Y después de Tiny Desk, Ca7riel y Paco Amoroso vuelven a hacer magia con un corto donde atizan con ironía a la cultura del éxito

La vida se tinta de colores cuando aparecen Ca7riel y Paco Amoroso, esos dos músicos argentinos que protagonizaron uno de los capítulos más célebres de Tiny Desk. Recordemos: Tiny Desk consiste en ofrecer conciertos (de unos 20 minutos) en la redacción de Washington de la radio pública estadounidense, NPR. El proyecto lleva en marcha desde 2008, pero ha sido en las últimas temporadas cuando su popularidad se ha disparado, hasta el punto de que se ha convertido en una de las armas más eficaces para dar a conocer a artistas o para que las estrellas se reivindiquen. Una herramienta que prima la pericia musical, el carisma, la puesta en escena y el talento. Todo muy a favor. Las actuaciones se pasan por YouTube y acumulan millones de visualizaciones.

El pasado octubre se presentaron allí los argentinos Catriel Guerreiro (Ca7riel, 30 años) y Ulises Guerriero (Paco Amoroso, 31 años), unos chicos que se conocieron con seis años en el colegio y que llevan unas cuantas temporadas formando un dúo musical. Su recital en la redacción de NPR fue chisporroteante, brillante, festivo. Hasta ahora suma 27,3 millones de visionados. Para evaluar la dimensión de esta actuación digamos que el Tiny Desk de Billie Eilish se queda en 16,8 millones de visitas, y el de la nueva sensación pop Sabrina Carpenter en 11,4 millones.

Después de ese miniconcierto todo se disparó para el dúo. Realizó una gira en salas pequeñas y medianas por España donde volaron las entradas, aparecieron en los dos programas punteros en audiencia de la noche (El Hormiguero y La Revuelta), y han anunciado recitales en grandes recintos como Sant Jordi (Barcelona, 27 de mayo), Movistar Arena (Madrid, 28) y en verano se presentan en varios festivales. Hoy viernes se publica su nuevo disco, Papota, que va acompañado de un divertidísimo corto de 16 minutos. Papota, el álbum, está formado por nueve canciones: cuatro totalmente nuevas y las cinco que grabaron en su célebre Tiny Desk.

La minipelícula, dirigida por el también argentino Martín Piroyansky, confirma la magia del dúo con esa receta donde confluyen música bailable, puesta en escena guasona y, esta vez, mensaje muy serio, pero transmitido desde la ironía. Todo comienza cuando el dúo (Paco Amoroso con sombrero peludo estilo ruso y Ca7riel con chaleco con peluches de corazón, prendas superventas después de exhibirlas en Tiny Desk) y su grupo entran en un restaurante llamado Santa Fe, en Argentina. Se les acerca un tipo con la cara maquillada de blanco y los labios muy rojos (un aspecto un poco Joker) y se presenta como Gymbaland, una variante del nombre real del famoso productor de finales de los noventa y dosmil, Timbaland. Gymbaland, interpretado con histrionismo por el conocido actor y humorista argentino Martín Bossi, les dice: “Yo les puedo hacer ganar un Latin Chaddy [guiño a Latin Grammy]. Si quieren cumplir sus sueños aquí tienen mi número [les ofrece su tarjeta de visita]. Puedo convertirlos en las estrellas latinas más grandes de EE UU. Adiós”.

Obviamente, Ca7riel y Amoroso le llaman, y a partir de ahí comienza una sátira sobre la industria del entretenimiento y la obsesión por el éxito. El excéntrico y megalómano productor apuesta por la utilización de la Inteligencia Artificial para construir el éxito del dúo y el chad (con d) GPT apunta al dúo los pasos a seguir para ganar el ansiado Latin Chaddy: aprender inglés, ponerse cachas en el gimnasio, diseñar ropa para Bershka, componer una canción donde incluyan glow up en la letra. Parece un disparate, pero no se encuentra lejos de lo que ocurre en algunos despachos de discográficas reales.

La historia contiene un pico de drama, cuando el dúo se separa, pero luego acaba bien con una rebelión y triunfando la amistad. En 16 minutos, el dúo disecciona con humor la parte más oscura de la industria musical de hoy.