Una ‘Theodora’ insumisa llega al Teatro Real
La directora británica Katie Mitchell debuta en el coliseo madrileño con la versión escénica del oratorio de Händel que se estrena en España
Theodora, el que Händel consideró su mejor oratorio —la historia de una mártir cristiana en la Antioquía del siglo IV obligada a prostituirse por desafiar las órdenes del emperador—, llega por primera vez escenificada al Teatro Real de Madrid, entre el 11 y el 23 de noviembre, con la relectura de la reconocida directora británica Katie Mitchell. En la coproducción del Real y la Royal Opera House de Londres, el templo de la ciudad de oriente donde sucede la historia original se convierte en una moderna embajada con un prostíbulo escondido entre sus salones y, como uno de los rasgos principales del trabajo de la directora, la sumisa cristiana que dibujaba Thomas Morell (el libretista de Händel) se convierte en una guerrillera indómita.
“El cambio radical en esta producción es que el personaje no es pasivo, no está esperando al destino, sino que se rebela, incluso de forma violenta”, ha dicho Joan Matabosch este lunes en la presentación del espectáculo. Y tanto es así que la pasiva cristiana del siglo IV es aquí una fundamentalista, miembro de la resistencia cristiana dispuesta a fabricar bombas para destruir el sistema romano pagano dominado por los hombres. Julia Bullock, la reconocida soprano que la encarna y que también ha tenido una participación activa en la dramaturgia, ha defendido la reinterpretación feminista de Mitchell: “Los artistas son conscientes de los problemas sociales y del clima político y hablan de eso constantemente. Esta obra se puede interpretar de muchas formas, como todas, lo que es cierto es que la misoginia y el patriarcado son parte de prácticamente todas las culturas. Katie [Mitchell] lo que hace es preguntarse por qué y hasta cuándo”. La producción en Madrid está a cargo de Dan Aylin, asistente de Mitchell en Londres, que explica la visión del montaje: “Lo que hacemos es que toda la obra se vea desde los ojos de Theodora, a pesar de que durante la primera media hora no aparece porque solo hay muchos hombres”.
Para Joan Matabosch, la de Händel “es una obra increíblemente radical para su época”. Quizá por eso, su estreno en el Convent Garden de Londres en 1750 no tuvo ningún éxito y fue retirada después de solo tres representaciones. El primer oratorio en el que el compositor alemán abandonaba las temáticas del antiguo testamento no causó ningún interés en el público inglés del siglo XVIII. Pasaron más de doscientos años para que se considerara una obra maestra, llenando y gustando en los teatro de todo el mundo. Para Ivor Bolton, director musical de la propuesta en el Real, Theodora “es el mejor oratorio y una de la mejores composiciones que Händel escribió nunca”. Bolton celebra que se presente ahora como ópera, abandonando uno de los rasgos tradicionalmente esenciales del oratorio: su interpretación no escenificada. “Este oratorio tiene el mismo impulso dramático que cualquier ópera, esta posibilidad de escenificarlo le da alas y hace que llegue a más público”.
En escenario del Real, además de por Bullock, los personajes serán escenificados por voces como las de la mezzosoprano Joyce DiDonato en el papel de Irene; el contratenor Iestyn Davies en el papel de Didymus (un guardia romano aquí convertido en miembro de seguridad de la embajada, enamorado de Theodora); y el tenor Ed Lyon como Septimus.
El montaje de Mitchell, estrenado en la Royal Opera House de Londres en 2022, llamó la atención del público, antes de estrenarse, por contar con una “coordinadora de intimidad” para facilitar el montaje de las escenas de sexo del espectáculo. “Estamos acostumbrados a ver escenas de asaltos sexuales en las óperas, no está bien, pero hay que hacerlas. La coordinadora de intimidad funciona como algún coordinador de movimiento o de peleas, se trata de hacer la escena con verdad, pero con seguridad, sin que los involucrados pasen por momentos desagradables. En este mundo todos conocemos actores que han hecho escenas que los hacen sentir incómodos”, ha dicho Dan Ayling en la rueda de prensa. El Teatro Real, como lo hacía la Royal Opera de Londres, advierte en la ficha del espectáculo que hay “escenas violentas, temas de terrorismo, acoso y explotación sexual”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.