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El mecenas que era un expoliador

La Guardia Civil incauta 257 piezas arqueológicas de la Prehistoria al siglo XV a un saqueador que había entregado a los museos 8.000 como tapadera

Vicente G. Olaya
Exposición de las piezas incautadas en Ávila.
Exposición de las piezas incautadas en Ávila.Guardia Civil

El modus operandi era muy arriesgado, pero le sirvió para expoliar durante casi dos décadas –entre los años 80 y 90- los grandes yacimientos arqueológicos de Ávila y, además, recabar su reconocimiento profesional como supuesto mecenas y gran experto en historia antigua.

“El modo de actuar del expoliador consistía en realizar un estudio de zonas arqueológicas sin autorización previa. Posteriormente, publicaba los hallazgos como 'casuales' en varias revistas especializadas y así ganaba reconocimiento como experto en la materia y hacía donaciones a museos y Ayuntamientos”, explican desde la Guardia Civil.

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El Museo de Ávila, por ejemplo, recibió más de 5.000 piezas suyas, si bien las más valiosas terminaban en su casa. Ahora la Guardia Civil le ha requisado 257 joyas, pero no ha sido detenido porque un juzgado de Arenas de San Pedro ha dictaminado que los posibles delitos están prescritos.

Las piezas recuperadas datan de la Prehistoria al siglo XV, y fueron expolidas hace más de 30 años en yacimientos del valle del Tiétar, principalmente. Su valor económico se estima en más de 300.000 euros.

La llamada Operación Fibulas, enmarcada en el “Plan para la Defensa del Patrimonio Histórico Español”, se inició durante en abril pasado a raíz de un informe que la Junta de Castilla y León entregó al Seprona de la Guardia Civil. Tras analizar el estudio, los agentes abrieron diligencias por un presunto delito continuado relativo a la Ordenación del Territorio y el Urbanismo, la Protección del Patrimonio Histórico y el Medio Ambiente.

A pesar de haber prescrito el tipo delictivo, y al ser consideradas las piezas expoliadas como Bienes de Dominio Público, los investigadores decidieron continuar con la operación para recuperar obras patrimoniales. Tras varios meses de indagaciones, se localizó un sello medieval de mediados del XV, que tenía en su poder la persona en la que se centraron las pesquisas, y que se habría apropiado del mismo con anterioridad en unas obras ubicadas junto a una ermita abulense.

Posteriormente, la Guardia Civil incautó otras 256 piezas arqueológicas, que se encontraban en un Ayuntamiento de la provincia de Ávila desde hacía 18 años. El expoliador se las había entregado a este Consistorio, sin que el Museo de Ávila tuviera constancia de los hechos.

En total, según fuentes de la investigación, se han estudiado más de 8.000 piezas expoliadas por el saqueador, que proceden de yacimientos de Ávila, Soria y Guadalajara. “En el Museo de Ávila entregó más de 5.000 piezas, aunque se quedó con las más valiosas, de las que nunca dio cuenta”, señalan fuentes relacionadas con el caso. “Un auténtico saqueo que ocultaba con la tapadera de las donaciones y entregas desinteresadas”.

Entre los objetos incautados hay un molde de un hacha prehistórica, monedas con leyendas ibéricas y  romanas, 58 cerámicas de Terra Sigilata y un sello medieval. De eso, nunca avisó.

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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