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Estos son los equipos clasificados para el Mundial Rusia 2018

Las 32 selecciones clasificadas para Rusia ya conocen su distribución en los bombos para el sorteo del próximo 1 de diciembre en Moscú

El balón del Mundial y la Copa en juego sobre el césped del estadio Luzhniki en Moscú, escenario de la final.
El balón del Mundial y la Copa en juego sobre el césped del estadio Luzhniki en Moscú, escenario de la final.ARSEN GALSTYAN (EFE)

Dos debutantes, varios regresos, ilustrísimas ausentes y cuatro favoritos en todas las apuestas (Alemania, España, Brasil y Francia) anuncian el próximo Mundial que se celebrará en once ciudades rusas a partir del 14 de junio del próximo año, una cita que tendrá su prólogo en el sorteo que se celebrará el próximo 1 de diciembre en el Kremlin moscovita. Las 32 selecciones ya conocen su división en los cuatro bombos que decantarán ocho grupos de cuatro equipos y la ruta hacia la final del 15 de julio en Moscú.

Para el sorteo, las selecciones se han distribuido en bombos numerados del 1 al 4 siguiendo criterios deportivos (ranking FIFA), ocho en cada uno. Los primeros siete mejores equipos, y Rusia (país organizador), aparecen en el bombo número 1. España ha quedado en el bombo 2. En el sorteo, los ocho grupos del Mundial se formarán con una selección de cada bombo, con el criterio de que no podrán coincidir equipos de la misma confederación en el mismo grupo, salvo en el caso de los europeos: podrá haber dos selecciones de la UEFA en el mismo grupo.

Bombo 1: Rusia, Alemania, Brasil, Portugal, Argentina, Bélgica, Polonia y Francia.

Bombo 2: España, Perú, Suiza, Inglaterra, Colombia, México, Uruguay y Croacia.

Bombo 3: Dinamarca, Islandia, Costa Rica, Suecia, Túnez, Egipto, Senegal e Irán.

Bombo 4: Serbia, Nigeria, Australia, Japón, Marruecos, Panamá, Corea del Sur, Arabia Saudí.

EQUIPOS CLASIFICADOS PARA EL MUNDIAL DE RUSIA
ÁfricaAsia
EgiptoEgiptoAustraliaAustralia
MarruecosMarruecosArabia SaudiArabia Saudí
NigeriaNigeriaIránIrán
NigeriaSenegalJapónJapón
TúnezTúnezJapónCorea del Sur
Europa
AlemaniaAlemaniaBélgicaBélgica
CroaciaCroaciaDinamarcaDinamarca
EspañaEspañaFranciaFrancia
PoloniaInglaterraIslandiaIslandia
PoloniaPoloniaPortugalPortugal
RusiaRusiaSerbiaSerbia
SueciaSueciaSuizaSuiza
SudaméricaCentroamérica y Caribe
ArgentinaArgentinaCosta RicaCosta Rica
BrasilBrasilMéxicoMéxico
ColombiaColombiaPanamáPanamá
PerúPerú  
UruguayUruguay  

Bombo 1

Alemania. Sumó un pleno de diez victorias en diez partidos para llegar a Rusia, pero es que no pierde un partido de clasificación para un Mundial desde 2001. No cae desde que Francia le superó en la semifinal de la última Eurocopa y el último verano hizo una demostración de poder al ganar la Copa Confederaciones con un plantel alternativo. El reto para Joachim Löw será gestionar y encontrar la mezcla entre el equipo campeón hace cuatro años en Brasil y la nueva generación que llega.

Brasil. Es la única selección que ha disputado todos los mundiales, pero en el verano de 2016 tras seis jornadas disputadas era sexta y no estaba ni en puesto de repesca. Llegó entonces a la dirección técnica Tite para reemplazar a Dunga, ganaron nueve partidos seguidos y fueron los primeros en sacar el billete para Rusia. Tiene consolidado un once tipo y puede elegir entre ilustres relevos porque Ederson, Daviz Luiz, Thiago Silva, Filipe, Wilian o Firmino no están en él.

Portugal. Cayó en el primer partido de su grupo en Suiza, en plena resaca por el título de la Eurocopa y sin Cristiano Ronaldo, y necesitó ganar los nueve restantes para asegurarse la clasificación. El delantero madridista resultó decisivo porque logró 15 goles en nueve partidos y dispone del apoyo de André Silva para no tener que anclarse en punta.

Argentina. Logró el pase tras grandes padecimientos y ganar apenas 7 partidos de 18. Por el camino contó con tres entrenadores (Martino, Bauza y Sampaoli) y con 44 futbolistas que disputaron al menos un minuto en esas citas. Trece más estuvieron convocados y no fueron empleados. Solo Romero y Di María participaron en todos, Messi por sanción o lesión se perdió ocho, nunca dejó de ser decisivo y ofreció señales de jugar muchas veces sin compañía a su altura.

