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Fallece Robert Jammes, el gran estudioso de Góngora

El profesor de la Universidad Toulouse-le-Mirail solía definirse como gongorista provinciano,

Antonio Carreira
Robert Jammes
Robert Jammes

La muerte de Robert Jammes, profesor de la Universidad de Toulouse-le-Mirail, el pasado día 12 ha añadido un crespón de luto más al hispanismo, tras la desaparición de Trevor J. Dadson, Alberto Blecua, Hugh Thomas o Joseph Perez. La figura de Jammes destaca sobre todo por su tesis doctoral, las Études sur l’oeuvre poétique de don Luis de Góngora (1967), que sigue siendo el mejor libro de conjunto sobre el que muchos creemos el mayor poeta español, y el más difícil. A quienes sepan con qué afán se siguen en Francia las nuevas corrientes de la crítica, en tiempos de Barthes, Derrida, Foucault y demás, podrá parecer que el gran trabajo de Jammes es algo anacrónico. Jammes, normalien que solía definirse como gongorista provinciano, ha preferido los datos positivos a las lucubraciones: cuanto se sabe de Góngora, desde la biografía del poeta debida a Miguel Artigas (1925) hasta los Documentos gongorinos de Dámaso Alonso y Eulalia Galvarriato (1962), lo llevaron a explorar un sinfín de manuscritos, que conservan los hechos que ayudan a explicar una obra poética llena de referencias.

Pero también ellos son los testimonios más valiosos de la difusión de esa obra, de la devoción que suscitó entre sus contemporáneos, muchos de los cuales se preocuparon por transmitirla saneada a la posteridad. Ya en 1963, tras varios artículos sobre poemas concretos, publicó Jammes su edición crítica de las Letrillas de Góngora, cuyo texto, variantes y notas siguen vigentes. En 1978 funda en Toulouse Criticón, la primera revista dedicada en exclusiva al Siglo de Oro, pilotada por Marc Vitse hasta hace poco y todavía activa. En ella y en otros foros siguió publicando trabajos gongorinos hasta superar los 40, entre ellos las ediciones de la Isabela (1984), y de las Soledades (1994), con versión primitiva, paráfrasis, notas y un largo catálogo de la polémica suscitada por el poema. Dos de los últimos se titulan Comprendre Góngora (Anthologie bilingue), de 2009, y Solitudes (édition bilingue) (2017), también muy anotados; ambos suponen la proeza de traducir en buen verso francés las Soledades, más otro centenar de poemas con parte del Polifemo.

Jammes, en sus pesquisas, descubrió el manuscrito original del Vocabulario de refranes de Correas (1627) y lo comunicó a Louis Combet, que preparaba su edición; él mismo con Maïte Mir publicó otra, que es hoy la más manejable, el año 2000. A los gongoristas que vinimos después nos ha ayudado siempre que pudo, incluso nos ha cedido su inventario de manuscritos gongorinos, inédito, de valor inapreciable. Sus restantes trabajos versan sobre el Diccionario de Autoridades, Gracián, Clarín o Alberti, entre otros asuntos. Su Floresta de poesías eróticas del Siglo de Oro, con Pierre Alzieu e Yvan Lissorgues, es notable por el rigor y la novedad. Menos se conocen sus artículos sobre cultivo de plantas, firmados por Robert le jardinier.

Robert Jammes, hijo de campesinos, se jubiló pronto y vivió relativamente apartado en su casa de Vieille Toulouse, sin apenas cosechar premios, títulos ni honores. En 1994 fue objeto de un homenaje en tres tomos en el que colaboran 120 hispanistas. La cátedra Góngora de la universidad de Córdoba le ha rendido tributo en varias ocasiones. Ahora que el gran filólogo ha desaparecido, el cariño de sus amigos «padrón le erige en bronce imaginado, / que en vano el tiempo las memorias lime».

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