Hallados en Pompeya los esqueletos de dos adultos y un niño que se refugiaron en una panadería ante la erupción
Junto a los cuerpos, que murieron por los derrumbes causados por el terremoto tras el estallido del Vesubio, los arqueólogos han encontrado dos murales con escenas mitológicas
Las últimas excavaciones en Pompeya no dejan de sacar a la luz nuevos restos óseos. Tras el reciente descubrimiento de dos esqueletos en la excavación en la ínsula de los Castos Amantes, ahora se han encontrado en el Regio IX los cuerpos de tres personas víctimas de los temblores que provocó la erupción del Vesubio en el 79. Los restos, que descansaban en contacto directo con el suelo, pertenecían a dos individuos completamente adultos, probablemente mujeres según los primeros análisis in situ, y a un niño de aproximadamente tres o cuatro años que se refugiaron en una panadería durante la catástrofe. La causa de su muerte fue el derrumbe del suelo superior que les provocó una serie de traumatismos perimortem.
Cerca del atrio de la casa también han resurgido dos cubículos pintados al fresco con escenas mitológicas donde los protagonistas son Poseidón y Amimón, por un lado, y Apolo y Dafne, por el otro. En la primera de las dos salas los arqueólogos han encontrado restos de muebles carbonizados de un incendio que se produjo durante la catástrofe. El ministro de Cultura italiano, Gennaro Sangiuliano, ha destacado que los últimos descubrimientos confirman el gran potencial que aún esconde el parque arqueológico. “Siempre nos sentimos identificados con las víctimas aquí en Pompeya”, agregó el político.
Los recientes hallazgos que se han producido en las excavaciones del Regio IX, uno de los nueve distritos en que se divide el Parque Arqueológico de Pompeya, se han iniciado en el marco de un proyecto que tiene el fin de rectificar y resolver los problemas hidrogeológicos y de conservación de los yacimientos para preservar el límite entre las partes exploradas y aquellas que aún no se han sometido al análisis de los arqueólogos. En 2015 esta zona fue utilizada para la agricultura hasta que se desenterraron los caballetes de mampostería de los tejados de los antiguos edificios. Todavía quedan por revisar 22 hectáreas de bloques y casas enterradas bajo lapilli y ceniza, casi un tercio de la antigua ciudad romana.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.