“Un hombre en la cama siempre es un hombre en la cama”
La película ‘Amanece, que no es poco’ dejó numerosas secuencias hilarantes, de las que esta selección es una muestra
Amanece, que no es poco, la película escrita y dirigida por José Luis Cuerda en 1989 se ha convertido en un filme de culto, con seguidores –los amanecistas- que se saben de memoria sus diálogos favoritos y que visitan las localidades albaceteñas en que se rodó. Este filme fue candidato a tres premios Goya, aunque no se hizo finalmente con ninguno. Cuerda se declaró siempre heredero del humor de Berlanga y la estela de sus películas está claramente en el grupo de humoristas chanantes, encabezados por Joaquín Reyes y Raúl Cimas, entre otros. Estas son algunas de las escenas más recordadas:
¡"Di que sí, alcalde, que todos somos contingentes, pero tú eres necesario!”. Una de las frases más conocidas, la que le dice uno de los pueblerinos al regidor, interpretado por Rafael Alonso, cuando este anuncia “los resultados de las elecciones”. “Como ya conocéis mis ideas, la muchacha me la quedo para mí solo”, añade mirando a la voluptuosa Susan, interpretada por Fedra Lorente.
“Aquí no hay ni dios o es que aquí son todos unos hijos de puta, ¿eh, Teodoro?”, le dice el actor Luis Ciges, a su hijo Teodoro, encarnado por Antonio Resines, a su llegada al pueblo, que parece abandonado. En realidad, están todos en misa.
“Mi hijo se llama Teodoro”, le dice Ciges al actor Samuel Paxton, que interpreta a un africano. “Es ingeniero y da clases en Oklahoma. Y ha venido de año sabático, ya sabe lo que es: trabajar seis años y descansar uno".
"Supongo que me respetarás, ¿eh, Teodoro?", le dice Ciges a Resines cuando le da la espalda en la cama que les toca compartir. "¿Pero qué guarrada está usted pensando, padre?", le espeta Resines. "Déjate, déjate, que un hombre en la cama siempre es un hombre en la cama”.
Poco después, más tranquilos, Resines se pone nostálgico: “Me acuerdo de madre, padre”. A lo que Ciges le contesta: “Pero… ¿no te gusta la moto que te he comprao?”.
La Pádington es el personaje que interpreta Aurora Bautista y que habla así en una reunión vecinal: “Como ya sabéis, mañana hay elecciones. Siguiendo nuestra costumbre tenemos que decidir: primero, quien se presenta a puta; segundo, quienes se presentan a adúlteras; tercero, si hay alguna que quiera meterse monja, y cuarto, si hay alguna que le interese ser marimacho".
Chus Lampreave es la señora Catalina Álvarez, que escucha a una vecina hablar de su relación con "el negro del pueblo": “Parece que a tu muchacho se le va aclarando el color del cuerpo”, le dice. “No sé qué decirte, como no sean las palmas de las manos o en las plantas de los pies. Porque en el resto… si le vieras las ingles”.
Uno de los diálogos de la pareja de guardias civiles: “Lo de dar guantazos es un esquema muy sintético que conviene utilizar poco y bien, casi en plan poético, como algo prodigioso”.
“Pues yo creo… que me voy a sacar la chorra”, es una de las frases de Carmelo, al que da vida Miguel Rellán, el borrachín del pueblo.
En un tiovivo, una de las prostitutas le dice a uno del pueblo: “Oye, hace mucho tiempo que no me acuesto con tu padre, con lo putero que es…”. “Es que se está muriendo”, responde él. “Aaah, pues será de eso”.
En el final de la película, con los vecinos reunidos esperando a ver amanecer, le dice Resines a su padre: “Coño, padre que nos está amaneciendo al contrario”. El sol sale y José Sazatornil, el cabo Gutiérrez, se levanta y pistola en mano apunta al sol: “¡Yo no aguanto este sindiós!”.
Babelia
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