El ombligo de Venus ataca al acueducto de Segovia
La planta, que también es conocida como sombrerillo común, podría afectar a largo plazo a las piedras del monumento por su acción mecánica y química. Por el momento no ha producido daños
La planta conocida como ombligo de Venus o sombrerillo común, cuyos tallos pueden alcanzar hasta los 40 centímetros, es una de las especies más comunes que crecen entre los sillares del acueducto de Segovia, declarado Patrimonio de la Humanidad, que está siendo sometido a trabajos de limpieza de la vegetación.
En un proyecto adjudicado a la empresa Trycsa por 39.203 euros, la intervención se lleva a cabo en toda la parte visible del monumento con el empleo de grúas elevadoras en algunas zonas. Los técnicos han observado que el ombligo de Venus (Umbilicus rupestris) está proliferando, especialmente en los últimos meses, y han considerado que es el momento idóneo para su retirada, ya que se trata de una planta perenne que permanece verde todo el año.
La aparición de vegetación superior en el acueducto de Segovia es un fenómeno cíclico y recurrente; afecta a la totalidad del monumento al estar expuesto a la intemperie permanentemente por su configuración y naturaleza. Es una problemática bien estudiada en todos los monumentos y que puede afectar a los materiales pétreos por la acción mecánica o química asociada a la presencia de estos elementos vegetales, según fuentes del Ayuntamiento de Segovia, que aborda los trabajos, dirigidos por el restaurador Carlos Sanz Velasco.
Esta colonización vegetal suele estar producida por plantas vasculares, raíces, restos vegetales y algunos elementos latentes. Los trabajos, que se desarrollarán durante tres meses, contemplan su fumigación con herbicida y la retirada posterior. Fuentes municipales aseguran que el daño que está causando la vegetación no es relevante, aunque se trata de un proceso lento sobre el que hay que tomar medidas enmarcadas en el mantenimiento del monumento para evitar la proliferación del fenómeno, teniendo en cuenta que las últimas limpiezas de vegetación se desarrollaron hace 30 años.
Por otra parte, el Ayuntamiento modificará la Ordenanza de Convivencia para reforzar la protección del patrimonio histórico de la ciudad y, especialmente, la del acueducto, contemplando nuevas conductas que suponen una agresión al monumento romano que son tipificadas como infracciones muy graves. Tanto acceder a la parte superior y al canal del acueducto sin autorización municipal o escalar, subir, trepar, descolgarse o cualquier otra acción similar sin permiso acarreará sanciones que pueden llegar a los 3.000 euros.
El autor de una pintada o grafiti en un edificio dentro del ámbito de protección declarado por la Unesco como Ciudad Vieja de Segovia y su acueducto se arriesga a ser sancionado con una multa de entre 1.500 a 3.000 euros.
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