Dos cuadros de Goya que no pueden salir de España coinciden en el mercado de subastas

El verano de 2022 se muestra como un buen momento para adquirir un lienzo de Goya en Madrid. El 23 de junio y el 6 de julio se podrá pujar en las salas Alcalá Subastas y Abalarte por los cuadros Aparición de la Virgen del Pilar al apóstol Santiago y sus discípulos (1775) y Bautismo de Cristo (1774), salidos de la mano del inmortal artista de Fuendetodos. Será necesario tener disponibles entre dos y dos millones y medio de euros de entrada para hacerse con cualquiera de ellos, pero teniendo en cuenta que son inexportables.

El rostro de Jesús en Bautismo de Cristo, según Abalarte Subastas, podría ser el del mismo Francisco de Goya (1746-1828), “ya que el pelo aparece recogido en una coleta, al igual que en otros autorretratos del pintor”. Según el Ministerio de Cultura y Deporte, se trata de “una obra unánimemente considerada de Goya, de gran calidad técnica y expresiva y que se encuentra en un excelente estado de conservación”. Tanto es así que el ministerio ha prohibido que el óleo pueda salir al extranjero, excepto para exposiciones.

El lienzo, de 45 por 39 centímetros, perteneció a Juan Martín de Goicoechea y Galarza (1732-1806), amigo protector del genio aragonés, y de este, a su muerte, pasó a su sobrino Pedro Miguel López de Goicocechea. A partir de ahí, la obra fue de mansión en mansión hasta recalar en manos de sus actuales propietarios, que ahora lo sacan a la venta al mejor postor el 6 de julio con un precio de salida de dos millones y medio de euros.

Según el Catálogo de la Fundación Goya en Aragón, “la pintura se realizó sobre una preparación con una baja concentración de cola, lo que originó un craquelado en forma de teja muy acentuado y muy característico de algunas obras de esta época del artista. Esto hacía que el pigmento se desprendiese con facilidad del tejido por los bordes de las islas que el cuarteamiento forma y por ello la obra se sometió a un tratamiento de consolidación y restauración en la década de los ochenta del siglo XX”.

Por su parte, Aparición de la Virgen del Pilar al apóstol Santiago y sus discípulos es, según la revista TheArtMarket, un “magnífico lienzo de gran formato (107 por 80 cm) dado a conocer por el marqués de Lozoya en 1951. La pieza se pudo ver en 2012 en la muestra del Palacio Real Goya y el infante Don Luis el exilio y el reino. Arte y ciencia en la época de la Ilustración española. Posteriormente, entre 2013 y 2018, formó parte de la exposición permanente del Museo de Goya en Zaragoza, en régimen de comodato [préstamo] .

Según el Heraldo de Aragón, la pintura se ofrecerá al mejor postor el próximo 23 de junio a partir de dos millones de euros, “cifra sensiblemente inferior a la que tenía cuando salió al mercado en 2011, entonces en la también madrileña Caylus, que lo ofrecía en venta directa por 4,5 millones”.

Por su parte, la Fundación Ibercaja ha incorporado este miércoles a su Museo Goya de Zaragoza una obra inédita del pintor: El retrato del joven Duque de Alba y Marqués de Villafranca, José María Álvarez de Toledo, Osorio y Gonzaga (1783). Se trata de un óleo sobre lienzo de 52,5 por 42,7 centímetros que procede de una colección privada. Como la obra carece de documentación alguna, se han comparado los rasgos del personaje que refleja la tela con los que muestra un cuadro que se conserva en Chicago del aristócrata. Los estudios biométricos han confirmado que se trata de la misma persona: el duque de Alba que conoció Goya y al que hizo inmortal.