_
_
_
_
CAFÉ PEREC
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Dos breves libros consistentes

‘La casa’, de Julien Gracq, y ‘Por qué Georges Perec’, escrito por Kim Nguyen Baraldi, una vez leídos, me llevaron a otros lugares, a otros mundos, inspecciones de todo tipo

El escritor francés Georges Perec, fotografiado en 1978.
El escritor francés Georges Perec, fotografiado en 1978.Louis MONIER (Gamma-Rapho via Getty Images)
Enrique Vila-Matas

Últimamente, algunas de mis caminatas o paseos acaban convirtiéndose en investigaciones policiales. Pero sustitúyase caminatas por lecturas y se verá que con éstas me sucede lo mismo, pues termino los libros habiéndolos transformado en largas excursiones detectivescas nacidas de lo leído. Ayer, sin ir más lejos, di con dos hipnóticos, breves y bien consistentes libros ligeros que, una vez leídos, me llevaron a otros lugares, a otros mundos, inspecciones de todo tipo.

Uno era La casa, relato de Julien Gracq que, a los 17 años de su muerte, han publicado en Periférica. De la impecable aparición de este inédito deberían aprender aquellos que publican el texto póstumo de un gran escritor sin molestarse en ver si está a la altura de la obra que realizara en vida. Porque, en el caso de Gracq, salta a la vista que no es precisamente un cuento insustancial, sino lo contrario. Escrito poco antes de 1950, cuando terminaba Las orillas de Sirtes, está entre lo mejor de lo que escribiera este gran autor. Porque La casa —como nos dice la traductora Vanesa García Cazorla en su magnífica posdata— sintetiza “el imaginario gracquiano en su más pura esencia”.

¡Su más pura esencia! Faltaba medio siglo para que en 2007 la obra de Gracq llegara a su final, pero La casa, esa pieza fabulosa de finales de los años cuarenta, contenía en sí misma toda la literatura única de Gracq. Única, sí. Porque, lo dijo Proust, los grandes escritores no han hecho nunca más que una sola obra, o más bien han refractado a través de diversos medios una misma belleza que aportan al mundo.

El otro libro, breve y denso y con certificado portátil, es Por qué Georges Perec. Lo publica La Uña Rota. Se recomienda a los perecquianos llevarlo siempre a mano por si, como ya les habrá ocurrido alguna vez, cualquier desconfiado les pregunta por qué habría que leer a Perec. El muy portátil libro contiene 237 respuestas, pero podría llevar un millón doscientas treinta y siete más. Entre ellas: “Porque su paso epifánico por el paracaidismo le hizo entender que es necesario saltar al vacío si se quiere lograr algo de verdad”; “Porque Perec tenía devoción por lo pequeño, por lo irrisorio”; “Porque Sophie Calle decía que le hubiera gustado tener todas las ideas de Perec”

El libro lo firma Kim Nguyen Baraldi, joven que corre por Barcelona y nació en Bruselas, de madre italiana, en 1985. Que yo sepa, es alguien que espera siempre, en la plaza Clichy, a que la lluvia deje de caer. Y, según dicen, todos los 23 de junio visita una librería de la ciudad donde esté y compra un ejemplar de La vida instrucciones de uso de Perec, que deja en manos del librero o librera con instrucciones muy precisas: regalarlo a una persona que aparezca por el local poco antes de las ocho de la tarde.

Julien Gracq y Kim Nguyen Baraldi. Acercarse a ellos es iniciar largas excursiones detectivescas nacidas de lo leído y de lo que leerás.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_