Bélgica. Roberto Martínez llegó a los mandos tras la Eurocopa y en su debut sufrió un baño en Bruselas ante España. Luego se asentó para sumar nueve partidos y un empate en un grupo accesible y con Lukaku marcando diferencias con once tantos en ocho partidos. Dependerá en Rusia del nivel que ofrezcan De Bruyne y Hazard, un flamenco y un valón.

Polonia. Pasó los noventa en blanco, sacó la cabeza con el cambio de siglo y ahora vuelve a apuntar alto con futbolistas acostumbrados a jugar al máximo nivel como Szczesny, Glik, Pisczeck, Milik, Blaszczykowski y, sobre todo, Lewandowski, el máximo goleador de la fase de grupos europea con 16 tantos, más de la mitad de los de su equipo. Con todo es un equipo vulnerable atrás, solo acabó con su meta a cero en dos de los diez encuentros que disputó para llegar a Rusia.

Hirving Lozano, de México, controla la pelota ante el belga Meunier.
Hirving Lozano, de México, controla la pelota ante el belga Meunier.STEPHANIE LECOCQ (EFE)

Francia. Complicó su clasificación con una surrealista derrota en Suecia y un empate en Toulouse ante Luxemburgo, pero pudo rectificar a lomos de su inmenso potencial. La progesión de Varane y Umtiti apuntala la zaga y a partir de ahí Deschamps tiene donde elegir por más que ignore a Benzema y siga en la búsqueda de un nueve que se asiente en la selección. Aúna físico y seda aunque en el centro del campo adolece de pausa. Quizás no la precise.

Rusia. No son los mejores tiempos para la anfitriona, huérfana de la clase que atesoraron antes tantas generaciones de futbolistas soviéticos o incluso la que con Karpin y Mostovoi a la cabeza defendieron al nuevo estado surgido tras la caída del Muro. Presentará un equipo esforzado y entusiasta con pinceladas de calidad de Dzagoev en la mediapunta y Smolov en la delantera.

Bombo 2

España. 2017 ha servido para completar sin derrotas una transición que se intúa complicada y que empieza a ser dulce. El grupo de clasificación se resolvió con 36 goles a favor y apenas 3 en contra, nueve victorias y un empate en Turín ante Italia y la consolidación de nuevas piezas y un  seleccionador, con Isco como abanderado de una nueva ola que mezcla con los campeones del mundo que perviven. El debate sobre el delantero se diluye porque aunque nadie se consolide si da la impresión de que el técnico tiene opciones diferentes para elegir, incluso la de jugar sin nueve.

Perú. No cataba un Mundial desde 1982, ocho ausencias que han sido un mundo para un país apasionado por el fútbol que se había quedado con la miel en los labios en 1998 cuando protagonizaron una remontada que al final no pudieron culminar. En esta ocasión llegaron a tiempo para acceder a la repesca y aprovechar la buena ola de las dos últimas Copa América en las que acabó tercera y quinta con el argentino Ricardo Gareca al frente. Su potencial está en ataque con los expertos Farfán y Guerrero y el talento de Cueva y Carrillo tras ellos.

Suiza. Lamentó haberse quedado sin una plaza directa tras ganar sus nueve primeros partidos y caer en el último en Lisboa, pero ni en ese duelo decisivo ante Portugal ni contra Irlanda del Norte en la repesca dejó buenas sensaciones. Seférovic se consolida como referencia atacante, pero no realizadora y tanto Shaqiri como Xhaka parecen haber llegado a su tope.

Inglaterra. Sam Allardyce dirigió el primer partido con una importante victoria sobre la bocina en Eslovaquia, pero su forzada dimisión abrió paso a Gareth Southgate, que pilotó un equipo sobrio que apenas cedió tres goles (dos de ellos en su empate en Escocia) y que sacó adelante una clasificación sin brillo. Se trata de un grupo de futbolistas joven en el que sus referencias (Kane, Stones, Alli, Rashford, Dier) no llegan a los 25 años y con el reto de estar a la altura del pasado exigible a los inventores del fútbol y del futuro de una base que empieza a cosechar triunfos.

Colombia. Irregular, fue de más a menos mientras recuperaba la mejor versión de algunas de sus mejores piezas. Falcao ha vuelto y el equipo expone experiencia con él, James, Cuadrado, "La Roca" Sánchez o Abel Aguilar, que asumirán el desafío de mostrar en Rusia que su punto de madurez no estaba hace cuatro años. Para la zaga llegan jóvenes como Yerry Mina o Davinson Sánchez.

