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El Teatro Real cancela las funciones del Ballet Bolshói

El coliseo madrileño se suma a las numerosas instituciones que han vetado a artistas rusos en los últimos días en todo el mundo

Un momento del homenaje a las víctimas de la guerra en Ucrania en el Teatro Real el pasado domingo durante la última función de la ópera 'El ocaso de los dioses', de Wagner.
Un momento del homenaje a las víctimas de la guerra en Ucrania en el Teatro Real el pasado domingo durante la última función de la ópera 'El ocaso de los dioses', de Wagner.- (EFE/Teatro Real)
El País

El Teatro Real ha anunciado este viernes que ha decidido suspender las seis representaciones de la obra La bayadera que el emblemático Ballet Bolshói iba a ofrecer en su escenario en mayo debido “al conflicto bélico desatado por Rusia en Ucrania, que está originando una grave crisis en el mundo y una dolorosa emergencia humanitaria”, según explica el coliseo madrileño en un comunicado. La institución lamenta no contar con esta prestigiosa compañía rusa, referente mundial de la danza clásica, “cuyo director, Vladimir Urin, se ha pronunciado esta semana públicamente a favor de Ucrania y en contra de la guerra”, recuerda la nota.

La cancelación llega después de que el pasado domingo el equipo artístico que representaba en el Teatro Real su última función de la ópera El ocaso de los dioses, de Wagner, mostrase su solidaridad con las víctimas envolviendo en la bandera de Ucrania el cadáver de su protagonista, Siegfried, muerto en la escena final.

El coliseo madrileño se suma así a las numerosas instituciones que en los últimos días han decidido cancelar actuaciones de artistas rusos por la invasión de su país a Ucrania. Dentro de España, el Festival de Música de Peralada anunció la suspensión de las funciones del Ballet del Teatro Mariinsky de San Petersburgo, otra de las grandes citas de la danza clásica de la temporada, previstas para los días 8 y 9 de julio. Ese mismo día, el Liceu de Barcelona confirmó que la soprano Anna Netrebko no cantará en el concierto de su 175 aniversario el próximo 3 de abril. La cantante, cercana al presidente Vladímir Putin, llevaba días en el punto de mira después de que el pasado sábado publicara un mensaje en las redes sociales en el que lamentaba la guerra pero también las presiones internacionales que estaba recibiendo para que se pronunciara “en contra de su patria”. Dada la hostilidad que recibió, ella misma decidió cancelar varios compromisos próximos argumentando que prefería mantenerse alejada de los escenarios un tiempo. Ayer la Ópera Metropolitana de Nueva York informó de que no contará con ella en las próximas dos temporadas. “En el caso de alguien tan estrechamente relacionado con Putin, denunciar la guerra no es suficiente”, declaró tajante el director general de la institución, Peter Gelb, al diario The New York Times. Otro gran damnificado es el director de orquesta Valery Gerguiev, amigo declarado de Putin, que se ha negado a condenar públicamente el ataque, lo que le ha valido la cancelación de conciertos internacionales (Carnegie Hall, Filarmónica de París), la rescisión de su contrato en la Scala de Milán y su despido como director de la Filarmónica de Múnich.

Los boicoteos se suceden en cascada desde la semana pasada. Muy contundente ha sido la respuesta de Reino Unido, donde se ha parado la gira que tenía en marcha el Ballet Estatal de Siberia; y la Royal Opera House de Londres ha anulado la temporada de danza del Bolshói en verano. El Bolshói, por su parte, ha suspendido la actuación que tenía previsto ofrecer el español Plácido Domingo el próximo 8 de marzo en su sede.

La guerra también está complicando la actividad de la sede del Museo Estatal de Arte Ruso de San Petersburgo en Málaga. El centro sigue abierto pero no podrá renovar sus exposiciones actuales al no ser posible las transferencias económicas comprometidas por el Ayuntamiento de la ciudad debido a las sanciones a Rusia por la invasión de Ucrania, según ha anunciado este viernes el alcalde, Francisco de la Torre. El regidor ha sido presionado por la oposición para que cierre el centro pero, de momento, él ha rechazado esa idea recordando que el acuerdo de Málaga con San Petersburgo ha “permitido disfrutar de obras de arte maravillosas”. “Hay que separar lo que es la cultura y el arte ruso de sus gobernantes, teniendo en cuenta además las manifestaciones de dirigentes de la cultura rusa, de dirigentes económicos y del propio pueblo ruso en contra de la invasión, con riesgo para su libertad”, ha dicho.

De la Torre también está recibiendo presiones para que devuelva la Medalla Pushkin, con la que fue condecorado en 2018 por Putin por contribuir a los lazos culturales entre Rusia y España. De la Torre no ha decidido todavía sobre este asunto.

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