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El cine cristiano siempre tiene quien lo vea

El éxito en España del documental ‘Libres’ y en todo el mundo de la serie ‘The Chosen’ subraya que el público de formatos religiosos es fiel a sus productos audiovisuales y mantiene su asistencia a las salas

Nicolas Mouawad, como Abraham, y, detrás, Edaan Moskowitz como Isaac, en 'Su único hijo'.
Gregorio Belinchón

Es un público fiel, leal. Que se informa por medios de comunicación especializados, especialmente en el mundo digital. Que cada tres meses, de forma aproximada, sabe que se acercará a las salas de cine a ver una película cercana en su temática a sus intereses espirituales. Es el público católico, una clase de espectador que no ha dejado de ir al cine: no es un fenómeno, sino una constante. Pero de vez en cuando su asistencia se multiplica y envía una llamativa señal, como ha ocurrido con el documental Libres, de Santos Blanco, sobre los monjes de clausura, que tras nueve semanas en cartel ha superado los 80.000 espectadores y los 530.000 euros de recaudación, o la estadounidense Su único hijo, acerca del sacrificio de Abraham, que se estrena hoy en España tras su éxito en Estados Unidos con una taquilla de 13 millones de dólares, procedente de la productora Angel Studios, que estuvo también (en sus dos primeras temporadas) detrás del último bombazo audiovisual cristiano, la serie The Chosen, centrada en la vida de Jesús, y que en España ha demostrado su gancho en su estreno en cines (en sesiones con capítulos agrupados) y en las plataformas acontra+ y Movistar Plus+.

“Nunca fallan”, advierte el responsable de una distribuidora que prefiere quedar en el anonimato. “Al acabar el confinamiento, volvieron de los primeros a las salas, probablemente porque su miedo a compartir un espacio público ya lo habían superado tras asistir a misa dominical”. Lo dice sin un ápice de ironía. A esa audiencia van destinados los productos de Bosco Films, empresa fundada en 2017 por Lucía González-Barandiarán con una idea: “Quería estrenar películas de gran calidad artística, con historias que defiendan los valores humanos. Un cine que invite a crecer y que deje huella en el espectador. No tanto por su poso cristiano como por su cuidado en lo espiritual”. Hoy, Bosco Films es la principal distribuidora de cine cristiano en España y ha entrado en la producción con el documental Libres. “Es cierto que este público es constante, aunque hemos vivido varias etapas”, apunta la consejera delegada de Bosco Films.

Rodaje del documental 'Libres'.

En el siglo pasado, desde los años cuarenta a los sesenta, el cine religioso, más en concreto el cristiano, se realizaba desde Hollywood, con Ben-Hur como el gran referente. En España, la dictadura franquista también impulsó películas de este género. En el siglo XXI, la primera llamada de atención la dio la alemana El gran silencio (2005), cuyo boca oreja se alimentó principalmente de los medios de comunicación tradicionales. Aquel documental alemán, sobre la vida de los monjes de un monasterio de cartujos en los Alpes con voto de silencio, de 2 horas y 49 minutos, superó los 100.000 espectadores. Desde entonces, cada tres meses aproximadamente, una película cristiana llega a cartelera y logra vender unas 50.000 entradas, con picos como la mexicana Bella (2008), el documental La última cima (2010) —con 135.000 espectadores—, que ya se benefició de la promoción en webs católicas y cuyo director, Juan Manuel Cotelo, está especializado en este cine. Películas que distribuyen Bosco Films o European Dream Factory, que el domingo reestrena en 20 cines el documental Medjugorje, la película (2021), de Jesús García y Borja Martínez-Echevarría, sobre las supuestas apariciones marianas hace ahora justo 42 años (de ahí la reposición) en la localidad bosnia.

Jim Caviezel
Jim Caviezel, en 'Sound of Freedom'.

En Estados Unidos tanto el ruido mediático como la asistencia a salas es inmensamente superior. Su estrella es Jim Caviezel. El actor de Hollywood (La Roca, La delgada línea roja, Cabalga con el diablo) fusionó trabajo y creencias al protagonizar La pasión de Jesús (2004), de Mel Gibson —que prepara actualmente una continuación centrada en la resurrección—, y desde hace años rechaza participar en películas que no contengan un mensaje cristiano. Es, además, una voz militante de la vertiente más conservadora: el martes, durante la promoción de su nuevo estreno, Sound of Freedom, producida también por Angel Studios y que llega a salas el 4 de julio, aseguró: “El fanatismo contra los cristianos es el más aceptado en el mundo”. Y sugirió que hay una ultraizquierda en EE UU “que intentará quitar de la Biblia” los pasajes que molesten al movimiento LGTBI. Un día antes, en otra entrevista, confesó que creía que ese movimiento había adoptado como emblema el arco iris “porque a los niños les gusta dibujarlo”. Su último gran éxito, Pablo, el apóstol de Cristo (2018), logró en España 358.000 euros de 54.000 espectadores: esa cifra de público sirve como referencia de la asistencia media a películas cristianas. También la estrenó Bosco Films.

