The Rolling Stones dejan de tocar ‘Brown Sugar’ por sus referencias a la esclavitud
Keith Richards asegura que “están tratando de enterrar” la canción mientras que Mick Jagger defiende la decisión de quitarla de la lista de los conciertos
Cada día cuesta más reconocer a The Rolling Stones. A la reciente ausencia por fallecimiento de Charlie Watts, célebre baterista de la banda y uno de sus miembros originales, se suma ahora la corrección política hasta el punto de quitar de su cancionero Brown Sugar, una de las composiciones más famosas del grupo, emblema del sonido y la irreverencia de la formación de rock más importante del planeta.
La noticia se ha sabido por una entrevista con los miembros de la banda publicada por el diario Los Angeles Times. Al ser preguntados por qué ha dejado de sonar Brown Sugar en el repertorio de la actual gira por Estados Unidos, Keith Richards no pudo evitar soltarse. “¿No se han dado cuenta de que esa canción trata de los horrores de la esclavitud? Están tratando de enterrarla. Por ahora, no quiero meterme en líos con toda esa mierda, pero espero que podamos resucitar a esa belleza en toda su gloria en esta gira”, dijo el guitarrista, que no se mostró muy de acuerdo con la decisión. Justo después, Mick Jagger, siempre más correcto y con una visión empresarial sobre el grupo por encima de la gamberra y despreocupada de Richards, puntualizó: “Hemos tocado Brown Sugar en todos nuestros conciertos desde 1970, y a veces decimos: ‘Vamos a quitar esta [canción] y ver qué pasa’. La lista de temas para una gira en estadios es complicada”.
La lista es complicada, pero también parece que lo es justificar por qué se retira una de las canciones más reconocidas del grupo, pieza fija en sus conciertos durante décadas desde que fue estrenada en 1969 en el desastroso concierto gratuito de Altmont, cuando los Stones tuvieron que huir del desierto californiano en helicóptero ante los disturbios ocasionados por Los Ángeles del Infierno, contratados por la banda como guardias de seguridad y que mataron a un joven negro a puñaladas. Han sido las palabras de Keith Richards las que han dejado entrever que el grupo no quiere problemas con la cultura de la cancelación en su actual gira No Filter, un espectáculo itinerante por EE UU que se lanzó en 2017, pero que tuvo que detenerse debido a la pandemia. Se reanudó el mes pasado para ofrecer los últimos 13 conciertos.
Brown Sugar siempre ha sido también una de las canciones más controvertidas de The Rolling Stones. Su letra reúne un cúmulo de imágenes polémicas al referirse a la esclavitud, la violación, el machismo, la violencia y las drogas. De hecho, la letra alude de manera directa a la tortura y la esclavización sexual a la que fueron sometidas las mujeres afroamericanas en las plantaciones de algodón: “Barcos negreros en la costa de oro con destino a los campos de algodón / Vendidos en el mercado en la ciudad de Nueva Orleans / Viejos traficantes de esclavos con cicatrices saben que lo están haciendo bien / Escúchales azotando a las mujeres en torno a la medianoche”.
El propio Jagger, que en ocasiones ha cambiado la letra en los conciertos, ha llegado a renegar de ella en entrevistas como la que concedió en diciembre de 1995 a la revista Rolling Stone: “¡Solo Dios sabe de lo que estoy hablando en esa canción! Es un revoltijo de todas las cosas desagradables a la vez... No lo pensé en ese momento. Ahora no volvería a escribir nunca esa canción... Porque probablemente me censuraría a mí mismo. Pensaría: ‘Oh Dios, No puedo. Tengo que parar. No puedo escribir cosas tan brutas como esa”. Jagger ya censuró el título de la composición, que hace referencia a un cunnilingus y en un principio se llamaba Black Pussy (coño negro).
Al igual que sus distintas interpretaciones, hay también discrepancias en cómo fue compuesta. Jagger, quien podría haberse inspirado en una de sus novias de entonces, la cantante negra Marsha Hunt, siempre ha dicho que fue escrita durante su estancia en Australia cuando estaba rodando la película Los hermanos Kelly, en la que el cantante interpretaba a Ned Kelly, uno de los bandoleros y criminales más conocidos del siglo XIX. Sin embargo, tanto Keith Richards como Jim Dickinson, que formó parte de la grabación tocando el piano, aseguraron que sacó la letra el mismo día de la grabación en los estudios Muscle Shoals de Alabama. Lo único cierto es que, por aquella época, las drogas dominaban la existencia de los Stones que solían componer y grabar colocados de coca y heroína. Incluso se ha llegado a afirmar que hace referencia a la heroína.
Sin Brown Sugar, tocada en casi 1.300 conciertos, ni Charlie Watts, rostro esencial de la banda sustituido por Steve Jordan, The Rolling Stones se alejan un poco de sí mismos. A más inri, Paul McCartney ha afirmado en otra entrevista reciente en Rolling Stone que el grupo liderado por Jagger y Richards es “una banda de versiones de ‘blues”. “No estoy seguro de que deba decirlo, pero son una banda de versiones de ‘blues, eso es lo que son los Stones”, ha dicho el que fuera cantante y bajista de The Beatles, banda que, según McCartney, tenía “una red de influencias más ancha” que la de The Rolling Stones.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.