La prudencia y las restricciones marcan la nueva edición del Festival de Málaga

El Festival de Cine de Málaga mantiene la prudencia aunque se atisbe el final de la pandemia y vuelve a primar el cine por encima de las fiestas, las alfombras rojas y todo ese espectáculo que se convirtió en insignia del certamen. Este año los protocolos de seguridad frente a la covid se mantienen y, por tanto, la mitad del aforo en sus cines. Solo habrá un espacio para las fotos en el hotel Miramar exclusivamente para medios de comunicación, no para los curiosos. “Somos un festival prudente: lo esencial es que el público vuelva a las salas”, ha dicho la mañana del lunes su director, Juan Antonio Vigar. La cita crece en duración para llegar a 11 jornadas, entre el 3 y el 13 de junio. Su Sección Oficial tendrá 23 películas: con cuatro títulos fuera de concurso, 19 obras —11 españolas y ocho latinoamericanas— competirán por la Biznaga de Oro, que el año pasado consiguieron Las niñas, de Pilar Palomero, y Summer White (Blanco de verano), de Rodrigo Ruiz Patterson.

El certamen vuelve a servir de conejillo de indias. En 2020, con todo preparado para su celebración, el Festival de Cine de Málaga canceló su celebración primaveral debido al confinamiento. La cita se trasladó de marzo a agosto, convirtiéndose en el primer gran evento cinematográfico de la pandemia, lo que abrió el camino al resto. Este año es de nuevo el primero tras el final del estado de alarma. “Será un festival amable y seguro”, ha subrayado Vigar. “Nos hubiera gustado dar pasos a la normalización, pero nuestra responsabilidad nos obliga a mantener el formato adaptado a las circunstancias de 2020”, ha insistido el máximo responsable de un festival que ronda los tres millones de euros de presupuesto, 1,8 de ellos procedentes de las arcas municipales.

Hasta 2.321 obras audiovisuales se han inscrito este año en el certamen, de las que han sido seleccionadas para sus diversas secciones 181 procedentes de 70 países. La competición oficial repite el modelo de los últimos años, aunando obras más comerciales con otras de autor y directores consolidados con otros más jóvenes. “En los últimos años el festival se ha caracterizado por el descubrimiento de nuevos talentos”, ha apuntado Vigar. El festival lo abrirá El cover, película con la que debuta en la dirección Secun de la Rosa. También estarán El vientre del mar, de Agustí Villaronga; Amalgama, de Carlos Cuarón; 15 horas, de Judith Colell, o Cómo mueren las reinas, de Lucas Turturro. Por primera vez, habrá dos obras malagueñas a competición: La casa del caracol, de Macarena Astorga y protagonizada por Javier Rey y Paz Vega, y Hombre muerto no sabe vivir, de Ezekiel Montes, con Antonio Dechent, Rubén Ochandiano, Elena Martínez, Nancho Novo y Paco Tous en el elenco.

Con una gala inaugural dirigida por Silvia Abril y Toni Acosta —en la de clausura tomará el mando Santiago Segura y le seguirá un concierto de Rodrigo Cuevas— el festival vuelve a dar un amplio espacio a los documentales, con 15 largometrajes y 19 cortometrajes a competición, además de 11 trabajos más fuera de concurso. También hay hueco para las series en Málaga Premiere —Ana Tramel. El juego, Lucía en la telaraña, Maricón perdido y Paraíso— así como para los cortometrajes o el cine gastronómico en Cinema Cocina. Petra Martínez, Mariano Barroso, Alejandro Amenábar, Olivier Laxe y Julia Juanz serán los homenajeados este año por el festival, que entregará su Biznaga de Honor al director Javier Fesser. La película de oro será Esa pareja feliz (1953), dirigida por Luis García Berlanga y Juan Antonio Bardem.

El festival volverá a recibir la visita de directores y responsables de otros certámenes nacionales, como San Sebastián, Valladolid, Sevilla o Huelva. Vigar ha anunciado que la 25ª edición de la cita, la de 2022, volverá a sus fechas habituales y se celebrará en la segunda quincena de marzo.