González-Barandiarán apuesta por entender que el ser humano es “cuerpo y espíritu, y el cine es una vía muy buena para despertar los anhelos que todos tenemos; nuestras películas dejan un poso”. Y tiene claro que el mercado estadounidense es, desde hace una década, el motor de este cine. “Y ahora vivimos la ola The Chosen, que empezó como una serie gratuita en una aplicación [creada por su productora inicial, Angel Studios], se lanzó en salas en varios países antes de estar disponible en la plataforma, y el público se volvió loco. En Estados Unidos el estreno en cines el pasado noviembre de los primeros episodios agrupados en una proyección un día superó los 15 millones de euros de taquilla”, explica González-Barandiarán.

Imagen de 'The Chosen'.

En EE UU The Chosen ya ha sido adquirida por la cadena The CW, que empezará a emitir sus tres primeras temporadas en julio para acabar el día de Navidad, entrando así en terrenos profesionales —mientras su creador, Dallas Jenkins, produce la cuarta de las siete temporadas planeadas, espoleado por los 110 millones de espectadores que ya ha logrado en 175 países—; en España la serie aterrizó a través de la distribuidora A Contracorriente. Su responsable, Adolfo Blanco, explica: “Los dos primeros capítulos de la tercera temporada se podrán ver en cines el 7 de julio. A partir del 28 de julio, se estrenará un episodio por semana en acontra+ y los últimos dos capítulos también tendrán un estreno en salas el 8 de septiembre”. En la pasada Semana Santa, la serie también desembarcó en Movistar Plus+, “donde también ha sido un exitazo”. Y desgrana otras cifras para entender la base de The Chosen: “Como se financian por micromecenazgo, para la primera temporada, casi 20.000 personas donaron 11 millones de dólares, y para la segunda y tercera temporada han recaudado más de 40 millones de dólares. En la web IMDb está valorada como la segunda mejor de la historia tras Breaking Bad”.

Blanco asistió al rodaje de la tercera temporada el agosto pasado al norte de Texas, donde han creado un campamento permanente, y define a Jenkins como “un obseso del trabajo, y que ya sabe que la muerte de Jesús llegará en la sexta entrega y su resurrección ocupará la séptima y última temporada”. ¿Por qué ha tenido tanto éxito? “A mí me llegó por su tirón en Canal Plus Francia, que fue el primer canal que la lanzó de manera profesional fuera de EE UU. Es de calidad, con gran valor de producción, y eso la eleva, cuando habitualmente, el cine cristiano está hecho con poco dinero, con ínfima calidad y bastante panfletario. Además, Jenkins es evangélico, los fundadores de Angel Studios son mormones y, en cambio, han sabido llegar con The Chosen a cualquier persona, creyente o no, que le interese la figura de Jesús, y de manera respetuosa. Sinceramente, creo que acabará adelantando en su cierre a Juego de tronos”. Otro enganche: el mundo virtual. “The Chosen tiene un eco descomunal en redes sociales. Hay un mercado a explorar”.

David Helling, a la derecha, en el rodaje de 'Su único hijo'.
David Helling, a la derecha, en el rodaje de 'Su único hijo'.

Al acabar el confinamiento, relata González-Barandiarán, Bosco Films estrenó otro documental español, Vivo, que tuvo su tirón, y sintió que “mucha gente reclamaba un cine familiar más espiritual”; de ahí que Bosco Films haya empezado a distribuir y estrenar en Latinoamérica y EE UU. “Libres nos ha llevado a la producción. Recuerdo ir con mi padre con 13 años al estreno de El gran silencio, y vi que los monjes, provengan de la religión que provengan, son atractivos y enigmáticos. ¿Qué lleva a una persona a alejarse del mundo?”, cuenta. “En el mundo hay cerca de 2.100 monasterios de clausura, y España alberga un tercio. Me parece un mundo precioso, imaginé que el documental iría bien, aunque no me imaginaba esta taquilla. Yo me siento en mitad de un torbellino”. También ha recurrido a otras vías de promoción, a algo que ha bautizado como “el marketing de hormiga”. Lo desgrana: “Es más pesado, hay que cuidar cada espectador, usamos cadenas de whatsapps; a cambio es más eficaz. Ya funcionó con la italiana Mi hermano persigue dinosaurios, sobre la discapacidad. Se convierten en tus embajadores, en tus manos y tus pies”.

