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Gustavo Dudamel renuncia a la Ópera de París por motivos personales

El director venezolano firmó en 2021 con la institución europea para encargarse de la dirección musical los próximos seis años

Gustavo Dudamel en octubre de 2019 en Los Ángeles.
Gustavo Dudamel en octubre de 2019 en Los Ángeles.Hector Guerrero (El Pa’s )
Luis Pablo Beauregard

Dicen que París bien vale una misa. Pero nada supera a la familia. Este ha sido el motivo que ha llevado a Gustavo Dudamel a presentar su renuncia a la dirección musical de la Ópera de París, uno de los referentes culturales más importantes del mundo. El célebre director venezolano firmó en 2021 seis temporadas con la institución francesa, pero su salida por motivos personales será a finales de la actual 2022-2023. Ahora se enfocará en lo que le resta de su contrato en Los Ángeles para después dar su gran salto a la Filarmónica de Nueva York, otra de las grandes orquestas internacionales.

El pasado febrero se reveló que en 2025 abandonará Los Ángeles para asumir la dirección musical y artística de la Filarmónica de Nueva York, la orquesta más veterana de Estados Unidos. Será un nuevo peldaño en una meteórica trayectoria, pues se convertirá entonces en el primer latinoamericano en ponerse al frente del mismo tesoro cultural que tuvieron en sus manos Leonard Bernstein, Gustav Mahler y Arturo Toscanini.

El director ha seguido una ajetreada agenda internacional desde que asumió el cargo en agosto de 2021. Ahora reflexiona sobre las enseñanzas que le ha dejado el mundo tras el parón que significó la pandemia. “Estamos viviendo un momento que creo ha cambiado nuestras vidas de manera única y compleja. Definitivamente, tengo un mayor respeto por la vida y de cómo el arte y la música enriquece mi existencia cada día y de aquellos que nos rodean”, ha declarado.

“No tengo ningún otro plan en estos momentos más que estar con mis seres queridos, a quienes agradezco profundamente el ayudarme cada día en mi determinación de crecer en lo personal y en lo artístico”, ha señalado Dudamel, quien cumplió 42 años en enero pasado. El venezolano fichó por la Ópera de París con la idea de compaginar el cargo con su vida en América, donde encabeza la Filarmónica angelina con gran éxito desde 2009. Alexander Neef, el director de la casa francesa, no ha nombrado por el momento a un sucesor y ha pedido un tiempo para encontrar a quien tome el relevo.

La llegada a París a un cargo del que depende la programación musical del Palais Garnier y la ópera de la Bastilla fue producto de un proceso originado en 2017. El venezolano fue entonces invitado a dirigir La Bohème. Después de la puesta en escena, el alemán Neef, lo llamó para hacerle la invitación. Dudamel dio un sí casi inmediato.

Gustavo Dudamel durante un concierto en la Ópera de París.
Gustavo Dudamel durante un concierto en la Ópera de París.Cortesía

Siempre cuidadoso con los detalles, Dudamel meditó bien sobre la obra que le serviría de carta de presentación ante el público francés. Su concierto inaugural fue un clásico. Carmen, de Georges Bizet, que interpretó en octubre de 2021 junto a la orquesta del Teatro Nacional. La apuesta por la trágica historia romántica de un militar y una gitana fue un guiño al pasado histórico al que ahora tomaba las riendas. La obra final, y más conocida, del compositor francés debutó en esa misma institución en marzo de 1875.

“Ha sido un privilegio compartir tantos momentos maravillosos con la orquesta, el coro y el equipo artístico de la ópera de París estas dos últimas temporadas”, afirma Dudamel. Su renuncia recorta una estancia planeada para seis años. En su primer año estuvo al frente de Turandot, de Giacomo Puccini, y Las bodas de Fígaro, de Mozart. En la 2022-2023 volvió a Puccini con Tosca y dirigió Tristán e Isolde, de Richard Wagner.

Durante sus dos años de mandato no se limitó a seguir el canon. Dudamel aterrizó en París con la promesa de inyectarle a la institución centenaria algo de la vitalidad que lo caracteriza. Por ello quiso alternar su gusto por lo clásico con la modernidad y la curiosidad de los nuevos sonidos, lo que ha sido clave de su éxito en Estados Unidos. Así, preparó el montaje de Nixon en China, una rompedora obra del maestro estadounidense John Adams con libreto de Alice Goodman y un montaje a cargo de Valentina Carrasco que contó entre su reparto con la soprano estrella Renée Fleming, como Pat Nixon y el tenor John Matthew Myers como el estadista chino.

La ópera está basada en la visita que el mandatario estadounidense hizo a Mao en 1972 con la guerra de Vietnam como telón de fondo. Se estrenó en marzo y significó un hito, pues fue la primera ocasión en que la música de Adams sonó dentro de la Ópera de París. La obra fue bien valorada por el público parisino por su vigencia. Las tensiones entre Washington y Pekín se reavivaron durante el debut con el drama de los globos espías flotando sobre el territorio estadounidense. Con su adiós, Dudamel subraya el breve papel transformativo que intentó plasmar.

“El reciente éxito de Nixon en China ilustra con claridad por qué Gustavo Dudamel es un músico inmenso”, ha considerado Alexander Neef, quien respeta su decisión y ha agradecido el periodo que el venezolano estuvo junto a él. La prensa cultural local, no obstante, había hablado de que la relación entre ambos fue tensa. “Su pasión e inmenso talento nos ha dejado mucho al repertorio de nuestra casa. Fue capaz de establecer una relación especial con los músicos de la orquesta, los artistas del coro, los cantantes y equipos artísticos, relaciones marcadas por el respeto mutuo y el deseo de crear juntos las más bellas actuaciones”, ha añadido Neef. La Ópera de París anunciará pronto lo que sucederá con los proyectos de Dudamel que se habían anunciado para 2023-2024.

La celebrada estrella de Barquisimeto está casado desde hace seis años con la actriz española María Valverde. Ambos se conocieron en 2016 en Los Ángeles, donde actualmente residen. Dudamel tiene un hijo, Martín, producto de su anterior matrimonio con Eloísa Maturén, una bailarina de ballet clásico y periodista caraquense. El menor comparte el tiempo entre las casas de sus padres y tiene una excelente relación con Valverde, quien también suele visitar a menudo a sus padres en el distrito madrileño de Carabanchel.

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Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.

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