El peligro de contar la verdad en Turquía
El periodista Can Dündar cuenta en 'Arrestados' sus tres meses en una celda de aislamiento por publicar una información que irritó a Erdogan
Espionaje, colaboración con organización terrorista, revelación de secretos de Estado, intento de desestabilizar al Gobierno de Turquía... todos estos cargos llevaron a la cárcel, el 26 de noviembre de 2015, al periodista turco Can Dündar, director del diario Cumhuriyet. La realidad es que su delito había sido publicar una información, seis meses atrás, con imágenes de vídeo, que demostraban que camiones del servicio secreto turco que supuestamente trasladaban alimentos y medicinas a la Siria en guerra, a principios de 2014, en realidad llevaban armas a los islamistas, algo para lo que tenían competencias ni permiso. Dündar pasó 92 días en una celda de aislamiento en la cárcel de Silivri, hasta que el Tribunal Constitucional de su país, tras una apelación, dictó que la detención había sido inconstitucional. En esos tres meses, Dündar escribió un diario, publicado recientemente en español, con el título de Arrestados (editorial Descontrol).
"Lo escribí a mano, en condiciones duras, a veces con tristeza, a veces sonriendo", dijo Can Dündar, de 58 años, en la presentación del libro el pasado mayo, en la Fundación Anselmo Lorenzo, en Madrid. "Al principio, solo veía a mis abogados y, una vez a la semana una hora, a mi familia. Todos me ayudaron a saber que no estaba solo y las reacciones que había fuera". El libro está escrito con un estilo de frases cortas y capítulos breves, titulados siempre con una palabra (Crimen, Amenaza, Castigo, Trayecto, Maldición, Patio...), e incluye las semanas previas a su detención y reflexiones sobre las libertades cercenadas por el régimen de Recep Tayyip Erdogan. El presidente turco, cuando se publicó la información en Cumhuriyet, amenazó: "Quien haya publicado estas imágenes va a pagar un precio muy alto".
Sobre la relación de la UE con Erdogan, Dündar explicó que los acuerdos sobre los refugiados de las guerras de Oriente Próximo lo han modificado todo. "Turquía ha acogido a estas personas para utilizarlas contra Europa, que le da dinero para mantenerlos a cambio de que dejen de criticar a Erdogan. Los europeos han sacrificado sus principios". Por ello, advierte de que no se puede dar por "hecho la democracia y la libertad de prensa, cada país tiene secretos sucios y el problema es encontrar periodistas valientes que los destapen".
Dündar trabajó en varias publicaciones y en televisión antes de dirigir el periódico más veterano de Turquía. Entre rejas tuvo tiempo de sobra para leer obras, como el Quijote. "Quizás porque Cervantes también escribió en una cárcel y eso me dio valentía. Los escritores viven más que los dictadores, es el poder de la literatura". Al encarcelado le sorprendió que en la biblioteca de la cárcel hubiese varios libros suyos y, para más inri, recordó la anécdota de un preso que fue a pedir un libro de otro autor y la respuesta de los funcionarios fue: "No tenemos el libro, pero tenemos al escritor". También recuerda los momentos más duros de su confinamiento, como cuando recibió una carta de su hijo: "Empecé a llorar solo leyendo las primeras palabras".
Hoy exiliado en Alemania y con su esposa en Turquía —las autoridades le tienen retenido el pasaporte— tiene pendientes cinco juicios, lo que no impide que cada línea de su libro respire esperanza. Explicar cómo escribió Arrestados "daría para otro libro", bromea. "Por ejemplo, los problemas que tuve para conseguir papel y luego sacarlo de la cárcel, porque te registraban cada vez que salías de la celda".
Sus notas incluyen las semanas previas a su prisión, como cuando el equipo directivo del periódico debatió, el 28 de mayo de 2015, si debían publicar la delicada exclusiva que tenían entre manos. El proceso de decisión que se narra podría ser toda una clase de periodismo. "Hubo voces que dijeron 'si das esto te van a meter en la cárcel' y amigos que me aconsejaban que firmaran la información varias personas. Al final, asumí el riesgo".
Intento de asesinato
Can Dündar recordó en la presentación de Arrestados en Madrid el intento de asesinato que sufrió el 6 de mayo de 2016, en una de sus citaciones judiciales tras salir de la cárcel. "Había recibido amenazas, así que tenía guardaespaldas. Pero ese día se quedó dormido y llegó tarde. En un descanso de los jueces fuimos a una cafetería y vi a alguien que venía hacía mi con una pistola gritando '¡traidor!'. Mi esposa saltó hacia él y lo impidió". Ese día Dündar fue condenado a cinco años por una de las cinco causas abiertas contra él. "Detuvieron al responsable, pero como dijo que solo quería asustarme, le liberaron en cinco meses".
Babelia
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