_
_
_
_
_

Goya, Velázquez, Sorolla y el Greco en Picadilly Street

La londinense Royal Academy of Arts se da un baño de españolidad con la muestra ‘Spain and the Hispanic World’, 150 obras procedentes de la Hispanic Society de Nueva York

'Las provincias de España: Castilla'. (1912-13), de Joaquín Soroya y Bastida.
'Las provincias de España: Castilla'. (1912-13), de Joaquín Soroya y Bastida.The Hispanic Society of America
Rafa de Miguel

En ocasiones hay que rendirse al tópico. La londinense Royal Academy of Arts (RAA, en sus siglas en inglés) presenta a partir del 21 de enero la muestra Spain and The Hispanic World (España y el Mundo Hispano), una compilación de 150 de las obras que ha atesorado durante más de un siglo la Hispanic Society de Nueva York. La visión romántica de una España de la que se enamoró el millonario estadounidense Archer M. Huntington, a cuya herencia artística dedicó un imponente edifico neoclásico en el Upper Manhattan. El estereotipo de un país conquistador y conquistado, árabe y mestizo, luminoso como las playas de Sorolla y asceta como los mártires ascendentes de El Greco. Una cultura que anticipó la modernidad en los trazos de Velázquez y, sobre todo, de Goya, y que perpetuó el folclore con La Familia del torero titano de Zuloaga o Los marineros de Castro Urdiales de Gutiérrez Solana.

Es una exposición fragmentada de una España invariable en la que hasta el modernismo de Anglada Camarasa se presenta con sus Falleras de Burriana; el de Rusiñol con el Calvario del cementerio de Sagunto; y el de Fortuny con sus Árabes ascendiendo una colina en un episodio de la guerra hispano-marroquí.

La colección de la Hispanic Society, que ya fue expuesta en el Museo del Prado en 2017, es la mayor recopilación de arte español e hispano fuera de España. Resulta complicado para cualquier comisario intentar plantear una nueva perspectiva o punto de vista distinto de un conjunto de pinturas y artes decorativas que responden al anhelo de una sociedad idílica, primitiva y rural por parte de quien se lanzó a adquirirlas. Huntington, probablemente, deploraba la industrialización que alteró en el siglo XIX el paisaje estadounidense, pero no buscó su refugio en el Sur esclavista ni en el Oeste de los pioneros, sino en la España rural que descubrió en una pequeña librería de Liverpool, antes de emprender con su familia el primer viaje al continente europeo.

“Es la visión de un hombre en concreto, Archer Huntington, que recopiló y juntó todas estas obras porque se enamoró de España cuando era joven, y decidió que el Museo Metropolitano de Nueva York no representaba correctamente el arte español, por lo que decidió abrir su propio museo allá por 1904″, explica Per Rumberg, uno de los dos comisarios que ha puesto en pie la que pretenden que sea una de las exposiciones más importantes de la RAA en 2023. “Hemos cambiado ligeramente el planteamiento de lo que fue la exposición en el Prado. Aproximadamente se mantiene en sus dos terceras partes. Hemos eliminado algunos de los documentos históricos que se exhibieron en Madrid para concentrarnos más en las obras de arte. No hemos incluido la serie de retratos del siglo XIX que resultaban más interesantes para el público español. Hemos dedicado una galería expresamente a Goya, con un retrato extra [el de su amigo Pedro Mocarte]. Y hemos puesto énfasis, con tres galerías, en las expresiones artísticas del mundo hispánico de América Latina en la era colonial”, resume Rumberg.

'Jóvenes de Burriana, falleras'. (1910-11), de Hermenegildo Anglada Camarasa.
'Jóvenes de Burriana, falleras'. (1910-11), de Hermenegildo Anglada Camarasa.The Hispanic Society of America

La Hispanic Society, rodeada de una importante comunidad hispana en el barrio de Washington Heights de Manhattan, ha dedicado notables esfuerzos en los últimos años a incorporar material de la América colonial a su colección. La selección del lienzo El Costeño, de José Agustín Arrieta, el retrato de un joven de origen africano en la localidad mexicana de Veracruz; o de Las castas: de mestizo e india produce coyote, el cuadro de Juan Rodríguez Juárez que refleja la obsesión con la raza, las mezclas y la pureza de sangre, muestran que los comisarios han querido transmitir cierta intencionalidad a la parte americana de la exposición, en línea con la propia revisión del pasado colonial que los británicos impulsan a golpe de debate en su propio país.

“Claro que es polémico el periodo colonial, e intentamos abordarlo desde esa perspectiva en nuestros textos e interpretaciones. Pero también muestra una fusión de tradiciones indígenas y españolas, así como las múltiples capas que componen al final la historia artística de España”, admite Rumberg.

Los tesoros que perdonan el tópico

Conviene al visitante de la exposición de la RAA, sobre todo al visitante español, olvidar el planteamiento general que se le propone y centrarse en la oportunidad de tener ante sus ojos obras maestras individuales. El retrato de cuerpo entero de la duquesa de Alba realizado por Goya vale por sí mismo el viaje hasta Picadilly Street. El de Fuendetodos guardó para sí, en su propio estudio, muchos años después de la muerte de María Teresa de Silva, la imagen de la aristócrata española con su traje negro de maja, esa declaración de cercanía con el pueblo repetida décadas después por la tercera de las Alba que ostentó el título de duquesa.

'Retrato de muchacha' (1638-1642), de Diego de Silva y Velázquez.
'Retrato de muchacha' (1638-1642), de Diego de Silva y Velázquez.The Hispanic Society of America

El Penitente san Jerónimo, de El Greco, o la Santa Emerentiana de Zurbarán, sirven para representar esa España imbuida de religiosidad y a la vez tan grandiosa y solemne con la que aún sueñan muchos anglosajones. Y los niños que se arrastran por las luminosas orillas del Mediterráneo, o las muchachas que se visten después del baño marino en los lienzos de Sorolla no dejan de ser el Levante por el que aún suspiran —e inundan— cada verano millones de ingleses.

La sorpresa final de la exposición es una tonelada de tópicos a lo largo de varios metros. Por primera vez, puede contemplarse el boceto elaborado por el pintor valenciano con acuarela en papel de estraza, antes de ponerse a trabajar en la gran obra que le encargó Huntington: Visions of Spain (Visión de España), los catorce grandes paneles con varias de las regiones de España. Pescadores, labriegos, bandoleros, falleras y gitanas, ataviados todos con el vestuario folclórico local, bajo la majestuosidad de catedrales o la cotidianidad de hórreo y chozas de adobe.

Como en muchas exposiciones, el recorrido de esta también desemboca en la tienda del museo, donde espera al visitante una mesa con legumbres de León El Maragato, latas de atún en aceite de oliva y de sardinas, sacos de arroz bomba —indispensable en cualquier paella—, botes de azafrán, pimientos secos y dulces de Doña Jimena. Todo entre cuencos y jarras de barro. Ración y media de españolidad en la calle de Piccadilly.





Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Sobre la firma

Rafa de Miguel
Es el corresponsal de EL PAÍS para el Reino Unido e Irlanda. Fue el primer corresponsal de CNN+ en EE UU, donde cubrió el 11-S. Ha dirigido los Servicios Informativos de la SER, fue redactor Jefe de España y Director Adjunto de EL PAÍS. Licenciado en Derecho y Máster en Periodismo por la Escuela de EL PAÍS/UNAM.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_