México. Tratará de superar su tope en los seis últimos mundiales, los octavos de final, con un equipo en el que cabe la experiencia de Guardado, Chicharito, los hermanos Dos Santos, Ochoa o Vela, incluso la de Rafa Márquez, y arriban sensaciones como Hirving Lozano. El técnico Juan Carlos Osorio ha logrado completar el ciclo, tarea nada sencilla en un entorno volcánico que no le perdonó caer en la Copa Confederaciones 7-0 ante Chile a pesar de haberse mantenido invicto en los diez partidos anteriores. Pero la clasificación fue impoluta, con victorias en Estados Unidos u Honduras, terrenos nada propicios históricamente.

El senegalés Niang se lleva la pelota en un partido contra Sudáfrica.
El senegalés Niang se lleva la pelota en un partido contra Sudáfrica.SIPHIWE SIBEKO (REUTERS)

Uruguay. Los charrúas dieron un paso adelante. Habían disputado las cuatro últimas repescas y en esta ocasión lograron el billete sin pasar por ese trance, con Cavani como máximo goleador de la eliminatoria sudaméricana con diez dianas. Suárez no disputó por sanción las cuatro primeras jornadas, pero en ellas el equipo sumó nueve puntos y encarriló el pase. Mostró ya entonces con sendas goleadas a Colombia y Chile la inaccesibilidad del feudo del Centenario, donde no pudieron marcarle siete de sus nueve rivales.

Croacia. El seleccionador Ante Cacic fue destituido antes del último partido de la fase de grupos tras un empate contra Finlandia que puso en peligro incluso el acceso a la repesca. Ahí, ya con Zlatko Dalic al mando, superaron de forma solvente a Grecia. Sufrieron de más los croatas, victimas de balcánicos vaivenes, impredecibles. Se trata de un equipo hecho, con continuidad y que sabe que está ante su momento.

Bombo 3

Dinamarca. El equipo fue a más tras una derrota contra Montenegro que le dejó contra las cuerdas. Pero en los siete partidos restantes sumó cinco triunfos y dos empates, goleó a Polonia se desquitó ante los balcánicos y pasó como un avión en el duelo final de la repesca contra Irlanda con Eriksen, el centrocampista del Tottenham, como guía del equipo y autor de once goles, incluído un hat-trick final en Dublín.

Islandia. Logró darle continuidad a su epopeya de la Eurocopa para convertirse en el país menos poblado capaz de debutar en un Mundial. Lo hizo tras dominar un grupo en el que dejó atrás a Croacia, Ucrania y Turquía en base a su fútbol directo, de brega y segunda jugada y las pinceladas del excelente Sigurdsson. Fue constante y afortunada en momentos clave como los triunfos en el descuento ante croatas y finlandeses en Reikiavik, donde nadie puntuó.

Costa Rica. No sufrieron tanto como en anteriores procesos clasificatorios de manera que pudieron permitirse no ganar sus tres últimos partidos. Antes habían logrado incluso el hito de derrotar a Estados Unidos en los dos partidos del hexágonal final. Con Óscar Ramírez al frente han matizado su juego respecto al pasado Mundial para dejar atrás el perfil defensivo que exhibieron en ese campeonato.

Suecia. Dio el bombazo al eliminar a Italia y aún así entra en el Mundial sin mostrar grandes virtudes. Berg y Toivonen le dan esfuerzo en la delantera, pero es inevitable añorar a Ibrahimovic, sobre el que se especula sobre un regreso. Comienzan a dejarse ver los campeones europeos sub-21 de hace dos años (Lindelöf, Augustinsson, Guidetti o Kiese Thelin), pero el mayor talento, casi el único sin Ibra, lo atesora Forsberg, el centrocampista del Leipzig.

Túnez. Tuvo la fortuna de caer en el grupo final más accesible de la clasificación africana y lo resolvieron sin derrotas. Se trata de un combo con buen trato de balón, pero con mayoría de futbolistas sin experiencia en ligas europeas. Regresan a un Mundial tras perderse los dos últimos.

Egipto. Han pasado 28 años desde la última clasificación egipcia para un Mundial. En ese tiempo alzaron cuatro Copas de África, pero penaron cada vez que intentó repetir sus experiencias en Italia (solo jugó los mundiales de 1934 y 1990). Un desempate perdido ante Argelia les dejó sin el billete a Sudáfrica hace ocho años y cayeron entonces en un agujero. Llamaron a Héctor Cúper y les llevó a un subcampeonato continental y ahora a Rusia, donde se aguarda que el mítico meta El Hadary se convierta con 45 años en el jugador más veterano en disputar un Mundial.

