Un plan ADO para el audiovisual y que las televisiones compren cine español y europeo, ideas ofrecidas por el sector del cine al ministro de Cultura
José Manuel Rodríguez Uribes se reúne de forma telemática con representantes de la industria cinematográfica
La reunión fue larga. A distancia por el confinamiento. Ayer por la mañana el ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, recabó, más que ofrecer, ideas del sector del cine. A la salida varios de los asistentes insistieron en la idea de que, entendiendo que la prioridad es la crisis sanitaria, la Cultura no está entre las prioridades “a pesar de las buenas palabras del ministro”, algunos de cuyos comentarios sorprendieron a los asistentes. Según una nota oficial de su departamento el encuentro ha sido definido por el ministro como “satisfactoria y productiva” y en él ha compartido “la preocupación del sector coincidiendo en que se está en la fase más dura de la crisis”.
Entre los diversos convocados, Estela Artacho, de Fedicine –los grandes distribuidores de cine, las majors de Hollywood; Miguel Morales, de Adicine –los distribuidores independientes-; el presidente de la Academia de Cine Mariano Barroso-; Jonás Trueba, de la Unión de Cineastas, Cristina Andreu, presidenta de Cima, la asociación de mujeres del audiovisual, y representantes de productores, de las empresas de animación, de los sindicatos de guionistas ALMA y FAGA (su vicepresidente, Rodolfo Giner), y de TACE, los técnicos audiovisuales.
Entre las propuestas surgidas del sector, la posibilidad de crear un plan ADO del cine a semejanza del que apoya a los deportistas de alto rendimiento en los ciclos olímpicos para lograr resultados. Estela Artacho pidió una gran campaña de promoción para cuando reabran las salas y así convencer al público de que vuelva al cine. Otros apostaron por medidas como que las televisiones públicas y privadas compren solo cine español y europeo (por la pertenencia a la UE se debe incluir el europeo en esta posible norma). Rodríguez Uribes tomó nota de esta medida y contó que tiene previsto reunirse con las televisiones en los próximos días. Hace una semana el Gobierno aprobó destinar 15 millones de euros a las televisiones privadas, como parte de las ayudas urgentes para paliar el impacto del coronavirus en la economía. Ese apoyo, y que las televisiones privadas funcionan gracias a licencias otorgadas por el Gobierno y por las que tienen que cumplir con diversos imperativos legales, podrían ayudar a esa negociación.
Desde el sector de la animación se pidió que se establezcan cuotas de compras de sus productos, y Jonás Trueba comentó que esperaba que el Ministerio no se olvidara de los pequeños distribuidores y creadores. Además, se comentó que ya estaba en marcha la creación de un hub, un laboratorio audiovisual en Madrid, bajo el auspicio de varios ministerios (Turismo, Exteriores, Cultura, Industria y Hacienda), y la Spain Film Comission, y ayudas del ICEX (la entidad pública empresarial que promueve la internacionalización de las firmas españolas) y que también impulsa James Costos, exembajador de EE UU en España y embajador honorario de la Spain Film Comission, que colabora como puente con la industria audiovisual estadounidense.
Entre otros comentarios ALMA recordó que siguen sin firmar su convenio con los productores. Pero más dolorosa fue el discurso de TACE. Las productoras de televisión despidieron a los técnicos cuando vieron venir el estado de alarma, incluso aunque sus series no sean temporales, sino de las que volverán a grabarse y a emitirse al levantarse el confinamiento. Por eso los miembros de TACE no pueden beneficiarse de las medidas del Gobierno para amortiguar la crisis económica. Insistieron mucho en la diferencia en los trabajos entre la volatilidad (habitual en otros sectores industriales) y la itinerancia (característica del audiovisual).
Para otro día, según el ministro volverán a reunirse en dos semanas, quedará aclarar la concreción de ayudas, la aplicación de la nueva orden en la convocatoria de ayudas a la producción –convocatoria que el sector espera que se acelere y se flexibilice para retomar la actividad rápidamente- o incluso la posibilidad de que 2020 no cuente en los currículos de las productoras para futuras subvenciones vista la excepcional situación actual. Hasta dentro de esos 15 días, el ministro les pidió resistencia, esperó que el ICO insuflara aire al cine y confesó que sentía que el audiovisual es el sector más guerrillero.
Por la tarde, Beatriz Navas, directora del ICAA, se reunió, también de forma telemática, con representantes de los principales festivales cinematográficos españoles para enviarles un mensaje de ánimo y preparar medidas en su apoyo, además de encarar algunos de los numerosos problemas administrativos que acarrean sus aplazamientos o suspensiones. El festival de cine español de Málaga fue el primer gran evento cultural en España afectado por la pandemia del coronavirus.
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