Un James Bond de 83 años, camino de los Oscar con la ayuda de dos productoras españolas
María del Puy Alvarado y Marisa Fernández Armenteros han liderado el equipo multinacional del documental ‘El agente topo’, de la chilena Maite Alberdi, que aspira este domingo a la estatuilla
La proyección era la misma, El agente topo, pero el público respondió de manera diferente en el festival de Sundance y en el de San Sebastián: en este sonaban menos carcajadas. Entre ambos eventos habían pasado varios meses de diferencia ―de enero a septiembre de 2020― y, sobre todo, una pandemia que azotó a la tercera edad, los protagonistas reales retratados por la directora chilena Maite Alberdi. Lo recuerdan en un bar de Madrid el pasado lunes las productoras españolas María del Puy Alvarado (San Sebastián, 42 años) y Marisa Fernández Armenteros (Santander, 45 años), quienes han trabajado junto a la realizadora en la historia de un improvisado espía octogenario que se adentra en una residencia de ancianos; una película nominada a los premios Oscar como mejor largometraje documental, y que estuvo en el grupo de finalistas precandidatas en la categoría de mejor película internacional representando a Chile.
“Hace un año no sabíamos si se podría estrenar, estaba detenida en un impasse, pero San Sebastián lo resucitó”, comenta Fernández Armenteros. En España el documental, que juega con confundir al espectador con ficción y realidad, se puede ver en las salas comerciales. Del resto de países productores, Chile, EE UU, Alemania y Países Bajos, solo se ha estrenado en los cines neerlandeses. “Y 10 días después se confinaron”, apuntillan. No obstante, el carácter internacional ha dado sus frutos gracias a la capacidad de escucha de la directora, según afirma Alvarado, creadora de la productora Malvalanda ―que ya estuvo nominada a los Oscar con el corto Madre (2019), de Rodrigo Sorogoyen―. “Alberdi entiende que todo lo que decimos es para que el proyecto crezca, tiene una actitud permeable porque sabe que todos vamos al mismo lugar”, define.
Sergio Chamy impuso sus reglas y se dio cuenta de que lo relevante no es contar el espionaje o el robo, lo importante es la escuchaMarisa Fernández, coproductora de 'El agente topo'
El rodaje se realizó en 2017, el filme se montó durante más de dos años, y en este tiempo la historia ha pasado de centrarse en los detectives privados a analizar cómo viven los ancianos en los centros de mayores. Las productoras coinciden en que levanta dudas. ¿Son los personajes actores? ¿La residencia estaba al tanto? ¿Los participantes prestaron su consentimiento? Alvarado puntualiza que los diálogos son conversaciones reales y que ellos solo captan su naturalidad, sin interpretación. Su compañera señala que los temas burocráticos y de autorizaciones están resueltos. Pero aseguran que las preguntas más importantes son personales. “¿Cómo estaré a la edad de ellos? ¿Viviré en una residencia? ¿Qué hacemos con nuestros mayores?”.
Fernández destaca la mirada de Alberdi: “Habla de temas dolorosos, cotidianos, aunque con sentido del humor, y es una de las voces más importantes de Latinoamérica”, gracias a trabajos como La Once (2014) o Los niños (2016). El carácter del protagonista también afecta. “Sergio Chamy dijo la primera semana que se marchaba porque no era tan mayor como el resto de las abuelitas. Después impuso sus reglas y se dio cuenta de que lo relevante no era contar el espionaje o el robo, lo importante es la escucha”, recuerdan. Con la pandemia, Chamy, de 83 años, se fue a vivir con su hija y le pedía volver a la residencia porque allí hablaba con sus amigas, salían al jardín, había interacción, según continúa Armenteros, que durante años trabajó en Mediapro. “Sergio se presenta como el agente topo, es una estrella de cine”. Algo similar a lo que le ocurrió a Julita Salmerón, de Muchos hijos, un mono y un castillo (2017). “De hecho, ella ha recomendado ver el documental”, añade.
La euforia de los Oscar sin ruido
El coronavirus atrasó el estreno de El agente topo e infundió el miedo de que el tema envejeciera. “Hemos tenido suerte de que ha sido nominada al Oscar. Para eso sirven los premios, para ayudar a que en los momentos difíciles la gente entre en las salas de cine. Estamos contentas porque llevamos más de 25.000 espectadores en España, es un milagro”, señala la santanderina.
La noticia de la nominación despertó un cúmulo de emociones. Fernández tiene una laguna desde que escuchó que decían el título del documental. “Lloraba muchísimo, empecé a correr por mi casa, llegó un mensajero de Amazon y le dije que no podía hablar en ese momento”, se ríe. “No habíamos planeado verlo juntas porque no teníamos expectativas y estábamos trabajando”, rememora, y agrega que Alberdi, desde el otro lado del globo, bebía champán a las nueve de la mañana para festejar. Ellas se vieron por la tarde, pero tal era su conmoción que hasta ese momento no miraron quiénes eran el resto de nominados.
Aún está por concretar dónde verán la gala, probablemente en casa de una de las dos. “No nos podemos juntar todos. Las chilenas irán a Los Ángeles [en el momento de la publicación ya han llegado]. Pero viendo cómo nos tomamos la noticia, imagínate si el domingo ganamos”, dice Fernández. “Lo que pasa es que yo vivo muy cerca de Ayuso, según me han dicho. Tengo que tener cuidado”, bromea. Su compañera replica enseguida: “Esta película no puede pagar multas”. No muestran muchas esperanzas de ganar la madrugada del domingo al lunes ―”hay un 20% de posibilidades”―, pero han previsto descansar el sábado. Por lo que pueda pasar.
Una misión imposible pero nos vamos al #Oscars! Después de dos dosis de la vacuna, varios PCR, trajes, escudo facial y muchas normas. Nos embarcamos en esta misión convencidos de que estar allá es recordarle a la gente que los adultos mayores tenemos un espacio y mucho que decir. pic.twitter.com/yIAOGzExZ8
— The Mole Agent Film (@moleagentfilm_) April 20, 2021
Babelia
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