La desconocida botánica pintada en Asia
'Entre Manila y Cantón’ reúne 74 piezas de tres expediciones españolas organizadas a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX
El Real Jardín Botánico de Madrid (RJB) ha presentado una de sus colecciones más desconocidas: Entre Manila y Cantón. Disponible desde el 12 de septiembre hasta el 8 de diciembre, está formada por 74 dibujos de tres expediciones españolas organizadas a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX. Se trata de la Comisión de Juan de Cuéllar en Filipinas, la Expedición marítima alrededor del mundo de Alejandro Malaspina y la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna. La muestra, organizada por el RJB junto al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y La Fábrica, ilustra la botánica asiática de entonces, cuya relevancia perdura a través de los siglos.
La comisaria de Entre Manila y Cantón y jefa del Archivo Histórico del RJB-CSIC, Esther García Guillén, explica que la idea surgió hace tres o cuatro años. Ahora han aprovechado que se acerca el 500 aniversario de la llegada a Filipinas de la armada española, que tuvo lugar el 16 de marzo de 1521, cuando la expedición de Fernando Magallanes llegó a las islas. El archivo cuenta con “una de las mejores colecciones de dibujo y de ilustraciones botánicas" –al menos en España–, aunque el material asiático tenía menor relevancia científica.
“Estas piezas están hechas para el mercado europeo; no es igual que otras expediciones en el campo con un artista e intencionalidad enfocada en el estudio de la flora. Por eso, no se han estudiado más a fondo”. Las más conocidas son las expediciones científicas que fueron a América. "Atrae mucho la parte de Colombia y Perú. Siempre hay colecciones estrella que de alguna manera opacan al resto”.
Fotogalería de 'Entre Manila y Cantón'
La exposición se ha elaborado en torno a dos ejes, según García Guillén: Cantón, como el centro productor de una parte de la muestra y Manila, porque hubo una comisión de un botánico español en el último tercio del XVIII que se dedicó a enviar pliegos e ilustraciones al Jardín Botánico. “La expedición marítima alrededor del mundo de Alejandro Malaspina y la Comisión de Juan de Cuéllar coincidieron en el espacio y en el tiempo en Filipinas. Pocos años después, la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna de Balmis recorrió este mismo área geográfica” explica el RJB en un comunicado.
La estela de la botánica asiática
Uno de los carteles de la muestra usa la imagen de la Haidai (Laminaria japonica Aresch). Lo han elegido porque supone un ejemplo de planta icónica para la ciencia y el arte. “Está dentro de la medicina tradicional y actualmente se cultiva a gran escala por Japón y por China porque es el mayor bioconcentrador de yodo”, explica la comisaria. El otro cartel lo protagonizan las Calabasas de Cantón y Fokien, que eligieron para representar el puerto de la zona; el único abierto a los occidentales y por el que se trasladaba el conocimiento.
La colección de Balmis está formada por 230 dibujos anónimos realizados sobre papel de algodón, que incluyen los nombres de las plantas en caracteres chinos y su correspondiente transcripción fonética.
Entre los dibujos que se exhiben, se encuentra una serie que recibió España en agradecimiento a la expedición que tomó como nombre el apellido del médico alicantino Francisco Javier Balmis (1753-1819). La labor del doctor ha resurgido recientemente después de que el ejército español bautizara como Operación Balmis su plan para combatir el coronavirus, en el que más de 2.500 efectivos se desplegaron desde el 15 de marzo.
El cirujano militar español recibió en 1806 una colección en agradecimiento por sus esfuerzos para propagar la vacunación en Cantón. A su vuelta a la Península, en 1815, Balmis donó las 230 ilustraciones al Real Jardín Botánico. Estas creaciones anónimas están realizadas sobre papel de algodón e incluyen los nombres de las plantas en caracteres chinos y su correspondiente transcripción fonética.
La comisaria resalta una de las tres expediciones, la de Juan de Cuéllar, que en 1786 se encargó de estudiar el cultivo de los vegetales asiáticos. “Hay muchas plantas útiles, entre ellas, la canela y la pimienta negra. Yo destacaría estas dos especies, ya que estaban tratando de extender su cultivo a gran escala para fortalecer la economía de la zona. Luego, por diversas circunstancias aquello no cuajó, pero era la idea”. Fueron dibujadas y enviadas al gabinete del Jardín Botánico para que se observaran. Por eso, la exposición aborda tres perspectivas: científica, histórica y artística.
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