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Jenni Hermoso, sobre el beso de Rubiales: “Denuncié porque era lo correcto y por lo que han sufrido muchísimas mujeres”

El documental ‘#SeAcabó: Diario de las campeonas’, que Netflix estrena el 1 de noviembre, muestra por qué muchas renunciaron a la selección, las presiones que sufrió Hermoso desde la RFEF y cómo se rompió el vestuario en la crisis de las 15

Desde la izquierda, Jenni Hermoso, Alexia Putellas e Irene Paredes, en la casa de la primera en una escena del documental ‘#SeAcabó: Diario de las campeonas’.Vídeo: Netflix
Diego Fonseca Rodríguez

“Yo, como futbolista, no recuerdo vivir unos días así”. La primera frase del documental #SeAcabó: Diario de las campeonas la pronuncia la futbolista Jenni Hermoso en referencia a los días posteriores al beso inapropiado que recibió de Luis Rubiales, entonces presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), en Sídney el 20 de agosto de 2023 unos minutos después de que la selección se proclamara campeona del mundo por primera vez en la historia. El dirigente ya antes se había tocado soezmente los genitales en el palco del estadio, donde representaba a España —la federación es un organismo privado que ejerce una función pública por delegación— y estaba acompañado de la reina Letizia y la infanta Sofía. En la tercera declaración de la película, que se estrena en Netflix el 1 de noviembre, Aitana Bonmatí, la mejor futbolista del mundo, dice: “No apostaban por nosotras ni les importábamos”. La cuarta es de Irene Paredes, la capitana: “En todo momento se han creído que somos sus niñas, sus niñas que juegan al fútbol para divertirse”.

#SeAcabó..., de la productora You First Originals, es el documental en el que por primera vez muchas de ellas cuentan su lucha contra el desprecio que les profesaba la federación, un trato discriminatorio —en recursos profesionales, preparación y dinero— que llevó a que muchas renunciaran a jugar con España un Mundial, el torneo en el que cualquiera que patee un balón sueña estar. También las presiones que sufrieron Hermoso y su entorno de Rubiales y sus adláteres para que ella dijese que el beso había sido consentido, o cómo el vestuario se rompió durante la llamada crisis de las 15, cuando 15 jugadoras rechazaron en septiembre de 2022 vestir la camiseta de la Roja para protestar contra la metodología del que era el entrenador, Jorge Vilda. Aunque en ese grupo no estaban las tres capitanas, Alexia Putellas, Jenni Hermoso e Irene Paredes, ellas también apoyaron el plante.

Para comprender todo el camino recorrido por las deportistas hay que saber de dónde vienen y mirar muy hacia atrás, a la larga noche de piedra que vivieron durante décadas por culpa de la RFEF, que primero se negó a acoger en su seno el fútbol femenino, después lo hizo en 1980 de una manera tan sui géneris que puso al frente de la selección a un hombre —Teodoro Nieto— que no había visto en su vida un partido de mujeres y más tarde lo sustituyó por Ignacio Quereda, otro advenedizo que se mantuvo en el cargo durante casi tres décadas mientras trataba sin respeto a las jugadoras y diseñaba planificaciones ridículas que estaban a años luz de distancia de lo que hacían los equipos profesionales de la época.

Aunque la película, en la que Vilda y Rubiales rechazaron participar, resume la rebelión de las futbolistas contra Quereda tras caer en la fase de grupos del Mundial 2015 —el primero al que fue España—, se centra sobre todo en los dos últimos años del exseleccionador, un hombre que llegó al banquillo tras firmar varios éxitos en las inferiores de la Roja después de haber entrado en la federación gracias a su padre, Ángel, que también había sido entrenador en las categorías formativas. El expresidente de la federación Ángel María Villar lo colocó en el puesto hace nueve años pese a que no tenía experiencia en la élite, y Rubiales, hasta su caída, siempre lo refrendó.

Vilda se mantuvo en el cargo durante casi ocho años sin ganar ni una sola eliminatoria hasta que la selección al fin superó a Suiza en los octavos del Mundial 2023 y acabó por levantar la Copa del Mundo. Antes de ese título, su personalidad controladora, con visitas incómodas a las habitaciones de las jugadoras cuando ya estaban metidas en la cama, o sus escasos recursos tácticos habían exasperado a un grupo de futbolistas, las que ya estaban en la superélite. “Era bastante habitual del seleccionador no tener soluciones”, dice Paredes en un momento del documental.

