De ‘Patria’ a Netflix a través de la comedia romántica
La actriz Susana Abaitua encarna a una chica bipolar en ‘Loco por ella’. “No quiero perder la oportunidad de lo que me está pasando”, comenta sobre su escalada profesional
Era la primera obra de teatro grande en la que participaba Susana Abaitua (Vitoria, 30 años) y el director de la producción, el también actor Adolfo Fernández, le preguntó: “Empezamos con una canción. ¿Tú sabes cantar?”. Y Abaitua respondió: “Soy familia de Mocedades”. Nueve años después del estreno de Naturaleza muerta en una cuneta, en la que interpretaba a Daifa, una prostituta serbobosnia, Abaitua se echa a reír: “No mentí. Son los primos de mi madre. Ahora, ni idea de cantar. No me quería perder esa oportunidad por nada en el mundo. A ver, que soy actriz”.
Los pacientes están internados porque quieren y lo necesitan. Esto no va de maltratos ni clichés en plan Hollywood, queríamos ser respetuosos con esas personas
En el año más incierto del siglo XXI, a Abaitua se le han ido acumulando trabajos y estrenos, de todo tamaño y condición. Películas independientes como Estándar y Los inocentes, cortos como Ferrotipos o La colcha y la madre, de David Pérez Sañudo, el director candidato al Goya por Ane, y series de televisión: da vida a Nerea en Patria. Desde que se abrió el confinamiento ha rodado Fuimos canciones, de Juana Macías, que adapta la novela de Elísabet Benavent, y Desde la sombra, de Félix Viscarret, que también se basa en otro libro, en este caso de Juan José Millás. Y ahora enlazará el rodaje de El comensal —la vuelta a la dirección, después de 13 años, de Ángeles González-Sinde— con una serie en Colombia sobre la dictadura de Trujillo en la República Dominicana. “Para más adelante tengo una película de dos directoras noveles que me apetece mucho, y que se está armando ahora; no quiero perder la oportunidad de lo que me está pasando”, cuenta en una terraza de Madrid, sentada para hablar de Loco por ella, una comedia de Dani de la Orden, que se estrena este próximo viernes en Netflix. “Es una película muy especial para Dani, muy cercana a su experiencia vital; lleva cuatro años con el guion”, explica Abaitua, que encarna a Carla, una chica que una noche se cruza en el camino de Adri (Álvaro Cervantes), un periodista que se enamora de esa mujer salvaje que no quiere nada más allá que pasárselo bien unas horas. Al día siguiente, cuando sigue su rastro, descubre que Carla es bipolar y vive recluida en una residencia psiquiátrica, en la que el periodista entrará voluntariamente para intentar que ella se enamore de él.
A la actriz le preocupaba mucho tanto que Carla fuera creíble como que rehuyera los tópicos: “Los pacientes están internados porque quieren y lo necesitan. Esto no va de maltratos ni clichés en plan Hollywood, queríamos ser respetuosos con esas personas. A la vez, Dani [de la Orden] es amante de la comedia clásica, el guion es la película. Y junto a mi lado más salvaje, también hay una amante de la comedia romántica como Loco por ella. Quería ser realista sabiendo, por supuesto, en el marco del género en que me muevo”. Y sobre su lanzamiento en Netflix, que de repente coloca un estreno simultáneo en 190 países, advierte: “No estoy muy segura, esto es una película, no una serie. Nosotros lo hemos hecho lo mejor posible”.
Yo hoy estoy diciendo que no a cosas, y esto nunca me lo hubiera imaginado
Abaitua —poseedora de una voz grave especial que asegura que de niña era “más camionera”— recuerda con mucho cariño a Daifa: “Aún sigo enamorada de ella. Por lo que supuso de carta de presentación, porque me fascina el teatro, del que llevo alejada ya demasiado tiempo”. La actriz es muy habilidosa con los acentos, y algún espectador llegó a asombrarse con lo bien que hablaba español aquella intérprete serbobosnia, sin percatarse de que daba vida a más personajes en el escenario. “También disfruté mucho en el teatro trabajando en La flaqueza del bolchevique”, con la que completaba un círculo vital: Abaitua, de adolescente, en la academia de danza de su madre, decidió que quería ser actriz tras ver dos películas: León, el profesional y La flaqueza del bolchevique. “Con el tiempo, he trabajado con Jean Reno [protagonista de la primera] en 4 latas, y con María Valverde [actriz principal de la segunda], que es estupenda, en Fuimos canciones”.
Su escalada profesional le ha llevado por papeles pequeños en películas como La buena nueva, Bon appétit, Stockholm, La llamada (también la hizo en teatro), Viaje al cuarto de una madre o 70 binladens, antes de que los televidentes la descubrieran en Sé quien eres y la reconocieran por Patria. “Yo quiero que se me considere por ser buena actriz, lo de la fama es otra cosa. Y en la profesión es el teatro el que respalda tu trayectoria. Soy trabajadora, siempre he estado tranquila por ahí. Pero Patria... Mira, mucha gente me ha dado las gracias por la calle, otros me han escrito... Ha tocado mucho. Soy vasca, en el equipo teníamos miedo a ver cómo se recibía en casa. Y ha sido estupendo. No hay queja, durante la pandemia estoy trabajando. No veo a mi familia lo que quisiera, no puedo ir a hacer surf... Pero estamos viviendo un momento muy dulce en mitad de un tiempo jodido”. Ese plural se refiere a su amiga íntima Vicky Luengo, la protagonista de Antidisturbios. Con una carcajada, Abaitua confiesa: “¿Sabes? No me quisieron hacer prueba para ese personaje porque no era lo suficientemente andrógina. Anda que... Bah, Vicky es inmensa. Yo hoy estoy diciendo que no a cosas, y esto nunca me lo hubiera imaginado. Ahora, lo mismo en tres años estoy fuera del audiovisual. Yo voy a pelear porque no ocurra”.
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