Antonio Onetti: “SEDA no es bueno para los intereses de la propiedad intelectual”
El presidente de la SGAE anuncia que se presentará a las elecciones de octubre para ser reelegido y asegura que la causa contra Teddy Bautista por presunta malversación “se ha desinflado”
De las primeras cosas que hizo este país nada más salir del confinamiento sanitario, en mayo, fue recibir a otro nuevo presidente de la SGAE que anunciaba una legislatura breve. Antonio Onetti quería celebrar en octubre elecciones en la junta directiva -organismo gestor de la sociedad de derechos de autor-, aunque decía no tener clara su candidatura. Ahora ha salido de dudas: “Me voy a presentar para ser miembro de la junta directiva, que luego elige al presidente. Si los miembros de la nueva junta me dan los apoyos suficientes para ser un presidente de consenso, seré presidente”, señala. Esto significaría tener apoyo de los cuatro colegios (Gran derecho, Pequeño derecho, Audiovisuales y Editores musicales), enfrascados en guerras y conflictos de intereses desde hace décadas: “Es difícil, pero no imposible. Ahora la SGAE necesita unidad y consenso, no es el momento de salir corriendo”, añade Onetti, que avanza que las pérdidas para la entidad en 2020 serán mayores al 30% previsto al inicio de la pandemia.
Desde que ocupa el cargo Onetti, el Ministerio de Cultura ha dado el visto bueno a los nuevos estatutos creados para una nueva era, tal y como les obligaba la Ley de Propiedad Intelectual. Sin embargo, en cuatro meses de presidencia de la sociedad de derechos de autor más importante del país, el ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, no le ha concedido audiencia. Onetti quiere aclarar que las relaciones con el Ministerio han mejorado, y asegura que la relación con el equipo técnico de la Dirección general de Industrias Culturales se ha normalizado. Mejor sintonía con el Ministerio, pero no conoce al ministro. Quizás la próxima semana pueda hablar con él, en Málaga, en la gala de los Premios Max, donde Rodríguez Uribes sí ha confirmado su asistencia.
No hay pruebas de malversación y yo siempre he defendido que Teddy Bautista no se ha llevado un euro a su casaAntonio Onetti, presidente de la SGAE
De esta manera dice que ha cumplido con la hoja de ruta que él mismo se había marcado, aunque en este itinerario no figuraba que la SGAE, como adelantó EL PAÍS, retirase sus acusaciones contra Teddy Bautista por un presunto desvío de fondos. A pesar de que la Fiscalía pidió en diciembre otros cuatro años de cárcel para Bautista por su gestión, la junta directiva decidió en mayo, nada más llegar Onetti a la presidencia, apartarse del caso que mantenía a Bautista como imputado y sin la posibilidad de cobrar su pensión. “Para acusar a alguien que ha dirigido la SGAE durante 27 años de haber cometido un delito necesitamos indicios para mantener esa acusación y no los tenemos. Ahora podrá cobrar su pensión hasta que sea juzgado y si sentencian en su contra tendrá que pagar”, dice Onetti. El primero de los juicios de la causa, denominada Saga, empezará el próximo 14 de septiembre en la Audiencia Nacional con 11 implicados, entre ellos, Bautista, quien se enfrenta a siete años de prisión por su intervención en una trama ideada para el enriquecimiento personal de sus integrantes, según la Fiscalía Anticorrupción.
La trama
Onetti reconoce que es posible que haya socios “defraudados” con esta decisión, pero también habrá otros que se sientan “aliviados”. “El día que se votó retirarnos como acusación particular contra Bautista hubo una mayoría aplastante. De 35, cinco fueron abstenciones y ningún voto en contra. A nuestro parecer, hace nueve años la causa al principio parecía clara y diáfana, se vendió como un escándalo enorme, pero nueve años después el caso se ha desinflado. No hay pruebas de malversación y yo siempre he defendido que Teddy no se ha llevado un euro a su casa”, sostiene Onetti. Según el auto dictado por el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, Eduardo Teddy Bautista, autorizó e impulsó, “probablemente”, la trama empresarial “parasitaria” utilizada para defraudar millones de euros a la entidad gestora de los derechos de autor. El proyecto habría sido ideado por el propio Neri, pero que Bautista lo habría “autorizado, consentido y también impulsado”.
Tampoco se esperaba que en estos cuatro meses apareciera una nueva entidad que plantara cara a la SGAE. Ayer, miércoles, el ministro de Cultura autorizó a SEDA a operar como gestora de derechos de autor musicales. Sobre esta noticia el presidente de la SGAE no duda: “SEDA no es bueno para los intereses de la propiedad intelectual. Se le ha otorgado la licencia a una entidad que, según la documentación que han presentado al Ministerio, no cumple con la Ley de Propiedad Intelectual, ni con la directiva europea, ni tiene un plan de viabilidad económica verosímil”, critica Onetti. No ve con buenos ojos que la entidad francesa, SACEM, sea la que gestione en España, en nombre de SEDA, los derechos de músicos españoles.
Y la CISAC sigue sin devolver la membresía a la SGAE. “Quizás sea en diciembre”, indica el presidente. La asociación internacional quiere que la entidad española resuelva el cobro de las músicas de fondo de los programas de televisión y que rebaje el límite de facturación de las músicas de madrugada. “Quieren que quede en un 15%, pero la legislación española nos permite dejarlo en un 20%”, indica Onetti en defensa de los músicos nocturnos. Además, avanza que en diciembre se hará el primer reparto con separación de bolsas. “En ese momento el Ministerio debería cerrar el expediente de retirada de licencia contra la SGAE y la CISAC volvernos a aceptar”, apunta el presidente en su carta a los Reyes Magos. Mientras llega diciembre Antonio Onetti espera que alguna del las partidas de ayuda que ha aprobado Bruselas llegue a las industrias culturales para mantener el tejido con vida.
Babelia
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