Irene Paredes, en una escena del documental ‘#SeAcabó: Diario de las campeonas’.
Irene Paredes, en una escena del documental ‘#SeAcabó: Diario de las campeonas’.

La situación explotó después de que la selección cayera contra Inglaterra en los cuartos de la Eurocopa 2022. Tras hablar con Vilda y el resto de pesos pesados del vestuario, la capitana cuenta que le envió un mensaje a Rubiales para trasladarle una serie de mejoras que se debían hacer para rendir más, pero este filtró a la prensa que ellas pedían la destitución del técnico —todas lo niegan— y que no lo iba a consentir. Algunos medios las tildaron de “niñatas” y Marca, uno de los dos principales diarios deportivos del país, tituló al día siguiente su portada: “El chantaje es inaceptable”.

En ese clima tóxico, el vestuario se rompió en una reunión tensísima con el seleccionador en la que la mayoría le dijo a Vilda que ya no confiaba en el cuerpo técnico, mientras un pequeño grupo no se atrevió a hablar o lo hizo para mostrar su conformidad. Unos días después llegó la renuncia de las 15, en las que no había ni una sola futbolista del Real Madrid. La crisis se empezó a subsanar en enero del año siguiente, cuando Putellas se reunió con Rubiales en Madrid para buscar mejoras de cara al Mundial —como el plan de conciliación para que muchas familias viajaran a Australia y Nueva Zelanda— que permitiera a las futbolistas volver a mostrarse convocables.

En mayo, ocho de ellas lo hicieron, pero Vilda se vengó y llamó solo a Bonmatí, Ona Batlle y Mariona. Dejó fuera, por ejemplo, a Sandra Paños, entonces portera titular del Barcelona, campeón ese curso de Liga, Champions y Supercopa. Otras siete, entre las que estaba la guardameta Lola Gallardo, decidieron que los cambios no eran suficientes para ir a la Copa del Mundo: “Llevas toda tu vida en la selección soñando con ese momento y estás en tu casa. No por decisión tuya, sino porque estás defendiendo algo en lo que crees y ya, así de fácil. Es una putada”.

Jenni Hermoso se abraza con Salma Paralluelo tras ganar el Mundial en Sídney en agosto de 2023.
Jenni Hermoso se abraza con Salma Paralluelo tras ganar el Mundial en Sídney en agosto de 2023.

A pesar de las grandes ausencias, España conquistó el Mundial con la mejor generación de futbolistas de su historia. El beso ensució el título e hizo que Hermoso viviera bajo una enorme presión los peores días de su vida como futbolista —el juicio por agresión sexual y coacciones se celebrará en febrero—, pero la respuesta de sus compañeras y el rechazo social, político y deportivo hacia Rubiales y Vilda terminaron con ellos bajo el lema #SeAcabó que acuñó Putellas y que consiguió reventar a una federación investigada por corrupción y anquilosada por el machismo y el trato discriminatoria hacia ellas.

Hermoso se atrevió a denunciar frente a las voces que ponían en cuestión la seriedad del asunto. En una escena grabada en su cocina, con sus amigas Alexia e Irene, explica por qué: “Que todo nuestro equipo y que todas las jugadoras del mundo se involucraran de esta manera a mí me hizo tener mucha fuerza para todo. Me dio como un superpoder para afrontarlo y para seguir. A raíz de esto se ha creado un precedente y hay muchísimas mujeres que han sentido muchísima fuerza. Porque la frase de ‘lo que hemos hecho toda la vida’... [pues] ya no se hace como toda la vida. Por eso hay mucha gente que está muy rabiosa. ¿Por qué hice eso? Era lo correcto, lo que se tenía que hacer para que todas las demás circunstancias que han sufrido muchísimas mujeres no llegaran a algo mucho más serio”.

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Sobre la firma

Diego Fonseca Rodríguez
Es redactor en la sección de Deportes de EL PAÍS, en donde ha estado en otras secciones. Antes trabajó en Efe, Cadena SER, ABC y Faro de Vigo. Es licenciado en Periodismo por la USC, Máster en Periodismo Multimedia por la Universidad Complutense y Máster de Periodismo EL PAÍS. En 2021 obtuvo el Premio Lilí Álvarez de Periodismo.
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