Jerez saldará su deuda histórica con Lola Flores con la creación de un museo

Mariola Orellana recuerda muy bien la primera vez que conoció a Lola Flores (Jerez de la Frontera, 1923-Madrid, 1995): “La vi sentada en un sofá y me hipnotizó. Hasta el día que se fue me tuvo ahí pegada”. Casi tres décadas después de aquel encuentro, la representante ha vuelto a encontrarse con La Faraona en un guardamuebles de Madrid. Ella, junto a Carmen Mateos, amiga íntima de la artista, se han asomado al paseo vibrante de batas de cola, fotografías, vestidos, manuscritos y hasta pinturas que jalonan la vida y el mito de la folclórica. Una parte de ese legado compondrá el puzle del centro de interpretación con el que Jerez saldará al fin la deuda histórica con su artista más universal, justo en el centenario de su nacimiento.

“Ella sabía que le iban a hacer un museo. No imaginas lo que tenía guardado”, asegura Orellana, representante de Lolita y Rosario Flores. Y no le falta razón. En una de sus múltiples declaraciones, Lola Flores dejó claro que le gustaría tener un museo en la que fue su casa natal, en el número 45 de la jerezana calle del Sol. No será ahí —el edificio está en manos privadas y en estado mejorable de conservación—, pero sí será “una casita”, como dice Orellana, ubicada en la Nave del Aceite, un edificio histórico de unos 300 metros cuadrados repartidos en dos plantas. “Es un espacio íntimo y emocional”, explica la historiadora de la moda Laura Cerrato, encargada del inventariado del legado de la artista.

El espacio escogido, en plena plaza de Belén, al lado del futuro Museo del Flamenco —que debe ejecutar la Junta de Andalucía—, permitirá culminar con su inauguración en esta primavera una historia de décadas en la que la ciudad no conseguía desbloquear el proyecto, pese al deseo familiar de llevarlo a cabo. “Se intentó por otros gobiernos y no salió. Tuvimos que recuperar la confianza de la familia porque se le dijo tantas veces y no fue”, aseguró la alcaldesa, Mamen Sánchez, en un acto previo a la presentación del programa de actos por el centenario, que se hará este miércoles en Fitur. Al otro lado, Orellana confirma los buenos lazos creados estos años: “Lo valoramos todo y creímos que estaba bien, podríamos haberlo hecho en Sevilla o Madrid, pero ella quería en Jerez”. El Ayuntamiento invertirá más de 730.000 euros —según una primera estimación y aún susceptible de cambios— en la adecuación de un espacio que tiene previsto una segunda fase, en la que se sumará la creación de un tablao flamenco cercano para espectáculos, conferencias y actos culturales, que funcionará a modo de lugar “de encuentro con Lola”, perfila la regidora.

Cerrato ha pasado semanas inmersa entre los trajes, fotos, afiches o muebles que le iba cediendo la familia para que los catalogase e inventariase. En total, más de un centenar de piezas “con una fuerza vital que llega”, detalla, “porque adentrarte en todo ese mundo íntimo es muy emocionante”. Cada persona de las que han podido conocer de cerca lo atesorado tiene sus objetos fetiches. Orellana recuerda los manuscritos en los que apuntaba “cuando salía a trabajar, lo que le daba [pagaba] a los músicos o letras”, o la impresionante bata de cola negra con la que apareció en la película Sevillanas, de Carlos Saura (1992). Cerrato incide en los trajes y en su vestido de novia con Antonio González Batista, El Pescaílla, una pieza de alta costura de Asunción Bastida.

La selección final de lo que se expondrá aún es un misterio, aunque está claro que lo seleccionado será solo una pequeña parte de todo ese ingente patrimonio existente, condicionado por el espacio disponible en la Nave del Aceite. Por eso y por la propia conservación de las piezas —en el caso del patrimonio textil— está previsto que vayan rotando en la instalación. “Estamos muy condicionados por el espacio porque de Lola se podría rellenar un museo cuatro veces. Será una síntesis para quien lo visite una vez, pero también para el vecino que quiera volver. Para eso la idea es que esté vivo y eso será gracias a la actividad y la programación que se realice”, explica el arquitecto Juan Pablo Rodríguez Frade, responsable de una musealización que ahora está inmersa en la realización de las vitrinas. A eso se sumará una ruta cultural y turística por la ciudad con tres itinerarios temáticos en los que por supuesto estará presente el centro de interpretación.

La planta baja se reservará a la zona de venta de entradas y tienda, un escenario y un plató virtual en el que se podrá ver a Lola Flores bailando. La planta alta estará destinada a la “visión desgranada del personaje”, como resume Rodríguez. Eso englobará sus orígenes, su obra, el espectáculo —donde se expondrán algunas de sus batas y trajes—, su vida con un audiovisual y un espacio más en el que se abordará a La Faraona con más trajes, mantones y peinetas. “Lo importante es ella, transmitir el magnetismo de la persona. Cómo llegó donde llegó, hay que transmitir un carisma. Me gustan los museos pequeños, que abren el apetito por conocer más al personaje”, avanza el arquitecto.

Para darle el carácter dinámico con el que Rodríguez Frade ha ideado el espacio, será fundamental la vida que el centro tenga más allá de su apertura. Y ahí la familia ya ha mostrado su deseo de estar implicada por medio de “una comisión”, detalla Orellana. “Las hijas no han cobrado nada. Lo único que han pedido es que todo esté muy vinculado a ellas. Si hubiese un beneficio [con la venta de entradas y la comercialización], porque no es tan fácil, ellas percibirán una parte para crear una fundación con la que ayudar a nuevas promesas, como hizo su madre. No hay ánimo de lucro”, detalla la representante. La alcaldesa resalta “la generosidad de la familia”. Con todo, ambas partes aún no han desvelado al detalle los principios que guiarán el convenio de cesión de las piezas, que está previsto que la regidora firme esta semana en Madrid con Lolita y Rosario Flores, aprovechando su visita a Fitur.

El acto en la feria de turismo, en el que está previsto que intervenga la hermana menor de las Flores, servirá para abrir boca ante una agenda de eventos culturales que abarcará todo el año bajo el lema de Jerez, 100% Lola 100% Flores. El primer gran evento está previsto para el 21 de enero, día que conmemora el nacimiento de la artista universal. Será junto a su futuro centro de interpretación, al calor de los cantes de flamencos de Jerez y festoneado con miles de flores en una instalación artística efímera, en la que el Ayuntamiento pretende que se implique la ciudadanía. “Jerez le va a cantar y a bailar a Lola Flores”, adelanta la alcaldesa.