Rota dice adiós a Almudena Grandes

Esta fría mañana de domingo, cerca de la playa de Punta Candor, el pueblo adoptivo de Almudena Grandes, Rota, la ha recordado como “una roteña más que andaba inadvertida por nuestras calles, una mujer que encontró en Rota su segundo hogar, su territorio para la felicidad”, en palabras de la teniente de alcalde y delegada de Cultura del municipio gaditano, Esther García. Junto al monolito de la avenida Escritora Almudena Grandes se han reunido amigos y vecinos para rendir homenaje a la escritora fallecida este sábado que, junto a su pareja el poeta Luis García Montero, había convertido este pueblo en su particular paraíso, como ella misma escribió en una carta de amor cuando ya conocía la gravedad de su enfermedad.

“Me esperan otras tardes, todavía muchas y muchas bajamares. (…) El verano es el tiempo de la felicidad y la felicidad sería más pobre, más pálida, lejos de la playa de Punta Candor, para la que escribo esta carta de amor”.

Felipe Benítez Reyes, a quien el viento casi le arranca los folios con el texto que escribió el sábado para este periódico tras el fallecimiento de su amiga y que leyó ante sus vecinos, comenzó diciendo que, a pesar de la tristeza y la desolación que sentía por la pérdida, “todos los que tuvimos la suerte de conocer a Almudena y de ser sus amigos la recordaremos siempre como una persona partidaria de la alegría y la felicidad”. Palabras que, de una forma u otra, estuvieron en boca de cuantos participaron en el homenaje en recuerdo de la escritora madrileña.

El periodista y escritor Juan José Téllez recurrió al título de un poema de Luis García Montero, para expresar sus sentimientos. “La ausencia es una forma de invierno, reza el poema y hoy tenemos un invierno doble, de frío cotidiano y un invierno-infierno de frío polar que está en nuestros corazones”. Para inmediatamente reconocer que a ella “no le gustaría que nos pusiéramos terribles”. “Almudena era partidaria de la resurrección de la alegría y el mejor homenaje que podemos rendirle es ser alegres de una manera lúcida”, afirmó.

Téllez, miembro del círculo de amigos que recalaban por la casa de Grandes y García Montero en sus largos veranos roteños, ha afirmado: “Ha dejado escritos y novelas que nos alimentarán durante varias generaciones y a nuestra generación nos ha dejado una larga novela, la de su presencia, la de su compromiso, la de aquella fuerza extrañamente telúrica que la ha acompañado hasta su último aliento. Almudena, que peleó tanto por los nadie, combatió también por su vida hasta el final”.

En el homenaje, organizado por el Ayuntamiento de Rota y al que asistieron también la presidenta de la Diputación de Cádiz, Irene García, y la alcaldesa de Jerez, María del Carmen Sánchez, las intervenciones de sus vecinos y amigos se intercalaron con las de los políticos y con la del cantautor Javier Ruibal, quien comenzó diciendo: “Cuando nos reuníamos, ella siempre me pedía que cantara, así que voy a cantar”, adelantó y entonó a capela un fragmento de uno de sus temas: Toito Cái lo traigo andao.

El alcalde de Rota, José Javier Ruiz, cerró el acto diciendo: “Hoy su pueblo, el mismo que la vio fundirse entre sus paisanos, está aquí para rendir un tributo de amor, de profundo agradecimiento por haber llevado las cuatro letras de su nombre en su corazón y haberlas paseado por el mundo, mostrando este rincón que se ha convertido en poesía cada verano”.