La tragedia de la redada masiva de judíos en París en 1942, a través de la mirada de Cabu
El dibujante francés, asesinado en el atentado contra Charlie Hebdo, retrató en 1967 la redada del Velódromo de Invierno, en la que fueron detenidos unos 13.000 judíos, casi todos luego deportados y asesinados en Auschwitz. Una exposición muestra estas ilustraciones en el 80º aniversario de uno de los episodios más oscuros de Francia
En 1967, el dibujante francés Jean Cabut, Cabu, descubrió, como muchos otros franceses, a través de la publicación de un libro, un episodio de su historia nacional reciente, pero que había quedado convenientemente relegado a los cajones más remotos de la memoria colectiva: las masivas operaciones de arresto de judíos perpetradas en el verano de 1942 en París, conocidas como la Redada del Velódromo de Invierno. Cabu, entonces un dibujante de 29 años de fama incipiente pero aún no asentada, participó en la reconstrucción de esa memoria ilustrando para una revista ese episodio sombrío del relato nacional. En el 80º aniversario de la trágica redada, una exposición en París muestra por primera vez al público las potentes ilustraciones de un autor que acabaría siendo, él mismo, víctima del odio al otro: fue uno de los brutalmente asesinados en el atentado extremista en enero de 2015 contra la revista satírica Charlie Hebdo, desde la que había combatido todo tipo de fanatismos.
Entre el 16 y 17 de julio de 1942, casi 13.000 hombres, mujeres y niños judíos fueron arrestados en todo París en una operación policial francesa que respondía a un acuerdo entre el régimen colaboracionista de Vichy y las autoridades alemanas para aplicar, también en Francia, la “solución final a la cuestión judía”, es decir, su exterminio, decidido por los nazis. Unos 4.500 policías participaron en la amplia redada. La mayoría de los detenidos, sobre todo las familias, acabaron hacinados en el Velódromo de Invierno de París, en un primer paso para casi todos hacia su deportación al campo de exterminio de Auschwitz, incluidos más de 4.000 niños. Solo unos pocos sobrevivieron.
De la redada del Vel d’Hiv, por su abreviación francesa, solo se ha conservado una fotografía: una imagen tomada desde un lugar impreciso que muestra varios autobuses detenidos frente al velódromo, un pabellón deportivo cerca de la Torre Eiffel.
La documentación y, sobre todo, los testimonios de las redadas durante esos dos terribles días de verano por todo París, son abundantes. Pero no había más imágenes. Eso cambió en 1967. Ese año, la revista Le Nouveau Candide decide publicar extractos de un libro que acaba de ser editado y que promete conmocionar a una sociedad francesa que, hasta entonces, había mantenido en el olvido el terrible evento de 1942: La Grande rafle du Vel d’Hiv, 16 juillet 1942 (La gran redada del Velódromo de Invierno, 16 de julio de 1942), de Claude Lévy y Paul Tillard.
Le Nouveau Candide le pide a Cabu que ilustre la serie. El encargo marcará de por vida a uno de los diseñadores gráficos más agudos y conocidos de Francia y dejará un testimonio clave de la redada, que el Memorial de la Shoah de París ha recuperado ahora en una exposición dedicada a las ilustraciones de Cabu como parte de las conmemoraciones por el 80º aniversario del terrible episodio, que hasta hoy genera controversia política.
“Un puñetazo en la boca”
La exposición muestra por primera vez las 16 ilustraciones, una de ellas inédita, que Cabu elaboró en 1967. Aunque su famoso estilo está presente en todas ellas, el resultado es distinto a sus otros trabajos. Muestra el impacto que le provocó al propio dibujante —”como un puñetazo en la boca”, decía— un episodio que tampoco conocía hasta que recibió el encargo que, como también contó en varias ocasiones, le provocó pesadillas mientras lo cumplía.
Su viuda, Véronique Cabu, insiste sobre la distinción que el dibujante hacía de este trabajo del resto de su amplia obra. “Él hablaba de ilustraciones, no es el Cabu de los dibujos con bocadillos de diálogo, es un Cabu que ilustra una escena de vida, de tragedia”, explicó durante la presentación de la muestra, que se podrá visitar en París hasta el 7 de noviembre. En blanco y negro, “sin palabras, pero comprensibles para todo el mundo”, mediante la fuerza de unos trazos capaces de retratar la angustia, la desesperación de las víctimas, el diseñador transmite su estado de ánimo ante una amenaza que muchos no son aún capaces de calibrar en su justa y terrible medida.
El comisario de la exposición y especialista en el régimen de Vichy, Laurent Joly, señala que entre las ilustraciones de Cabu, que vienen acompañadas de un amplio contexto histórico y testimonios de la redada, hay “diseños estrictamente fieles a la realidad y otros que están destinados a golpear la imaginación, para comprender la inmensidad del crimen que se perpetró en París el 16 de julio de 1942″.
Esto último, señala el historiador, que acaba de publicar el libro La redada de Vel d’Hiv, se da especialmente en ilustraciones como la que enfrenta a un hombre judío —en todos los dibujos, la funesta estrella de David es bien visible en las víctimas— caminando solo por una calle de puertas y ventanas firmemente cerradas (muchos no querían ver, o saber, lo que sucedía) hacia varios hombres vestidos con diversos uniformes que representan a las autoridades francesas y alemanas. En realidad, señala Joly, las detenciones las realizaron policías franceses, pero esa imagen transmite la soledad, y el miedo, de una víctima ante sus verdugos.
Tanto para la viuda del dibujante como para el historiador, que han trabajado estrechamente durante meses para preparar la exposición, es importante que esta se muestre ahora, en tiempos en que vuelven las tentaciones revisionistas de la historia, y que se haga en un lugar como el Memorial de la Shoah de París, el mayor centro de archivos en Europa sobre la historia del genocidio judío en este continente durante la Segunda Guerra Mundial. El centro, inaugurado en 2005, es visitado asiduamente por escolares y sus profesores. La transmisión de la historia, conocerla, coinciden ambos, es el primer paso para que esta no se vuelva a repetir.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.