La ‘Odisea’ queda en familia
El dibujante Miguel Brieva ilustra una versión del texto clásico, que revisó Carmen Estrada, su madre, tras aprender griego
Carmen se jubiló a los 62 años. Es catedrática de Fisiología y dejó de impartir clases en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid y en la de Cádiz tras cuatro décadas. Hace cinco años se matriculó en Filología Clásica. Pasó de los órganos vivos a las lenguas muertas. Tras aprender griego clásico encontró en el texto original de la Odisea partes que habían desaparecido o no se les había prestado atención en las traducciones. “Lo que ha llegado son las aventuras de Odiseo y sin embargo las mujeres tienen un papel muy importante que se ha perdido en el camino. Llama la atención porque la sociedad micénica fue muy misógina y este es un libro que hoy llamaríamos feminista”, cuenta Carmen Estrada, que con esta premisa obligó a su hijo a ilustrar el viaje de todos esos personajes.
Y al hijo, el dibujante Miguel Brieva (Sevilla, 45 años) no le quedó más remedio que detener por unos meses los latigazos anticapitalistas de sus viñetas y dedicarse a la mitología. “A una madre no se le puede decir que no”, comenta irónico. “No hemos hecho una Odisea a lo Hollywood. El resto sucede en la cultura micénica, previa a la clásica, y hemos respetado esa estética, en la que todo parece más chapucero, como de esparto. Hemos hecho arqueología para ser muy fieles a aquella realidad”, comenta Brieva.
En La Odisea: Ilustrada (Malpaso) no hay guiños a la actualidad, y los personajes ni siquiera hablan. Los seres de Brieva son reos del verbo pero aquí no dicen ni mu. “No me considero buen ilustrador, tengo otras urgencias que contar. Aunque la imagen me la trabaje mucho, para mí está subordinada al mensaje. Pero aquí es al revés y el mensaje es el libro. Esa ha sido mi odisea. Es algo parecido a lo que hizo Robert Crumb con El Génesis”, cuenta el dibujante.
Para mí eso la humanidad es la humildad con la que Odiseo afronta el infortunio Miguel Brieva, ilustrador
A pesar de eso, ve en Odiseo un reflejo de los migrantes, que se desplazan y se juegan la vida durante años, “viven periplos increíbles y tienen ausencia de rencor”. “Para mí eso es la humanidad, la humildad con la que Odiseo afronta el infortunio. Y eso que él estaba protegido por algunos dioses”, añade.
Brieva coincide con su madre en que el relato original muestra cómo Odiseo está rodeado de mujeres que destacan en inteligencia sobre los hombres. Atenea, Circe, Calipso, Penélope, Euriclea, Nausica… “Los tíos son más de cagarla y de enfadar a los dioses”, comenta. Para los autores de este poema épico ilustrado al enfocar a las mujeres, la obra varía y el protagonista también. En su tránsito por múltiples identidades son las mujeres las que lo ayudan a Odiseo a realizar las mutaciones. “Ellas llevan su narración. Entonces, ¿quién es el protagonista? Ellas son esenciales”, sostiene Estrada.
Ellas llevan la narración de Odiseo. Entonces, ¿quién es el protagonista? Ellas son esenciales Carmen Estrada, filóloga
Hasta Polifemo es otro. No era solo ese gigante monstruoso y despiadado. La intérprete de la obra clásica lo ve y lo describe como un ser muy metódico y ordenado, con sus rutinas de gigante, que trataba con mucho cariño a sus ovejas. Es una prueba más de los aspectos originales que se habían ido perdiendo con los siglos y las reinterpretaciones. Por eso Estrada está convencida de los hallazgos de rasgos que habían pasado desapercibidos hasta el momento, como la lectura de género que ha hecho del clásico entre los clásicos. “Es un libro que tiene infinitas lecturas, porque es un reflejo de quienes la leen. Ahora podemos hacer esta lectura, porque las mujeres hemos pasado desapercibidas durante muchos años. Margaret Atwood escribió una epopeya de Penélope en primera persona. De hecho, ¿por qué pensamos que no ha escrito una mujer la Odisea? Lo veo como una posibilidad”, responde Estrada.
Babelia
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