Para su audiencia, González-Barandiarán elige el adjetivo “fiel”. Otra fuente del sector explica: “Olvídate de los espectadores de películas de superhéroes o de cine de terror. Los fieles de verdad en España son ese público católico, el de anime y, en menor tamaño, el de Bollywood en Madrid y Barcelona. Si ves los listados de títulos que más recaudan cada semana, cada tres meses hay un lanzamiento específico para esos segmentos”. A la CEO de Bosco Films le sorprendió que tras la pandemia no volvieran a las salas los espectadores del cine de autor. “Por el contrario, el público de cine espiritual ha retornado sin problemas”.

Santos Blanco, director de Libres, por el que entrevistó a monjes y monjas de 12 monasterios de clausura, define su documental como “espiritual, ya que lo religioso apela a una institución y unos mandatos; Libres se acerca a cuestiones inherentes a todo ser humano, aunque enmarcado en figuras de fe cristiana y apoya la figura de Jesús, un hombre relevante en muchas religiones”. La película, que cuenta con testimonios sorprendentes, exquisito cuidado formal y muchas tomas de naturaleza, se rodó durante tres meses con un presupuesto de 350.000 euros. “Está gustando porque lo que ves es de verdad, los entrevistados transmiten y creen lo que dicen, y existe un público que quiere pensar, sin moralinas”, analiza Blanco. “He hecho cierta trampa, porque esperas ver una película sobre cómo viven los monjes y en realidad ellos te interpelan a ti”.

Santos Blanco, a la derecha, en el rodaje de 'Libres'.
Santos Blanco, a la derecha, en el rodaje de 'Libres'.

Desde Los Ángeles, por videollamada, David Helling habla feliz de su debut como director, Su único hijo, el viaje de tres días —plagado en pantalla de flashbacks— de Abraham hacia el monte Moirá, donde sacrificará a su hijo Isaac por mandato divino. Este exmarine, que sintió “la llamada de Dios” durante su estancia en Irak, empezó a rodar la misma semana que Jenkins —son amigos desde 2017— arrancaba The Chosen. Ambos levantaron el presupuesto desde Angel Studios. “Es curioso. Yo he aprendido, como Abraham, a tener mucha paciencia”, cuenta sonriente. Rodada en los alrededores de Los Ángeles (“Si abría el plano se veían las letras del cartel de Hollywood”, recuerda), Su único hijo cuenta, obviamente, una gran historia, aunque no fuera en realidad el único hijo de Abraham, el filme no respete la visión del personaje por parte de otras religiones (es uno de los profetas del Islam y los judíos lo consideran “nuestro padre Abraham”) y sus pelucas chirríen. “Cuando volví de Irak me mudé a San Francisco, a una escuela de cine, y allí entendí que mi interés por la Biblia podía desarrollarse por ese camino. Abraham es un personaje controvertido y por ello fascinante”. Helling cree que el cine cristiano debe servir para todas las audiencias, “aunque cada uno lo entienda de manera distinta”. ¿Puede el cine servir incluso como herramienta evangelizadora? “Nuestro público ha crecido muchísimo en la última década, y ya ha despertado a los estudios de Hollywood. No sé si las películas pueden cambiar a la gente, es el Evangelio el que la transforma; y si él está en el mensaje de un filme, él es el elemento revolucionario”.

La ola ha alcanzado en Europa a países eminentemente católicos, como Polonia, y a otros que no lo son tanto. En Francia, la empresa Puy du Fou —que hace dos años inauguró un parque temático en Toledo sobre la historia de España, a semejanza de su hermano mayor francés— se ha lanzado a la producción cinematográfica, y el pasado enero estrenó Vencer o morir, un filme épico y bélico sobre el alzamiento de la región de la Vendée contra la ola de terror de la Revolución francesa y en defensa de los sacerdotes que se negaron a jurar la Constitución Civil del Clero. No ha superado su audiencia nicho, a la que sí ha encantado. En el comunicado de la compra de The Chosen, Brad Schwartz, el presidente de entretenimiento de la cadena The CW, probablemente dio en la diana del porqué de la constancia de esta audiencia: “La serie se basa en la IP [propiedad intelectual] más grande de todos los tiempos”.

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Sobre la firma

Gregorio Belinchón
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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