Una reinterpretación de una fotografía de Colita, nueva imagen de la Bienal de Flamenco de Sevilla

Colita, Isabel Steva (Barcelona, 81 años), descubrió el flamenco en 1962, cuando trabajaba como fotógrafa en el rodaje de la película Los Tarantos que protagonizó Carmen Amaya. Su baile le despertó un sentimiento tan profundo que, reconoce, se les saltaron las lágrimas a todos los presentes. “Una sensación muy fuerte que nunca he vuelto a experimentar y siempre he buscado”, ha asegurado la fotógrafa por videoconferencia en la presentación del cartel de la 22ª Bienal de Flamenco de Sevilla, inspirado en una de sus más famosas instantáneas.

Chema Blanco, director de la cita flamenca más importante del mundo que se celebrará del 8 de septiembre al 1 de octubre de 2022, le había pedido el cartel para esta edición a Colita, tarea que ella declinó, pero aceptó elegir a otra profesional para el encargo: recrear una de las míticas instantáneas de la fotógrafa catalana protagonizada por cuatro grandes cantaores pero en clave femenina. En la imagen de referencia, que forma parte de la colección del Museo Reina Sofía, aparecen Antonio Mairena, Tomás Torres, Antonio Núñez Chocolate y Pepe Pinto, están en 1969 en el bar que este último tenía en la Alameda de Hércules.

“Son las casualidades del destino. Yo le estaba haciendo fotos a Mairena en el monumento a La Niña de los Peines y después fuimos al bar del Pinto, que yo no sabía que era el marido de La Niña de los Peines, y nos encontramos con el resto. Fue algo absolutamente casual, salió porque estábamos allí y se me ocurrió apretar el botón”, desvela Colita sobre la imagen, icónica para los aficionados al flamenco.

Colita, que presentará una exposición antológica sobre su larga relación con el flamenco durante la Bienal de 2022, eligió a Antonia Moreno (Arcos de la Frontera, Cadiz, 1980) quien ha trasladado la escena a la Bodega Camacho, un local de 1949 en la popular plaza del Pumarejo. En el interior del bar cuelga un cartel de Antonio Mairena con la Llave de Oro del Cante en 1962, un galardón histórico creado en 1868 y que solo se ha otorgado en cinco ocasiones desde entonces (la última la recibió Fosforito en 2005), junto a un cartel que dice “Se prohíbe el cante” y una de las fotografías de Carmen Amaya realizada por Colita que se ha colocado para el montaje como un guiño a la creadora catalana.

Antonia Moreno ha compuesto la imagen para representar distintos modos de abordar el baile flamenco de mujer. En el centro, en el lugar de Mairena, ha colocado a Manuela Carrasco, dueña de un estilo tradicional; a su derecha Eva Yerbabuena, representante de la siguiente generación abierta al diálogo con otras artes y estilos, y a la izquierda dos jóvenes bailaoras y coreógrafas como Patricia Guerrero (Premio Nacional de Danza 2021) y María Moreno.

“Esto para mí ha sido un reto y una enorme responsabilidad para no defraudar a mi mentora, Colita, que ha puesto su mirada en la mía y ha apostado por ella”, ha afirmado Antonia Moreno en el Centro Cerámica Triana, sede de la Bienal de Flamenco, donde el pasado viernes se presentó el cartel de la próxima edición de una cita convertida en referencia de este arte.

La jornada fue también el inicio de uno de los proyectos con los que la Bienal persigue estar presente durante todo el año como el programa Soleares de paso que lleva a 12 enclaves de la ciudad -los mismos tiempos que tiene una soleá- versos de la poeta sevillana Carmen Camacho escritos en el pavimento recordando la celebración de la Bienal. En la trianera plaza del Altozano puede leerse: “Principio y fin. Depende de donde vengas:/ Triana, tu amor y el puente/ termina… ¿o tal vez comienza?”.