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Maru Valdivielso: “Para triunfar a lo grande hay que tener las narices que yo no he tenido nunca”

La actriz madrileña de larga trayectoria vuelve al cine con ‘Hermana muerte’, dirigida por Paco Plaza y estrenada en la última edición del Festival de Sitges

Ángeles Caballero
La actriz Maru Valdivieso posa en el Museo Reina Sofía en Madrid, a principios de este mes.
La actriz Maru Valdivieso posa en el Museo Reina Sofía en Madrid, a principios de este mes.Andrea Comas

Maru Valdivielso (Madrid, 59 años) lleva casi 40 trabajando como actriz. Ha hecho teatro, cine y televisión y define su trayectoria como “peculiar”. “He hecho muchas cosas, pero nunca he tenido una carrera boyante. Aunque me siento muy afortunada, siempre he vivido de mi trabajo”, explica mientras bebe agua con gas en la cafetería del Museo Reina Sofía de Madrid. Hace días estrenó en el festival de Sitges su última película, Hermana muerte, precuela de Verónica y dirigida también por Paco Plaza, donde hace de monja de clausura, y de las que dan mucho miedo. “Siempre me dan papeles de mujeres frías y duras, cuando soy todo lo contrario”, confiesa con una sonrisa.

Pregunta. En el estreno en Sitges sonreía mucho, pero en Hermana muerte no resulta muy simpática…

Respuesta. Creo que tiene que ver con mis facciones, mi estatura o mi voz. Sin Paco Plaza mi carrera sería muchísimo más aburrida. Es nuestra octava colaboración, trabajamos muy bien y me da personajes impensables. Siempre le digo que no se puede retirar hasta que me retire yo.

P. Después de tantos años en el oficio, ¿la edad y la imagen son determinantes para conseguir un proyecto?

R. Sí, pero también importan la ambición y los avatares personales. Admiro mucho a compañeras como Penélope [Cruz], que cogió el petate y se fue a EE UU. Hay que tener las narices que yo no he tenido nunca. Voy a cumplir 60 años y ahora mismo te iba a decir que no los aparento, pero ¿eso qué significa? Porque hay muchos tipos de mujeres de 30, 40, 50, 60…

P. ¿Cómo se lleva con la fama?

R. De vez en cuando escucho: “Esta es de la tele”. Pero lo maravilloso es cuando la gente te reconoce porque te ha visto en el teatro. Esos no dudan de quién eres. Me reconforta, porque subirse al escenario es una de las cosas más importantes de esta profesión. A las actrices nos salva mucho el pellejo, porque hay buenos personajes donde puedes lucirte. El “aquí estoy yo” siempre me lo ha dado el teatro.

La actriz Maru Valdivieso posa en el Museo Reina Sofía en Madrid.
La actriz Maru Valdivieso posa en el Museo Reina Sofía en Madrid. Andrea Comas

P. ¿Algún consejo para los que empiezan?

R. Pretender estar siempre arriba es agotador, y además no se puede. A eso de los 40 años estuve un año y cuatro meses sin trabajar y lo pasé fatal. Con el tiempo me he dado cuenta de que no hay carrera buena. Hay que tener autoestima y cierto desapego por el oficio. Mi carrera es importante, pero no mi prioridad.

P. Hace años denunció acoso durante un rodaje. “En ese momento quise quitármelo de encima, era lo único que me preocupaba”, dijo.

R. Ese entrecomillado se refiere a lo que viví con el autor de un libro del que se hizo una película en la que participé. Decidió que tenía que dar el visto bueno a la protagonista, aunque ya me habían elegido. Me citó en su casa. Estaba sentado en la cama y hablaba conmigo, pero dando a entender que tenía que acostarme con él. Cuando ya no sabía cómo decir que no, le conté que me tenía que ir porque mi padre me obligaba a estar en casa a las 10. De repente lo entendió y me dijo: “No te preocupes, ya nos veremos otro día”, así que me fui de manera digna. Pensaba: si le empujo o si grito, ¿me quedaré sin hacer la película? Estaba empezando mi carrera y no sabía cómo comportarme. No me acosté con él, pero podía haberlo hecho. Igual habría sido más fácil, yo qué sé. Es horrible lo que estoy diciendo.

Admiro mucho a compañeras como Penélope [Cruz], que cogió el petate y se fue a EE UU. Hay que tener las narices que yo no he tenido nunca”.

P. Antes que actriz, iba para abogada

R. Estudié Derecho porque me quería dedicar a la política. Mi padre era socialista, de izquierdas, tenía una relación maravillosa con él. Empecé a estudiar cuando rodé mi primera película, pero nunca acabé porque empezó a irme bien. Esta profesión me encontró de golpe.

P. Su padre socialista. ¿Y usted?

R. Me lo han preguntado varias veces, pero cuando antes decías a quién votabas la respuesta no se tomaba como una afrenta. Ahora siento que sí

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