Spiderman, Thor, Hulk y Iron Man: cuatro leyendas en 12 cómics para todos los gustos y los públicos

Cuatro mitos. Seis décadas cada uno. El total arroja centenares de historias, a lo largo de los 60 años de vida que ahora cumplen Spiderman, Thor, Hulk e Iron Man. Imposible citar todas las mejores, serían demasiadas. Así que más vale irse a lo contrario, la síntesis excesiva: tres tebeos cada uno. Quedan fuera, por supuesto, decenas de cómics que merecerían estar. El criterio, con varias sugerencias del editor de Panini Cómics Alejandro Martínez, mezcla presente y pasado, así como novelas gráficas que puedan valer tanto para fans empedernidos como para quien se acerque por primera vez. La selección suspende, eso sí, en representatividad: he aquí a hombres blancos retratando a hombres blancos. Lo que refleja como funcionó la gran industria del cómic durante estas décadas. Aunque algo parece estar cambiando. Tal vez el resultado pueda verse justo en una lista como esta, en unos años.

Spiderman

Toda una vida, de Chip Zdarsky y Mark Bagley. Lo dice el propio título. Por definición —e intereses comerciales— los grandes superhéroes no pueden envejecer. Han de mantenerse siempre jóvenes, en forma y capaces de vivir miles de aventuras. Pero siempre se puede imaginar un mundo alternativo donde el tiempo avanza, también para Peter Parker. Aquí no se queda en la adolescencia, sino que se hace adulto, y hasta anciano. Los aficionados encontrarán un repaso a todos los grandes personajes que han poblado la saga de Spiderman y una declaración de amor al personaje. Los novatos no captarán muchas alusiones, pero tendrán una historia completa del hombre araña, de principio a… ¿fin?

La última cacería de Kraven, de Mike Zeck y J. M. DeMatteis. Spiderman siempre ha sido uno de los personajes más adorados de la historia del cómic. Puestos a buscarle una pega, sin embargo, muchos lectores han lamentado su excesiva luz: casi nunca el hombre araña y sus historias bucean hasta el fondo en las sombras. He aquí la excepción quizás más célebre y aplaudida. Un guion adulto y profundo, dudas existenciales, ritmo narrativo intrigante y un villano a la altura. Todo está en juego, hasta sus últimas consecuencias.

Entre los muertos, de Frank Cho, Mark Millar y Terry Dodson. Un enemigo. Y otro. Y otro más. Hasta enfrentarse a prácticamente todas las némesis más célebres de sus aventuras. Y a la desesperación de una batalla que, esta vez, parece imposible de ganar. Entre otras cosas, porque los villanos cuentan con un arma definitiva: conocen la identidad secreta de Spiderman. Y pueden atacar a su familia.

Iron Man

El demonio en una botella, de Bob Layton, John Romita Jr. y David Michelinie. Encabeza casi todas las listas de las mejores historias de Iron Man. Tal vez sea por la valentía del planteamiento: más que los villanos, la amenaza que arrincona a Tony Stark es el alcoholismo. Aunque este cómic es mucho más: tanto que convirtió de golpe al Hombre de Hierro, hasta entonces menos popular que otros mitos de Marvel, en un personaje fundamental.

Extremis, de Warren Ellis y Adi Granov. La web de Panini Comics no se queda corta: “La aventura de Iron Man más influyente de todos los tiempos”. Un dibujo tremendamente realista, una historia sobre las armas, los virus y el peligro de que acaben en las manos equivocadas. Un cómic futurista como el propio Tony Stark.

Invencible Iron Man. Riri Williams, de Brian Michael Bendis, Stefano Caselli, Marte Gracia y Kate Niemczyk. Tony Stark nació en 1963 como un emprendedor volcado en el negocio de las armas. Pero el mundo cambió, el público también y Marvel decidió que el personaje despertaría más simpatía dedicándose a la tecnología y la filantropía. El planeta, en los últimos años, ha vuelto a modificar su visión. Y, al fin, ya no se conforma con el relato de los hombres blancos heterosexuales. En los últimos años, se ha acusado a Marvel de crear historias ad hoc solo para darse un lavado de cara más inclusivo, y es cierto que algunas han dejado que desear. Otras, en cambio, llegaron para quedarse. Como Miles Morales. Como Ms. Marvel. Y como Riri Williams, la niña prodigio que en esta novela gráfica se atreve a recoger el legado de Iron Man.

Thor

Relatos de Asgard, de Stan Lee y Jack Kirby. Uno quería realizar un cómic sobre un dios. El otro era un gran apasionado de las mitologías antiguas. Elegir la griega resultaba demasiado obvio. De ahí que Lee y Kirby miraran finalmente más al norte. Y aunque los comienzos de Thor en los cómics fueran algo confusos, pronto el dios del trueno encontró su rumbo. Y entonces los dos creadores quisieron ir más allá: todo el mundo de Thor, su familia, sus amigos y rivales (como Surtur, protagonista de otra gran saga dibujada del dios nórdico) están en este tebeo, que Panini considera “el punto de partida de la mitología en los cómics Marvel”.

Renacimiento, de J. Michael Straczynski y Olivier Coipel. El Ragnarok, el apocalipsis de la mitología nórdica, lo ha destruido todo. La guerra civil entre superhéroes, también. Pero Thor se levanta una vez más sobre las cenizas de un mundo en ruinas. Una obra considerada imprescindible en prácticamente todas las listas sobre el dios del trueno.

El trueno en las venas, de Jason Aaron, Russell Dauterman, Rafa Garrés, Frazer Irving y Matthew Wilson. Cierto consenso rodea el talento de Jason Aaron como guionista. Y, aun así, el escritor debió insistir y defender su diosa del trueno: “No es Thorita. Es Thor”. Algún fragmento del público, evidentemente, debe de creer que una mujer no es digna de levantar el célebre martillo. Aunque la mayoría de lectores, en realidad, ha tardado muy poco en rendirse ante un personaje y una saga que suponen uno de los mayores hallazgos creativos de Marvel en los últimos años. Como una ópera, pero dibujada.

Hulk

Planeta Hulk, de Greeg Pak, Carlo Pagulayan y Aaron Lopresti. Ser Hulk nunca fue fácil. Ya en sus primeras viñetas el pobre doctor Bruce Banner acababa llorando por su tendencia a convertirse en una enorme y enfurecida criatura verde. Pero ahora, además, La Masa se encuentra exiliada, traicionada y obligada a pelear como nunca. Con ecos de Espartaco, Ben-Hur o Gladiator, Hulk baja a la arena con yelmo, coraza y una historia tan sencilla como épica.

Círculo vicioso, de Peter David, con Al Milgrom y Todd McFarlane. Cada vez que se pregunta por una etapa clave en la historia de Hulk la respuesta se repite idéntica: la de Peter David. El guionista cogió el testigo del personaje en 1987 y lo encumbró hasta niveles narrativos que, probablemente, no había conocido nunca. El choque con Lobezno ha quedado como el momento más recordado de una de las pocas épocas trascendentales vividas por los cómics de Bruce Banner.

O es ambos, de Al Ewing y Joe Bennett. Una de las sagas más recientes de Hulk, conocida como El inmortal, está considerada también como una de las más logradas. Se suele decir que esta etapa ha llevado hasta las extremas consecuencias la lucha de Bruce Banner contra sus demonios interiores. Muerte, destrucción, inseguridad, investigación. Como siempre. Pero más. Y mejor.