Actores negros critican que un personaje de su raza lo encarne un blanco en el Lliure
David Selvas, director de 'Àngels a Amèrica', dice que la compañía no tenía otra alternativa
Al Teatre Lliure se le multiplican los problemas. Después de la dimisión de Lluís Pasqual como director tras las quejas por maltrato de una joven actriz y del anuncio de la disolución de la Kompanyia Lliure, la compañía joven del colectivo, al teatro le acaba de estallar otra polémica a causa de que a un personaje negro de su nuevo espectáculo Àngels a Amèrica, estrenado el jueves, lo interpreta un actor blanco (Quim Àvila).
Trece actores y actrices negros de Barcelona han hecho público un vídeo a través de las redes sociales –el medio por el que se vehiculó inicialmente también la denuncia contra Pasqual- en el que denuncian que la opción tomada en Àngels a Amèrica favorece su “invisibilidad”. En la obra de Tony Kushner, sobre los inicios de la epidemia de Sida, el personaje de Belize, una antigua drag queen que trabaja de enfermero, es negro.
Por su parte, el director del espectáculo, David Selvas, ha respondido en su cuenta de Twitter lamentando el hecho, afirmando que no tenían otra alternativa y recordando que la representación se detiene cuando aparece por primera vez el personaje y en una pantalla se muestra el texto: “En la Kompanyia Lliure no hay ningún actor negro. El teatro tiene que ser un reflejo de la sociedad. Trabajamos para que esto no vuelva a pasar”. Lo que, hay que convenir, es una solución probablemente bastante chapuza.
El colectivo de actores negros considera que “blanquear al personaje es escamotear un referente a las nuevas generaciones”. Señalan que ellos se sienten “doblemente precarizados” en su oficio y piden “responsabilidad ética” a la sociedad en general y a las instituciones públicas –que subvencionan al Lliure- en particular.
La polémica coincide con la que ha surgido en torno al creador quebequés Robert Lepage que ha tenido que cancelar dos obras por motivos similares: Slav, sobre la esclavitud, con solo dos actores afroamericanos en todo el reparto, y Kanata, sobre la historia del Canadá en la que no había actores indígenas norteamericanos.
El tema, más allá de la falta de oportunidades que tengan los actores negros o asiáticos, invita a reflexionar también sobre si los personajes del teatro y el cine deben ser encarnados por actores de la su misma raza. ¿A Otelo debe interpretarlo siempre un negro? ¿Un negro no puede hacer del danés Hamlet?
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