Adiós al Teatro Cervantes de Londres, que cierra sus puertas por falta de apoyos
El espacio, que ha sobrevivido siete años, llevó a la capital británica la obra de Lorca o la zarzuela, y sumergió a miles de alumnos en la cultura española
Había que saber orientarse para llegar allí por primera vez, a los arcos de la Old Union Yard en el barrio londinense de Bankside, al sur del Támesis, pero el camino ya no se olvidaba nunca. El viejo puente ferroviario acoge restaurantes internacionales y hasta hace nada, una rareza: el Cervantes Theatre (Teatro Cervantes), un espacio dedicado durante siete años a promocionar la cultura española y latinoamericana en la capital británica. Este martes, sus responsables, el actor Jorge de Juan (Cartagena, 63 años) y la directora de escena Paula Paz (Madrid, 34 años), han anunciado el cierre del teatro, después de haber peleado con uñas y dientes durante todo este tiempo para recabar de las instituciones públicas la ayuda necesaria para seguir adelante con un proyecto que congregaba cada semana a los amantes de la cultura hispana.
“Nadie, absolutamente nadie, se explica cómo un teatro construido por una pequeña organización sin ánimo de lucro y que había conseguido ser el faro de la cultura española se cierra. Yo tampoco. Es un día muy triste para todas las personas que han trabajado para que existiera”, se ha lamento De Juan al anunciar el cierre. Jorge y Paula fundaron el teatro en 2016, en pleno año del Brexit, a través de una organización sin ánimo de lucro llamada Spanish Theatre Company.
Durante este tiempo programaron 106 obras de teatro, conciertos y eventos. Atrajeron durante todos estos años a miles de estudiantes británicos (11.000, en total, procedentes de 611 colegios y 47 universidades del Reino Unido e Irlanda) para ofrecerles una visión única de la cultura española. Su producción, en español y en inglés, de obras que forman ya parte del repertorio clásico, como ¡Ay Carmela!, de José Sanchis Sinisterra, o La Casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca, lograron aplausos y buenas críticas de una comunidad como la londinense, que siempre ha sabido apreciar el buen teatro.
Pero el Cervantes Theatre hizo muchas más cosas. Como la producción propia de Cartas vivas, que logró convertir durante hora y media las cartas que las escritoras Laforet y Elena Fortún intercambiaron entre 1947 y 1952 en un inmenso abrazo y un diálogo intenso, espiritual y amoroso en el escenario. “Si tuviera que elegir un momento especial, fue la representación de la zarzuela Black El Payaso, que la compañía llevó hasta otro teatro de Londres algo más amplio. Poder traer la lírica española al público británico fue algo muy especial”, asegura Paz. “Aunque tampoco se me borrarán de la memoria las caras de todos esos alumnos atrapados por las funciones que habían venido a presenciar”, añade.
Jorge y Paula defienden la ayuda que recibieron en todo momento del Gobierno español a través de Acción Cultural Española, pero tuvieron que rechazar la última oferta de 80.000 euros que les hizo la entidad, porque con esa cantidad no podían siquiera cubrir los gastos fijos y el alquiler, que en una ciudad como Londres es astronómico. Ha habido ayudas de empresas y apoyos particulares, pero el teatro necesita, según sus fundadores, una aportación fija anual de al menos 200.000 euros para poder mantenerse estable y sobrevivir.
“El teatro está ya cerrado. Solo un milagro o una llamada de última hora podrían servir para intentar reabrirlo, pero los apoyos no llegan”, ha admitido Paz. Ninguno de los dos tendrá problemas en el futuro cercano. Jorge ha retomado su carrera de actor y ha reaparecido en un par de series de Netflix. Paula está ya al frente de dos producciones teatrales en España.
La tarea más ardua para ambos es ahora explicar lo inexplicable a todos aquellos que se preguntan cómo es posible que cierre sus puertas ese pequeños oasis de cultura española en Londres que era el Cervantes Theatre.
Babelia
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