El serbio Milinkovic-Savic dispara a puerta en un partido contra Corea del Sur.
El serbio Milinkovic-Savic dispara a puerta en un partido contra Corea del Sur.STR (AFP)

Senegal. Su primer y único Mundial había sido el de Corea y Japón, donde se exhibieron hasta caer en la prórroga de los cuartos de final contra Turquía. En 2009 se quedaron fuera del Mundial eliminados por sus vecinos gambianos antes de la última fase de grupos. Tocaron fondo y se levantaron con un equipo físico y vertical con futbolistas con bagaje en grandes ligas y en el que sobresalen Sadio Mané, delantero del Liverpool, y Kalidou Koulibaly, central del Nápoles.

Irán. Carlos Queiroz cumplirá en abril siete años al frente de la selección persa, a la que ya clasificó para el anterior Mundial y a la que ha dado una vuelta de tuerca gracias a la aportación del delantero Sardar Azmoun, la estrella del Rostov ruso, que le da un nuevo matiz a un combinado que ya en Brasil mostró que sabe defender muy bien y que concedió apenas cinco goles en los 18 partidos de clasificación que disputó. Nadie logró ganarle.

Bombo 4

Serbia. Vuelven tras la ausencia de 2014 y las decepciones de los dos campeonatos anteriores. Lo hacen mientras aguardan la eclosión de la generación campeona del mundo sub20 hace dos años. Por ahora mandan los veteranos, Matic, Ivanovic, Kolarov o el meta Stojkovic.

Nigeria. Uno de los gigantes africanos, ya casi un clásico con su sexta presencia en los siete últimos campeonatos. Dejó atrás un grupo de hierro con Zambia, Camerún y Argelia, todas ellas campeonas continentales y las dos últimas también presentes en el último Mundial de Brasil. Nadie pudo ganar a los nigerianos, donde todavía ordena Obi Mikel y marcan diferencias Iheanacho, Iwobi y Victor Moses. Sigue la búsqueda de un portero de garantías con la última probatura de Francis Uzoho, el meta del fiial del Deportivo.

Australia. No es la mejor Australia, pero sí un equipo que bajo la dirección técnica de Ange Postecoglou trata de poner en juego un estilo más combinativo del acostumbrado. Con todo, no sobra talento y todavía descolla Tim Cahill, que llegará al Mundial con 38 años y de retirada en el fútbol local.

Japón. No tuvo una clasificación cómoda a pesar de que le sobró un partido y acomete un proceso de renovación del que salió reforzado por los resultados el seleccionador Vahid Halilhodzic. Clásicos como Honda, Kawaga, Okazaki y Kiyotake han dejado de ser esenciales e incluso tienen comprometida su presencia en Rusia. Perviven veteranos que aún rinden al máximo nivel en Europa como Hasebe, Nagatomo o Yoshida, pero Japón todavía espera a un gran delantero que le haga marcar diferencias. Y no aparece.

Marruecos. Veinte años después regresa entre los grandes con un equipo que despierta expectación por su buen pie, en la línea de las mejores selecciones de la historia del país, siempre de un elevado nivel técnico. Logró el pase de manera incontestada con un triunfo en casa de Costa de Marfil, Benatia lidera una zaga en la que el madridista Achraf puede evolucionar en los dos laterales. Ziyech desoyó en su día la oferta de Holanda, su país de nacimiento, para defender el de sus ancestros y pone el desborde con Amrabat. El mediapunta Belhanda se encarga del pase. Falta un delantero de postín.

Panamá. Debutará en un Mundial al que llega tras superar en la jornada final del hexágonal a Costa Rica, que ya estaba en Rusia y aprovechar el petardazo de Estados Unidos en Trinidad y Tobago, que necesitaba un empate para clasificarse y perdió ante una selección eliminada. Dirige el colombiano “Bolillo” Gómez, que irá a su quinto Mundial. En dos estuvo como asistente de Pacho Maturana y luego dirigió a Colombia y Ecuador. Tiene mayoría de futbolistas en el exterior, pero pocos en equipos europeos.

Corea del Sur. Padeció más que nunca para asegurar su noveno Mundial consecutivo, siempre presente desde 1986. Por ello no acabó la clasificación Uli Stielike, que dispuso un equipo menos competitivo de lo acostumbrado que apenas ganó cuatro partidos de diez en el grupo final. Le bastó para entrar como segundo. Son Heung-Min, el futbolista del Tottenham, es el futbolista más destacado, pero también uno de los más intermitentes.

Arabia Saudí. Ausente en Sudáfrica y Brasil ha recuperado su versión de futbolistas técnicos, pero también proclives a la displicencia. Siempre inestable en los despachos, acaba de perder dos amistosos contra Portugal y Bukgaria que le han costado el puesto al técnico argentino Edgardo Bauza

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