La editorial holandesa Ambo Anthos frena la reedición del libro que señala a un notario judío como delator de Ana Frank
El sello se disculpa en una carta y admite que debió haber sido más crítico con la investigación sobre el ‘caso Ana Frank’, que firma una canadiense y cuyos derechos mundiales están en manos de HarperCollins
La editorial holandesa Ambo Anthos ha pospuesto la reimpresión en lengua neerlandesa del libro ¿Quién traicionó a Ana Frank?, escrito por la canadiense Rosemary Sullivan. Lanzado a escala mundial el pasado 17 de enero, el estudio señala a un notario judío, Arnold van den Bergh, como el posible delator de la autora del Diario más famoso del Holocausto. Pero varios historiadores de Países Bajos han señalado la falta de pruebas fiables para sostener que el fedatario público traicionase a la niña y a su familia, y consideran que se han tomado como ciertos hechos que no han sido confirmados de forma satisfactoria.
En una carta enviada a los autores que publican en el sello, la editorial neerlandesa ha pedido disculpas “a todos los que se hayan sentido ofendidos”, y acepta que debió haber sido más crítica ante una teoría acusatoria de este tipo. Desde Ambo Anthos añaden que están a la espera de que se despejen las dudas suscitadas por las conclusiones de la obra para ver si la reimprimen.
Aunque la nota con las excusas de la editorial es de carácter interno, la escritora y periodista Ronit Palache la ha difundido en sus cuentas de Twitter y Facebook. En el texto enviado a sus autores la editorial indica que se interesó hace cuatro años por los derechos de una investigación sobre quién traicionó a la familia Frank y desveló su escondite. “Nos pareció valiosa, por los expertos, organismos e instituciones involucrados [23 personas de siete países que han trabajado durante cinco años] y porque reuniría información para investigaciones futuras”, explican los editores neerlandeses. Apuntan también que la casa estadounidense HarperCollins “tiene los derechos mundiales y decide el contenido”, y añaden que “sentimos mucho la reacción que ha causado una obra publicada por nosotros; debimos haber sido más críticos”. Las disculpas van acompañadas de la siguiente advertencia: “Esperamos la respuesta de los investigadores a las preguntas suscitadas por su trabajo, y posponemos la decisión de imprimir nuevas reediciones”. HarperCollins no ha hecho comentarios por ahora.
Según el nuevo libro, el Consejo Judío, que representaba a la comunidad en Ámsterdam, tenía listas de los que se escondían y estas pudieron haber sido vistas por el notario Arnold van den Bergh. Era uno de sus miembros y un profesional conocido en aquellos momentos, y se le señala como posible delator para salvar a su familia. Si bien el Consejo Judío fue criticado después de la Segunda Guerra Mundial por su papel como instrumento en manos de las fuerzas ocupantes, no se ha podido demostrar que tuviesen los nombres de los refugiados de su propia comunidad. Tampoco, que el notario Van den Bergh los cediera. “Por el contrario, las pruebas de que él estaba oculto cuando los nazis encontraron a los refugiados del anexo son abrumadoras”, dice, al teléfono, Johannes Houwink ten Cate especialista en el estudio del Holocausto.
Ana Frank se ocultó junto con sus padres, hermana y otras cuatro personas en el anexo de una casa de los canales de Ámsterdam. Permanecieron allí entre julio de 1942 y agosto de 1944, cuando fueron descubiertos por policías alemanes y holandeses. Solo Otto Frank, el padre, regresó de los campos de concentración.
El equipo de investigadores que ha trabajado en ¿Quién traicionó a Ana Frank? contó con la ayuda de Vince Pankoke, un exagente del FBI, que ha aportado su experiencia en casos policiales sin cerrar. Una vez descartadas una treintena de teorías sobre supuestos traidores, después de haber aplicado modernos métodos de investigación y con apoyo de la inteligencia artificial, presentan la teoría del notario judío. Tenían, según explican, “un 85% de seguridad”, una cifra considerada “ridícula” por historiadores holandeses como David Barnouw, autor del libro The Phenomenon of Anne Frank (Indiana University Press, 2018).
Por su parte, la Casa museo de Ana Frank, abierta en la capital holandesa en el lugar del escondite, ha pedido que haya más estudios, “porque mientras no tengamos un 100% o un 200% de seguridad, hay que ser cuidadosos diciendo algo así”. El Fondo de Ana Frank, con sede en Basilea y que gestiona la distribución y utilización del Diario, también se ha mostrado muy crítico. Desde allí, califican de “rayanas en la teoría de la conspiración” las conclusiones planteadas en el nuevo libro.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.