas son una parte. Diez conferenciantes hablarán en este círculo de libertad sobre Miguel Hernández, mayoral (Félix Grande) El regreso de Miguel (Enrique Cerdán Tato) o Palabras para un homenaje (Carlos Álvarez). Un centenar de actos culturales recorrerán el camino que Miguel Hernández anduvo los últimos años de su vida.

El pasado fin de semana empezó la fiesta. El primer acto consistió en ofrecerse los pintores a decorar los muros de las casas del barrio de San Isidro, zona donde Orihuela pierde el nombre, habitada por emigrantes, marginados y clases populares. A la entrada del barrio, la feria marca el fondo auditivo. Las canciones de Manolo Escobar, los altavoces de la rifa, la campana del tren oscuro, dan el tono adecuado. Las calles de pura piedra y casas blanqueadas de ladrillo, ofrecen el paseo de los verbeneros. Una pequeña plaza de polvo y hierba en la pendiente, con su tablado para la música y luces en forma de arco. Allí sería el encuentro de los pintores, los intelectuales e inquietos con los vecinos de las casas el domingo por la tarde.

Dificultades

El sábado tarde y domingo fueron días de tiras y aflojas. Miguel Hernández no puede ser homenajeado popularmente, parece ser. Orihuela, isla artística y conventual, con más de 36 iglesias, no se atreve a dar vía libre. El Gobierno Civil de Alicante dice que los murales son competencia exclusiva de la corporación por la Ley del Suelo y reglamento de servicios de las corporaciones locales de 17 de Junio de 1955. El contenido no es de su incumbencia. Información y Turismo es quien debe opinar. Esta delegación no opina porque no lo estima necesario. Por otro lado, el Gobierno Civil, a existir autorización municipal para realizar actos en la glorieta Gabriel Miró, de llega el permiso de los actos allí programados.Los murales se hicieron después de presiones de la policía municipal sobre los vecinos, y contrapresiones de los pintores y organizadores sobre ambos. El sábado por la noche eran visitados los que cedían sus muros por los municipal es amedrentándoles en sus sueños artísticos. El domingo por la mañana existían recelos, temores, sin embargo, todo siguió transcurriendo como estaba programado. Hubo vecino que en un principio no quiso ninguna pintura, y por la tarde asomaba satisfecho por el muro del corral, por encima de las plumas de la gran paloma blanca que ocupaba su fachada. Las otras tres paredes de la casa las estaban acabando a marchas forzadas.

Por la tarde se montó una merienda convivencia en una plaza improvisada del barrio. El pintor les decía: «Lo que dejarnos los artistas es patrimonio del pueblo de ahora en adelante». «¿Y qué es patrimonio preguntó el vecino?». «Pues que va a ser vuestro, que nadie os lo quede quitar». Así transcurrió la merienda sirviendo el arte en bandeja popular. Aparecen los motoristas de la policía municipal enviados desde el Ayuntamiento, porque les han dicho que se ha reunido un grupo numeroso de gente en el barrio. Se les explicó lo que, allí había, la música que se estaba esperando y los bocadillos que se habían repartido. Que cuando uno pinta el Guernica o un a composición de color, tiene derecho a explicar al, dueño de la casa el sentido, su significado.

A la búsqueda de un local la comisión organizadora, sobre todo la local, no tiene facilidades". Esto le animó a dirigirse a la Prensa alicantina denunciando las dificultades para utilizar las calles y plazas del pueblo sin despotismos ilustrados, salvando el burocratismo y cerrazon, aún vigentes. El homenaje, manifestaban a EL PAÍS, es una alternativa cultural que hay que presentar al pueblo necesariamente contra cualquier cultura de salón. «Miguel representa la cultura de! pueblo. Si hay élites que no quieren participar, lo sentimos».

Entre los verbeneros se encuentra Luis Fábregat Tarrés, comerciante de Orihuela, amigo de Miguel Hernández, Fue uno de los que sacaron a hombros su féretro desde la cárcel de Alicante al cementerio de esta ciudad, donde se encuentra.

Nuevos datos

«Era el ser más íntegro, puro y noble que se puede imaginar. Todo entrega. Siempre dándose a los demás». Su evocación llega a expresar sentimientos muy hondos, pero le pedimos datos históricos. «Miguel se fue dos veces a Madrid. En la primera no encontró trabajo para abrirse camino. En la segunda, tuvo más suerte mediante un trabajo el Espasa Calpe que le buscó José María de Cossío. De esta forma entró en el mundo de la cultura». ¿Qué me puede contar de su encarcelamiento en Madrid, cuando la Policía portuguesa lo devuelve a España? «Contra lo que algunos dicen, se refugió en la embajada de Chile, pero salió de ella porque a veces desde fuera, por la ventana, le llegaban tiros. Las pruebas de que estuvo allí son la carta que el secretario le manda a Miguel cuando fue detenido en Orihuela, por segunda vez. Fui yo mismo quien se la entregué y le decía que había obrado mal abandonando la embajada, ya que desde París tenía órdenes, posiblemente de Pablo Neruda, de que si podía conseguir salida para alguien él fuese el primero».Luis Fábregat lleva en la mano un libro de Austral, editado en 1952, bajo el título de «Obra escogida» y que no ha vuelto a ser reeditado. ¿Por qué es tan discutida la biografía de este poeta? «A Miguel lo quieren llevar a un terreno en el que sólo permaneció en su adolescencia. Fue desprendiéndose de una serie de creencias después, y esto no es aceptado todavía». Contaba que la editorial Losada de Buenos Aires hacía veinte días que le había mandado la «Obra completa» de Miguel Hernández indicando en la factura a efectos administrativos: «Historia de la Filosofía».

Homenaje a un muerto

¿Cómo siente este homenaje? «Este es un homenaje a un muerto que no ha muerto con una humanidad tan grande y una hondura que no tiene comparación en otro poeta español. Ya es hora de desamordazarlo. Son muchos años en que se la ha vetado, se le ha prohibido».Nuestra conversación acaba con el recuento de todos los familiares del poeta. Unos en Elche y Orihuela, corno su mujer Josefina Manresa y su hijo, como sus hijo como sus hermanos Vicente y Encarnación otros en Madrid.

El silencio, que ha velado sobre este poeta va a transformarse en fiesta y grito popular durante diez días de mayo. Así se expresa la coordinadora del País Valenciano.

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