La SGAE califica las acusaciones de SEDA de “falsas y manipuladas”

El presidente de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), Antonio Onetti, ha comparecido este martes en una rueda de prensa para tildar de “falsas y manipuladas” las acusaciones de la Sociedad Española de Derechos de Autor (SEDA) de presuntas irregularidades en los registros de obras en la SGAE. SEDA, que nació el año pasado para competir con SGAE en la gestión de los derechos de autor de los artistas, había informado de supuestas anomalías en los registros de la SGAE de hasta el 10%, lo que se traduciría en millones de euros asignados de “manera errónea entre los autores españoles de diversos géneros”.

Onetti ha calificado estas acusaciones de ser “absolutamente falsas y manipuladas”. “Parece que hay gente a la que le molesta, y prefiere desestabilizar la casa para poder sacar ventaja”, ha criticado el presidente de la entidad, quien señala que estas denuncias se hacen en la víspera de la celebración de la asamblea general de la SGAE, lo cual no le parece una coincidencia. Onetti ha anunciado que la SGAE estudia interponer acciones legales contra SEDA y considera que la entidad autorizada a operar por el Ministerio de Cultura el año pasado necesita “una cortina de humo” para “ocultar” su ausencia de “infraestructura y gestión”, algo que se verá “reflejado en la liquidación que en junio tendrá que hacer a sus autores”.

Más información

Antonio Onetti: “SEDA no es bueno para los intereses de la propiedad intelectual”

Los tribunales desmontan el ‘caso SGAE’ diez años después

Antón Reixa: “De lo que más me arrepiento en la vida es de haber sido presidente de la SGAE”

La SEDA denuncia que se han detectado casos en los que se atribuían dos números de identificación distintos a un mismo socio (denominado IPI y que definen “como una especie de DNI global e intransferible que sirve para asignarle sus derechos ante una reproducción de su obra en cualquier parte del mundo”), una duplicidad “que tiene consecuencias catastróficas para el titular” de esos derechos. En este sentido, el director general de SGAE, Adrián Restrepo, ha cuestionado “quién ha hecho este análisis” porque desconoce “cómo han tenido acceso” a los 80 millones de obras que representa la SGAE.

El director general ha explicado que los registros a los que hace referencia SEDA corresponden a obras registradas hace 25 o 45 años, registros que han pasado “por diferentes etapas de desarrollo” y de los que son informados los socios. “SEDA tiene el desconocimiento de que un asociado puede tener más de un IPI. Nunca lo pusieron en conocimiento de la SGAE cuando ellos eran socios. Todos los asociados tienen los medios de reclamar en SGAE cuando ven que una obra está mal documentada, y es su responsabilidad”, ha puntualizado.

“En esa época (hace 45 años) se hacían los registros por voluntad de SGAE y no por una declaración del autor. Es posible que haya dos IPI para una obra diferente y que no se haya abonado. Pero el autor tiene mecanismos para revisar su repertorio, para informar a la sociedad si hay alguna obra que no esté en su listado de obras representadas. Pero no hemos recibido en los 40 años del registro de esa obra ni una reclamación”, ha aclarado Restrepo.

Onetti, en defensa de la SGAE, ha aseverado que, en el caso de que se estuviera “defraudando” la cantidad a la que hace referencia SEDA, la Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores (CISAC) estaría al tanto. “Consideramos que se nos está intentando desprestigiar de una forma voluntaria e injustificada, para obtener un beneficio, y eso vulnera todas las leyes de la competencia. No lo vamos a consentir. No vamos a consentir que alguien venga a decirnos aquello de lo que ellos adolecen, el no mantener los estándares internacionales, y por eso la CISAC les ha rechazado tres veces”, ha concluido el presidente.