Cultura pone en marcha la creación de un teatro para la danza en Madrid

El baile, al fin, ha empezado. Aunque de momento solo se ha dado el primerísimo paso. Faltan muchos más, hasta llegar a la meta: una sede estable para la Compañía Nacional de Danza y el Ballet Nacional de España, dedicada a la creación y la exhibición, en el distrito madrileño de Arganzuela. La coreografía se anuncia larga y compleja; precisará años y avances firmes, para evitar esguinces y caídas. Pero el acuerdo suscrito este lunes entre el Ayuntamiento de Madrid, el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM) y Adif, entidad pública empresarial dedicada a construir y gestionar líneas de ferrocarril, pretende ser el punto de partida para que ambas compañías cumplan una fantasía que anhelan y acarician desde hace demasiadas décadas.

“Quiero dejar claro el compromiso del Ayuntamiento de Madrid para que este plan no sea uno de tantos, y quede en un cajón”, señaló José Manuel Calvo del Olmo, delegado de Área de Gobierno de Desarrollo Urbano y Sostenible, en el acto de firma del protocolo. En concreto, el proyecto prevé rescatar más de 72.000 metros cuadrados de terrenos de propiedad de Adif —57.000 yacen inutilizados— para crear la futura casa de la danza, así como “nuevos equipamientos sostenibles de carácter cultural y educativo”, y potenciar el Museo del Ferrocarril, que ya ocupa la antigua estación de trenes de Delicias.

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Eso sí, entre la casilla de salida y el resultado final bailan decenas de detalles e hipótesis. Además, los bailarines ya han escuchado en otras ocasiones la promesa de que pronto tendrían un hogar nacional. Por ahora, más que una certeza, el plan es una declaración de intenciones. Tras la firma del protocolo, nace una comisión mixta, de las tres entidades implicadas, encargada de velar por su cumplimiento. Se establece la realización de varios estudios para analizar el área, el proyecto y sus necesidades. Si estos dieran resultados positivos, otra firma pondría en marcha un convenio de desarrollo del protocolo. En el comunicado de prensa del INAEM y en las palabras oficiales de hoy no hay ni presupuestos ni fechas. Aunque el ministerio de Cultura confía en que el año próximo ya se ponga en marcha el trabajo que lleve al nacimiento de la casa de la danza.

“Se trata de un proyecto muy ambicioso”, defendió Amaya de Miguel Toral, directora general del INAEM. Y explicó que las sedes estables de las dos compañías también servirán como escenario para que otros conjuntos, públicos y privados, nacionales y extranjeros, enseñen sus espectáculos. Un teatro que acoja lo mejor del género, como el Real para la ópera o el Auditorio Nacional para la música.

Madrid, a la vez, espera que el plan satisfaga las peticiones de los vecinos de Arganzuela, incorpore otro pilar cultural justo al lado de Matadero y realice el “sueño” de dinamizar este distrito, que ya concibió Enrique Tierno Galván en los ochenta, cuando fue alcalde de la ciudad. Justo lo recordó la portavoz del grupo socialista en el Ayuntamiento, Purificación Causapié Lopesino, que de paso escenificó el apoyo de su partido, principal aliado del Gobierno local que dirige Manuela Carmena, de Ahora Madrid. También recordó los asentamientos chabolistas que aún ocupan Arganzuela, uno de los tres distritos más afectados por este “problema social”. A ello también tendrá que ofrecer una solución el proyecto.