El misterio de Víctor Erice llega a Cannes
‘Cerrar los ojos’, el primer largometraje en 30 años del director de ‘El espíritu de la colmena’, se presenta en certamen sin la presencia de su director
Treinta años después de El sol del membrillo, medio siglo después de su debut con El espíritu de la colmena, Víctor Erice (Karrantza, 82 años) ha vuelto al largometraje de ficción con Cerrar los ojos. Su proyección en la sección Cannes Première acaba con una falsa sequía, ya que el cineasta ha seguido filmando en otros formatos, pero sí es cierto que su retorno al cine comercial es un deseo cumplido para cinéfilos de todo el mundo.
El sol del membrillo recibió en el certamen francés el Premio del jurado y el Fipresci de la crítica internacional. Así que sea Cannes quien acoja su regreso tiene sentido. Erice ha estado puliendo —que no remontando, como algunos rumores apuntaban— su drama hasta hace pocos días. El director ha preferido no acudir al certamen, algo que anunció hace semanas, donde sí han pasado por la alfombra roja el reparto (Manolo Solo, José Coronado, Ana Torrent, María León y la cantante Helena Miquel), el guionista Michel Gaztambide y la productora Cristina Zumárraga. El equipo ha entrado esta tarde con Manolo Solo bailando a ritmo de Bruce Springsteen, antes de dirigirse a su proyección.
El delegado general de Cannes, Thierry Frémaux, lleva días calificando al cineasta de “maestro Erice”, y no es para menos, vista su huella en el cine mundial. Pero la película, que había sido vista por el comité seleccionador, ha sido programada en Cannes Première, fuera de la competición y de las sesiones especiales. Frémaux ha presentado la gala del estreno, como es habitual, en la que se han visto a bastantes miembros de la industria española, además de creadores como el cineasta japonés Hirokazu Kore-eda, al español José Luis Guerín o al mexicano Amat Escalante. A España llegará a las salas el 29 de septiembre.
Cerrar los ojos arranca su trama cuando un programa de televisión localiza a un veterano cineasta, antiguo escritor, que, retirado, se dedica a la pesca. Este director, Miguel Garay (al que da vida Manolo Solo), hizo una primera película mal estrenada, y la segunda quedó inconclusa hace décadas cuando el protagonista, Julio Arenas (José Coronado), amigo desde la juventud de Garay, y galán de éxito en el cine, desapareció en mitad del rodaje. De ese segundo largometraje solo están acabadas algunas secuencias que ahora se emitirán en televisión. La investigación del programa de televisión provoca en el cineasta un terremoto emocional, el reencuentro con su pasado y el recuerdo de su amistad con el actor.
¿Qué pasó con aquel actor? Nada se sabe, más allá de un par de zapatos y su coche abandonado al borde de un acantilado. Su cadáver, si murió ahogado, nunca fue devuelto por el mar. En el fondo de Cerrar los ojos hay otra alusión al poder del cine como catalizador de emociones, algo que ya transmitía la mirada de Ana Torrent, niña en El espíritu de la colmena (1973) y que aquí retorna con Erice, y otro drama nostálgico con fuertes presencias masculinas.
En noviembre de 2021, cuando Erice presentó Piedra y cielo, un ensayo sobre el escultor Jorge Oteiza, dijo: “No he dejado de ser cineasta, que ha sido mi dedicación principal. Se olvida todo lo que he hecho [después de El sol del membrillo], que han sido bastantes cosas que han circulado por lugares no propios de la industria cinematográfica. El problema no es producir películas, sino dónde se proyectan, y yo en los últimos años he hecho obra, pero desconocida”. Es cierto. En 1994, el cineasta recibió el encargo de adaptar la novela de Marsé El embrujo de Shanghai de parte del productor Andrés Vicente Gómez. Dedicó tres años a su escritura, bajo el título de La promesa de Shanghai. En 1998 se puso en marcha una producción que saltó por los aires meses después, en marzo de 1999. Años más tarde, en 2002, Fernando Trueba realizó la película con un guion distinto. El de Erice finalmente acabó publicado como libro en noviembre de 2001.
Desde entonces, Erice ha dirigido cortometrajes, ha colaborado en varios filmes colectivos y mantuvo una correspondencia audiovisual con el iraní Abbas Kiarostami. Además, ha participado en Un lugar en el cine (2008), de Alberto Morais, junto a Theo Angelopoulos; ha dirigido piezas sobre Antonio López, y repitió con Ana Torrent en Ana, tres minutos (2011), trabajo colectivo dedicado a las víctimas del desastre de Fukushima; y otras videoinstalaciones y ensayos fílmicos.
La misma Torrent contaba en una entrevista en El País Semanal: “Hemos mantenido una relación cercana, una amistad. Nos hemos visto de vez en cuando. De Cerrar los ojos empezó a hablarme en las Navidades de 2021. Me vino a ver al teatro cuando estaba haciendo Las criadas, y me contó la historia. Le iba a decir que sí al 100%, pero me ha impactado mucho trabajar con él ahora. Ha representado una experiencia muy personal, como si de pronto algo latente cobrara sentido. Existen conexiones con la niña que dejó en El espíritu de la colmena”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.