Personajes ejemplares
Los toros de Miura, muy mansos y deslucidos, no ofrecieron opciones a la terna en la última corrida, que tampoco contó con la asistencia del público
Los toreros, tanto los de oro como los de plata, son personajes ejemplares, sin duda. Hoy ha hecho el paseíllo Manuel Escribano, y resulta que se presentó con el escafoides de la mano izquierda roto, y con serios problemas óseos en el cuerno del menisco de la rodilla derecha y el dedo gordo del pie izquierdo.
Fortes tenía vendada la mano derecha y lucía en su rostro las secuelas de la tremenda cogida que sufrió el pasado día 16 en la feria de Málaga.
El único aparentemente normal ha sido López Chaves. Y los tres se han enfrentado a una durísima corrida de Miura, la más deslucida de la feria, mansa, bronca y áspera, y ninguno ha hecho un mal gesto ni se ha acordado de lo que le dolía.
Chaves, el más entero, despachó al toro más dificultoso de la tarde, el cuarto, un ‘regalo’ que no admitió un solo pase, con la pasmosa facilidad de un torero con oficio, soltura y conocimiento admirable. Su actuación no le acarreará muchos contratos, pero él ha dejado constancia de una responsable profesionalidad que bien debiera tener su recompensa. Ni ese cuarto ni el primero le han permitido mostrar detalle alguno de su tauromaquia, pero ahí ha quedado su disposición, firmeza y magisterio.
Escribano no banderilleó, como suele ser habitual, por los problemas físicos ya citados, que quizá hayan empeorado porque, instantes después de pinchar al quinto de la tarde, el toro le dio un arreón y tuvo que poner pies el polvorosa para alcanzar a duras penas un burladero entre evidentes gestos de dolor.
Pero antes de ese susto, Escribano había esperado a sus dos miuras de rodillas frente a la puerta de toriles con sendas largas cambiadas, y recibió al sobrero de La Palmosilla con cinco hondas y templadas verónicas y dos medias que fue lo mejor de la tarde. Ese animal, bravo en el caballo, y de noble condición, duró poco en el tercio final. Brindó el torero al público e inició su labor con dos pases cambiados por la espalda y un par de limpias y largas tandas con la mano derecha en las que el toro demostró su fijeza y transmisión; pero hasta ahí pudo leer. El animal se apagó como una bombilla y lo que pudo ser se quedó en un mal sueño. El miura quinto no quiso embestir.
Y Fortes se enfrentaba a una seria papeleta. Ha estado mucho tiempo fuera de los ruedos a causa de continuas lesiones, y la voltereta malagueña no la olvidará fácilmente, y va y se anuncia con Miura en Bilbao. ¡Un torero, ni más ni menos!
No tuvo oponentes para el lucimiento, pero no rehuyó la pelea, aguantó miradas extrañas y sorteó con oficio parones complicados. Participó en quites por chicuelinas y gaoneras ceñidas, y robó algún estimable muletazo a su primero, porque el sexto no permitió ni uno, dificultad que se vio aumentada porque en ese momento aparecieron rachas de viento.
En fin, continua la leyenda de Miura ―un fracaso como este no le afecta― sin rentabilidad alguna para estos tres personajes ejemplares que deberán seguir luchando contra viento y marea sin que nadie les recompense por la proeza realizada.
(Acabó la feria de Bilbao; lo sucedido bien merecería una reflexión de los responsables de la plaza si existe interés en que este ciclo taurino no desaparezca).
Miura/Chaves, Escribano, Fortes
Toros de Miura, -el segundo, devuelto por inválido-, bien presentados, muy mansos, broncos y deslucidos (los lidiados en primero, segundo, cuarto y quinto lugares salieron al ruedo con el pitón izquierdo astillado). Sobrero de La Palmosilla, bravo, noble y apagado.
López Chaves: dos pinchazos y casi entera tendida (ovación); media, pinchazo y estocada contraria (ovación).
Manuel Escribano: media en los bajos (silencio); pinchazo y estocada tendida y baja (silencio).
Fortes: estocada baja, dos descabellos _aviso_ y un descabello (ovación); estocada perpendicular y atravesada y un descabello (silencio).
Plaza de toros de Bilbao. 28 de agosto. Noveno y último festejo de la Semana Grande. Algo más de un cuarto de entrada.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.