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Feria de San Isidro

Las protestas no ahogaron los bostezos

Los aficionados que ayer se dieron cita en la plaza de Las Ventas no dejaron de bostezar durante el transcurso del festejo. Se protestó airadamente el juego que los toros dieron. Ni en las galerías interiores ni en los tendidos hubo ambiente de fiesta.Porque desde el primero al sexto de la tarde, los aficionados no dejaron de bostezar. Con «Macareno», primer toro de la corrida, comenzaron: «¡Vaya buey! Tiene menos fuerza que una "gaseosa" y frases similares se podían oír de la concurrencia. Público escaso, por otra parte. Los tendidos tres, cinco y seis aparecían medio vacíos. Los espectadores decidieron, pues, bajar a localidades más cercanas al coso. Salvo aquel personaje que, con unas cuantas copas de más, vio frenada su carrera hacia el tendido bajo por una fila de asientos. Decidió entonces recostarse en una de ellas y presenciar el festejo tranquilamente.

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La corrida de esta tarde
El cuarto no era burriciego
Un espectador llamado Dámaso González

Con el cuarto llegó el escándalo. Se pidió al presidente que se cambiara por el sobrero. Pero ante la negativa de la autoridad, el público comenzó a agitar pañuelos y lanzar al aire una serie de frases en señal de protesta. «Si ese toro parece -decía una señora- una vaca pastando en el medio de la plaza.» « Golfos que sois todos unos golfos», gritaba alguien encaramado en la barandilla de andanada. «Ha habido sobre, estafadores», y similares completaron el abanico de piropos dedicados a la presidencia.

En la plaza sólo disimulaban los bostezos aquellos espectadores que ocupaban la barrera. La postura de los brazos ayuda mucho a ahogarlos. En la andanada, sin embargo, sólo se oyó chillar a partir del cuarto toro a un aficionado de voz ronca. En el tercio de banderillas se intentaron poner cuatro pares. El primer subalterno de Antonio José Galán, que había sido cogido por «Naranjero» al resbalar y caer en tierra, puso una sola bandenilla. El público, no obstante, aplaudió su buena voluntad. Pero su compañero falló el par. Los asistentes guardaron un expresivo silencio. Oportunidad que aprovechó el taurino de andanada para montar un silogismo: "Si cuando coloca solo una banderilla, aplaudis ahora habrá que aplaudir el doble. Ha tirado las dos!.»

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