El regreso de Víctor Erice al cine comercial será un drama nostálgico sobre la amistad entre un veterano director y su actor protagonista
Ginés García Millán y José Coronado protagonizarán el cuarto largometraje del director, ‘Cerrar los ojos’, una historia repleta de referencias a su obra
El nombre de Víctor Erice (Carranza, Bizkaia, 82 años) sigue manteniendo un aura sacrosanta en los altares de la cinefilia mundial. Durante 30 años, los transcurridos desde El sol del membrillo (1992), su carrera ha transcurrido de espaldas al cine comercial, a los estrenos en salas. Pudo haberse roto con la frustrada adaptación de El embrujo de Shanghai en 1999, novela de Juan Marsé en la que trabajó durante tres años y a la que dedicó 10 versiones del guion, y que finalmente no rodó. Pero ahora por fin puede que haya un cuarto largometraje de Erice con Cerrar los ojos, proyecto con un guion coescrito con Michel Gaztambide (Vacas y premio Goya por No habrá paz para los malvados) y que estará protagonizado por Ginés García Millán y José Coronado. El nuevo filme podría estar listo para el festival de Cannes de 2023.
Aunque el guion está siendo reescrito actualmente, en el habitual proceso de pulimento de toda película, quienes han leído el libreto aseguran que no habrá grandes cambios en la trama. La historia arranca en abril de 2012 cuando un programa de televisión al estilo de Quién sabe dónde localiza a un veterano director de cine, antiguo escritor, que vive retirado dedicado a la pesca. Ese director hizo una película, y la segunda quedó inconclusa en 1990, cuando el protagonista, amigo desde la mili del director, y galán de éxito en el cine, desapareció. De ese segundo largometraje solo están acabadas la secuencia inicial y la final. La investigación del programa de televisión provoca en el cineasta un terremoto emocional, su reencuentro con las personas que conoció en aquellos años y el recuerdo de su amistad con el actor.
Ginés García Millán encarnará al director, un creador que no tiene mucho aprecio a su obra, y que vive apartado del mundo y de todos, por una desgracia familiar y por el final abrupto de su segundo gran rodaje. José Coronado será el actor, que en el momento de su misteriosa desaparición, al borde de un acantilado, contaba 46 años, había recibido un premio Goya, y temía por el declive de su físico, en el que había cimentado su carrera. Ambos habían sido pareja inseparable de aventuras, incluso habían compartido novias. Ahora, el director, tras aceptar aparecer en el programa para mostrar algunas de las imágenes de la película inacabada y para ganar algo de dinero, empieza a retomar contacto con gente de su pasado, mientras busca aclarar lo sucedido con su amigo, del que no quedó más rastro que un par de zapatos y su coche abandonado. Su cadáver, si murió ahogado, nunca fue devuelto por el mar.
Marsé, el poder del cine y el castillo borgiano
En ese libreto hay guiños a Marsé, al proyecto truncado de El embrujo de Shanghai, a El sur (1983) y a su retrato de hombres maduros melancólicos y devastados. También hay una alusión al poder del cine como catalizador de emociones, algo que ya transmitía la mirada de Ana Torrent, niña en El espíritu de la colmena (1973), en una de las imágenes más famosas de la historia del cine. En el nuevo guion de Erice, las dos secuencias del filme abortado se desarrollan en un chateau francés llamado Triste le Roy, un homenaje a la obra de Jorge Luis Borges. Además, hay un puñado de personajes femeninos alabados por quienes han leído el libreto.
El proyecto se estaba llevando a cabo en secreto para no alterar su buen rumbo. Cristina Zumárraga, de Tandem Films, ha declinado participar en este reportaje. El guion ya estaba en marcha desde el pasado otoño con la intención de rodar este próximo mes de octubre. Ese sigilo se rompió el pasado martes, cuando Canal Sur anunciaba que entre sus ayudas al cine destinadas a 11 largometrajes de ficción y 18 documentales (que entre todos se reparten 2,4 millones de euros), dedicaría una partida al proyecto Cerrar los ojos, “con José Coronado y María León como protagonistas”. Junto a Tandem Films, en esta película participan la productora malagueña Pecado Films —destinataria de la ayuda de la cadena pública andaluza— y Nautilus, la productora del propio Erice. Ahora mismo se sigue armando la producción y cerrando el reparto de un filme que, por el tamaño de su guion, podría llegar a las dos horas y media de metraje. Sin embargo, aún quedan reescrituras de la historia, y eso podría cambiar.
Obra fuera de las salas comerciales
Erice no ha estado mano sobre mano desde El sol del membrillo, premio del jurado y ganador del galardón Fipresci, que otorga la crítica internacional, en Cannes de 1992 (25 años después, el festival francés proyectó una copia restaurada). En 1994, el cineasta recibió el encargo de adaptar la novela de Marsé El embrujo de Shanghai de parte del productor Andrés Vicente Gómez. Dedicó tres años a su escritura, bajo el título de La promesa de Shanghai, primero con Antonio Drove y luego en solitario. El mismo Marsé habló con entusiasmo del resultado, aunque la posible duración de la película de tres horas llevó a Gómez a pedirle recortar 40 minutos. Erice accedió y en 1998 se puso en marcha una producción que saltó por los aires en marzo de 1999. Años más tarde, en 2002, Fernando Trueba realizó la película con un guion distinto. El de Erice finalmente acabó publicado como libro en noviembre de 2001.
Desde entonces, Erice ha dirigido cortometrajes, ha colaborado en varios filmes colectivos y mantuvo una correspondencia audiovisual con el iraní Abbas Kiarostami. De esa forma, Alumbramiento (2002) —dentro de Ten Minutes Older: The Trumpet—, La morte rouge (2006) o Vidrios partidos (2012), incluido en Centro histórico, película episódica sobre la ciudad portuguesa de Guimarães, han dado más muestras de su inmenso talento. Ha hecho mucho más, como participar en Un lugar en el cine (2008), de Alberto Morais, junto a Theo Angelopoulos; filmar piezas sobre Antonio López o repetir con Ana Torrent en Ana, tres minutos (2011), trabajo colectivo dedicado a las víctimas del desastre de Fukushima de marzo de 2011; y otras videoinstalaciones y ensayos fílmicos.
En noviembre de 2021, Erice, en su último acto con la prensa, presentó Piedra y cielo, un ensayo sobre el escultor Jorge Oteiza, y allí dijo: “No he dejado de ser cineasta, que ha sido mi dedicación principal. Se olvida todo lo que he hecho [después de El sol del membrillo], que han sido bastantes cosas que han circulado por lugares no propios de la industria cinematográfica. El problema no es producir películas, sino dónde se proyectan, y yo en los últimos años he hecho obra, pero desconocida”. La noticia de la preproducción de Cerrar los ojos ha dado la vuelta al mundo cinematográfico, que espera ansioso un nuevo trabajo de un cineasta fundamental.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.