Cancelado en Canadá un musical sobre la esclavitud sin apenas artistas negros
El Festival de Jazz de Montreal retira 'Slav', obra diriga por Lepage y basada en cantos de esclavos estadounidenses, que ha levantado una ola de protestas
El Festival de Jazz de Montreal, una de las citas culturales más importantes de Canadá, anunció la anulación definitiva de la obra musical Slav, tras varios días de acusaciones de apropiación cultural. A través de un comunicado, la dirección del festival expresó que tomó la decisión de cancelar las fechas que aún estaban previstas debido a los numerosos mensajes recibidos y subrayó su compromiso con la inclusión y el acercamiento entre comunidades. “Pedimos disculpas a las personas que se sintieron ofendidas. Esto no era absolutamente nuestra intención”, dice el documento.
El espectáculo Slav, dirigido por Robert Lepage y concebido por él y la cantante Betty Bonifassi, está basado en cantos de esclavos estadounidenses. El papel protagónico recae en Bonifassi, quien está acompañada en el escenario por otras seis mujeres. La protagonista y cuatro artistas son blancas; las otras dos son negras. Esto provocó protestas frente al teatro donde se presentaba la obra, un cúmulo de mensajes en redes sociales y señalamientos en los medios de comunicación.
El 26 de junio, día del estreno de Slav, unas cien personas se manifestaron a las afueras del Teatro del Nuevo Mundo. “Pensamos que Slav es un caso de apropiación cultural porque es una obra basada en canciones de esclavos negros que no fueron creadas para que los blancos se beneficien. Es inaceptable ver a mujeres blancas disfrazadas de esclavas negras”, señala Lucas Charlie Rose, un cantante de hip-hop de Montreal que organizó esta primera protesta. El 27 y 28 prosiguieron los actos de rechazo frente al recinto. El espectáculo había sido anulado del 29 de junio al 3 de julio, aunque a causa de una lesión en el tobillo de Bonifassi, quien obtuvo fama hace algunos años por su participación en la banda sonora de Las trillizas de Belleville.
Horas después de la primera protesta, Lepage y Bonifassi escribieron su postura en Facebook: “Desde nuestro punto de vista, tenemos un deber especial, blancos o negros, de acercarnos a los episodios más oscuros de la historia para tratar de sacar algo positivo. La música y el teatro son sin duda dos de las formas más nobles para hacerlo”. El Festival de Jazz de Montreal también había en un principio respaldado el espectáculo: “Durante 39 años, el festival ha sido sinónimo de aldea global, donde no ha habido ni raza, ni sexo, ni religión y donde todos los seres humanos han sido iguales. Este año no es la excepción”, se leía en un comunicado. Las cinco primeras representaciones de Slav tenían los boletos agotados y el festival había programado 11 nuevas fechas. Tras la anulación definitiva, las personas obtendrán un reembolso.
A principios de esta semana, una carta que pedía la cancelación de Slav circuló en redes sociales y medios de comunicación. La misiva estaba firmada por unas 1.500 personas pertenecientes a organismos comunitarios, centros de enseñanza y colectivos artísticos. Asimismo, este martes el cantante estadounidense Moses Sumney anuló su concierto en el Festival de Jazz de Montreal como protesta y dio un recital en una sede alterna. La dirección del festival aclaró que Bonifassi estuvo de acuerdo con la cancelación de Slav. No se conoce aún la postura de Lepage a este respecto.
“Hablamos de una cultura de gente que ha sido marginada. No se nos puede dejar de lado. La comunidad negra debe estar presente”, afirma Rose. Pese a que las opiniones que pedían la anulación del espectáculo han sido numerosas, otras voces han evocado en este asunto un riesgo para la libertad artística. “Es surrealista. No puedo imaginar que personas responsables e inteligentes se quejen diciendo que un blanco no puede cantar canciones negras”, afirmó hace unos días el antropólogo Serge Bouchard a Radio-Canadá.
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