El Gobierno andaluz crea ayudas al patrimonio sacro para todas las confesiones
Las subvenciones se destinan a entidades religiosas para inventariar, conservar y restaurar sus bienes
El Gobierno de Andalucía, una coalición del PP y Ciudadanos con el apoyo de Vox, ha creado una línea de ayudas para el inventario, conservación y restauración del patrimonio sacro. Lo novedoso de esta medida es que se dirige a todas las confesiones religiosas y no se limita a la iglesia católica. "Los posibles beneficiarios de las ayudas serán los colectivos inscritos en el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia que tengan la propiedad de bienes muebles del patrimonio histórico de carácter religioso en Andalucía, no limitándose a ninguna confesión religiosa en particular", anunció la consejera de Cultura y Patrimonio Histórico Patricia del Pozo.
"Lo que aprobamos el pasado 18 de diciembre son las bases reguladoras de esas subvenciones, algo totalmente nuevo sin equivalente en otras comunidades autónomas porque las ayudas se concederán en régimen de concurrencia competitiva. Los interesados tendrán que presentar un proyecto técnico que valorará una comisión de la Consejería de Cultura y se subvencionará hasta el 80% del presupuesto de cada actividad", ha explicado Macarena O'Neill, secretaria general de Patrimonio Cultural de la Junta de Andalucía. La medida, dotada con 750.000 euros, establece un máximo de 30.000 euros para los proyectos de conservación y restauración, y otro de 15.000 euros, para el inventario del patrimonio.
"No se trata de favorecer a las cofradías y hermandades, también pueden beneficiarse las entidades musulmanas o judías siempre que estén inscritas en el Ministerio de Justicia. Esta medida no va en detrimento de otros, ya que en Andalucía el 80% de los bienes muebles con valor patrimonial está en manos de confesiones religiosas, por lo que nos dirigimos a la mayoría", ha aclarado O'Neill.
La orden, "que viene para quedarse y de la que se harán convocatorias anuales", en palabras de la responsable de Patrimonio Cultural, aspira a aumentar su presupuesto el próximo ejercicio y persigue también revitalizar el mercado de la restauración. En este sentido, hay que recordar que el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), el gran referente en la materia, se rige desde 2007 por criterios empresariales. A partir de ese año, lo que antes era un servicio de la Consejería de Cultura continúa trabajando para la Junta, a la que no pasa factura por sus servicios, pero puede hacerlo también para particulares y cobrar por ello.
Los expertos consideran que se trata de un patrimonio privado pero de uso social, al que se le exige una buena conservación, especialmente en el caso de los catalogados como Bien de Interés Cultural (BIC), y valoran que las ayudas se concedan mediante proyectos rigurosos y de forma competitiva.
"En la segunda quincena de enero organizaremos jornadas técnicas en todas las provincias para explicar a los interesados cómo realizar un proyecto, que se presentarán todos de forma telemática. La orden saldrá a principios de febrero y está dirigida al patrimonio mueble (pintura, escultura, dibujos, grabados, retablos, textiles, orfebrería, cerámica...) a los documentos y al patrimonio bibliográfico", ha afirmado O'Neill.
"El reglamento de la orden incluye medidas muy positivas para el patrimonio andaluz y cuando se trata de valorar un proyecto para determinar si recibirá ayudas, puntúan más los bienes que están adscritos a un BIC. En el caso del inventario, la catalogación científica es una herramiento muy útil para la conservación del patrimonio común, ya que hay muchos bienes muebles que por su uso están incluidos en inmuebles que tienen caracter BIC, pero son propiedad de particulares. De esta forma, la Administración puede tener conocimiento no solo de su existencia, sino también de imprescindibles datos sobre su valor patrimonial", ha comentado Carlos Núñez, responsable de la empresa sevillana de restauración Dédalo Bienes Culturales.
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