Un debut prometedor

El íntimo viaje que propone la ópera prima del cortometrajista Pedro Collantes se centra en el regreso a Madrid de una actriz instalada en Nueva York desde hace seis años. Concentrada en 24 horas, la película arrancan en la sala de espera de una audición para una serie donde el personaje que interpreta Macarena García aguarda su turno. A sus espaldas, un elocuente mapamundi; a su lado, otra nerviosa aspirante que intenta ser simpática mientras el desdeñoso gesto de su colega nos advierte de una personalidad algo engreída y seguramente competitiva y egoísta. En uno de sus mejores trabajos, García se mete en la piel de una mujer llena de claroscuros. Una mujer que se irá enfrentando con la imagen de sí misma que le devuelven las personas que dejó atrás. La primera parada será en la habitación donde está ingresado el abuelo que interpreta el gran Celso Bugallo, eje emocional de todo lo que ocurrirá después. El abuelo, solo en su habitación, es clave en el desafecto que esconden seis años de destierro y en la imperiosa búsqueda de una identidad y un camino hacia un destino propio.

Vertebrado en una serie de personajes-episodios que la protagonista irá visitando a lo largo de ese día, este prometedor debut prescinde de lo superfluo para hablar de las consecuencias y los miedos de los lazos afectivos. Collantes presenta a una mujer esquiva, que se excusa en los efectos del jet lag para encubrir los síntomas de su desarraigo y soledad. Conocemos al abuelo, a la hermana, a la amiga, al amante-amigo, a un taxista rumano en una de las mejores secuencias del filme y a un perro. Cada uno de ellos cumplirá su papel: despojar al personaje de sus capas y autoengaños. Y apoyado en ellos, cada espectador no solo reconstruirá a su manera a este personaje-puzzle, sino que también decidirá cuál de todas las ausencias es la que de verdad importa en esta dolorosa vuelta a los orígenes.