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La vicepresidenta de Mercadona abre su centro: grandes artistas para un palacio que cuenta la historia de Valencia

Hortensia Herrero invierte 40 millones en rehabilitar y ampliar un espléndido edificio del siglo XVII para mostrar su colección privada con obras de Hockney, Eliasson, Kiefer, Baselitz, Kapoor o Chillida

Ferran Bono
Mercadona
El vestíbulo del Centro de Arte Hortensia Herrero, en el antiguo Palacio Valeriola de Valencia, con obras de Tomás Serraceno, en primer plano, que simulan nubes iridiscentes, y la instalación de Jaume Plensa 'Melic', con letras de alfabetos de todo el mundo.Biel Aliño (EFE)

El nuevo Centro de Arte Hortensia Herrero (CAHH) no solo alberga un centenar de obras de algunos de los creadores internacionales más cotizados del arte contemporáneo, sino que también sintetiza la historia de Valencia, donde se ubica. La rehabilitación de su sede principal, el Palacio Valeriola, del siglo XVII, y la intervención en el patio del edificio anexo han sacado a la luz vestigios del antiguo circo romano de la ciudad, de los asentamientos visigodos, musulmanes, judíos y cristianos. Conforme avanzaban las obras se hallaban más restos, incluidas las garras de un león que vivía en el palacio cuando este se llamaba Johan Sebastian Bach y era un insólito discopub en los años ochenta. Ahora, las estancias han recobrado su esplendor barroco original para albergar una selección muy actual: cuadros, esculturas, instalaciones, vídeos o fotografías de artistas como David Hockney, Andreas Gursky, Anselm Kiefer, Olafur Eliasson, Julian Opie, Georg Baselitz, Roy Lichtenstein, Anish Kapoor, Jaume Plensa, Manolo Valdés, Miquel Barceló o Eduardo Chillida.

“Alguna vez he tenido ganas de tirar la toalla”, ha explicado este viernes en la presentación del centro privado su promotora, Hortensia Herrero. La vicepresidenta de Mercadona aludía al largo proceso de más de siete años que ha transcurrido desde que se fijó en el inmueble de la céntrica calle del Mar, que presentaba un estado ruinoso, hasta que este sábado abra sus puertas al público. Se han invertido 40 millones de euros, entre la restauración del edificio y las diferentes intervenciones tanto arquitectónicas como artísticas (en referencia a las seis instalaciones específicas) para erigir lo que ya es un nuevo polo de atracción de la ciudad, que ha dispensado 4.000 entradas (gratis los domingos hasta fin de año; a nueve euros en la web, el resto de días) antes de su apertura.

El nuevo centro ocupa 3.500 metros cuadrados con el fin de acoger de momento un centenar de piezas de 47 creadores presentes en su colección privada que ha ido atesorando sobre todo en los últimos 10 años. Antes, siempre había “disfrutado de la pintura, del arte en general” y había ido comprando algunas obras, pero no de manera sistemática y ordenada, ha comentado Herrero. Entonces conoció a Javier Molins, antiguo director de la galería Marlborough de Madrid y de Comunicación del IVAM, que se convirtió en su asesor, y empezaron a recorrer museos, ferias, galerías y talleres de artistas. La mecenas ha agradecido el trabajo de los arquitectos, del equipo de Mercadona y de sus colaboradoras en la fundación que lleva su nombre, dedicada a la recuperación del patrimonio histórico de Valencia desde hace años.

Instalación de Olafur Eliasson, en uno de los pàsillos del centro.
Instalación de Olafur Eliasson, en uno de los pàsillos del centro.Rober Solsona (Europa Press)

También ha mencionado a su marido, Juan Roig, presidente de la cadena líder de supermercados en España, “porque sin los resultados positivos que obtiene su empresa, esta realidad no hubiera sido posible”. Y a una de sus cuatro hijas. Amparo Roig Herrero está vinculada directamente en el proyecto al ser responsables (junto con Carlos Campos y Carlos Barberá) del estudio de arquitectura ERRE que se ha encargado del mismo. “Este edificio nos enamoró a pesar de ser una ruina. Hemos potenciado la atmósfera original del palacio a la vez que logrado un espacio expositivo con las prestaciones contemporáneas que se merece”, ha comentado la arquitectura en una sala bajo el nivel del suelo, donde se puede apreciar los restos romanos, muy cerca de la iglesia más antigua de Valencia, Sant Joan de l’Hospital. “Esto es una pequeña joya en el corazón de Valencia a la que han sabido sacar el máximo partido”, ha comentado Hortensia Herrero.

El ahora director artístico del centro, Javier Molins, ha explicado que el objetivo era traer no solo a una serie de nombres destacados del arte contemporáneo, sino “el mejor arte de estos creadores” y para ello en ocasiones han “esperado el tiempo que ha hecho falta” para contar con la pieza deseada. No ha habido ninguna alusión a la inversión en la adquisición de piezas de creadores internacionales muy cotizados en el mercado del arte. También hay representación de artistas valencianos comprados en galerías de la ciudad en las 16 salas en cuatro alturas en que se divide el espacio expositivo.

El vestíbulo, con la escalera original y sus 16 metros de altura, es uno de los espacios más espectaculares del nuevo centro. Aquí se exhiben dos piezas creadas ex profeso: Melic, de Jaume Plensa, que ha intervenido el ábside que comunica el palacio y el jardín con sus letras de diferentes alfabetos; y la instalación de Tomás Saraceno, que simula una serie de pompas de jabón. En la primera planta, Sean Scully ha intervenido la antigua capilla del palacio que conecta con un edificio a través de un pasillo que ha hecho suyo la artista Cristina Iglesias con su obra “tránsito mineral”; Olafur Eliasson ha creado un túnel con dos puntos de vista muy distintos, y Mat Collishaw ha hecho lo propio con una videoinstalación inspirada en las Fallas de Valencia.

Hay una pequeña sala con obras de artistas modernos, ya fallecidos, como Julio González, Dubuffet, Miró o Calder, pero la mayoría son artistas vivos, algunos de los cuales han visitado Valencia estos días. También numerosos galeristas, coleccionistas y profesionales del mundo del arte han sido invitados para conocer el nuevo centro, que mostrará la actual selección de obras al menos durante un año para más tarde dar cabida a algunas exposiciones temporales de artistas vinculados a la colección de Hortensia Herrero.

Instalación de Cristina Iglesias, que une el antiguo palacio con el edificio anexo.
Instalación de Cristina Iglesias, que une el antiguo palacio con el edificio anexo. Biel Aliño (EFE)


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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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